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8 planes para el final del verano en Berlín

Nos encanta el verano, no hay otra época del año más feliz en Berlín. Pero, la temporada estival siempre se acaba más tarde o más temprano y, tras las semanas de viajes, lagos, barbacoas y calor, llega el triste momento de desempolvar los abrigos y volver a la rutina. Sin embargo, no todo está perdido. Todavía queda algo de tiempo para algunos planes extra a pesar de la “vuelta al cole”, los días cada vez más cortos y las noches cada vez más frescas.

Durante el final del verano en Berlín y principios del otoño todavía hace buen tiempo, y Berlín aún ofrece un montón de oportunidades para hacernos la entrada a la nueva temporada menos dolorosa. Puede que las horas de sol vayan menguando, pero todavía nos queda luz y temperatura suficiente para seguir haciendo cosas al aire libre. Es el momento indicado para aprovechar lo que queda de cielos más o menos azules y temperaturas templadas antes de que sea demasiado tarde.

Por todo ello, aquí os presentamos a continuación ocho ideas para llevar a cabo durante el final del verano en Berlín:

Kietz, pasear por un barrio de pescadores

Uno de los barrios más pequeños y singulares de Berlín, el Fischerkietz (barrio de pescadores), se encuentra en Köpenick, en la orilla del río Dahme. Hasta el siglo XIX fue un asentamiento independiente de Berlín, autosuficiente y abastecido por los barcos de pesca que allí atracaban.

Es una zona encantadora de pequeñas casas, antiquísimas cabañas y recoletas calles de adoquines. Algunas de las casas tienen más de dos siglos de antigüedad. Se trata de una pequeña excursión desde el centro de Berlín, y la zona está llena de cafés y buenos restaurantes.

Festival der Riesendrachen, el festival de cometas gigantes

Otra actividad imprescindible para el final del verano en Berlín es el Festival der Riesendrachen, que se celebra cada septiembre en el antiguo aeropuerto de Tempelhof. Este evento reúne a alrededor de 80 pilotos profesionales de cometas gigantes, que llenan el cielo de Neukölln con creaciones espectaculares y divertidas como pulpos, ballenas, dinosaurios o personajes populares del mundo infantil, con tamaños de hasta 50 metros de largo.

Además de cometas, el evento ofrece actividades para toda la familia, incluyendo manualidades, lanzamiento de caramelos, castillos hinchables y una zona dedicada a la gastronomía. La jornada culmina con un pequeño espectáculo de fuegos artificiales, ideal para despedir la temporada de verano con una sonrisa. Entrada libre.

Festival der Riesendrachen
Tempelhofer Feld (entrada más cercana U-Paradestr.)
Más info aquí

Literaturhaus, tomar café en una terraza idílica

El final del verano en Berlín ha llegado y el cierre de las terrazas es inminente, pero todavía estamos a tiempo de disfrutar de un desayuno, un café o una cena en una de ellas. Berlín está repleto de ellas, pero en este caso proponemos una de las más inesperadas e idílicas de la ciudad: la terraza del Café am Literaturhaus.

Un café literario que, además de un precioso jardín con fuente, unos desayunos y menús más que suculentos, también cuenta con un Wintergarten y una coqueta librería. A un paso de la frenética Ku’damm, es un lugar perfecto para descansar antes o después de pasear por la Fasanenstr. y observar las fachadas de sus imponentes edificios y sus galerías de arte.

Café am Literaturhaus
Fasanenstr. 23, 10719 Berlín – Charlottenburg

Horario: de lunes a domingo de 9 a 23 horas

Observar valles glaciales desde un balcón natural

¿Sabías que en Berlín hay un valle glaciar y que se puede pasear por él? Este paisaje formado en la última Edad de Hielo es una gran espacio al aire libre y sin urbanizar que se ubica entre los barrios de Mahlsdorf y Kaulsdorf. Ahí, la llamada meseta de Barnim se encuentra con el valle glaciar de Berlín. A este espacio se lo conoce con el nombre de Berliner Balkon (Balcón de Berlín). Desde este lugar todo irradia calma, porque es un área que se formó hace millones de años y apenas ha cambiado desde entonces.

El balcón, un amplio mirador creado de forma natural, nos regala unas increíbles vistas de los lagos Kaulsdorfer y Mahlsdorfer See; la vista llega hasta Köpenick. Uno de los pocos lugares desde los que se puede observar el horizonte de Berlín.

Paseo por el Britzer Garten

El Britzer Garten, en el sur de Neukölln, no solo es una delicia para los amantes de las flores y los espacios verdes. Este oasis en medio de la ciudad, construido en los años ochenta, está cuidado al milímetro y cuenta con zonas arboladas, lagos (hay incluso uno de unas diez hectáreas), una granja, una biblioteca especializada en literatura sobre temas de naturaleza, varios Spielplätze y tres colinas al sol con vistas maravillosas a gran parte de su extensión. Además, desarrollan un buen calendario de eventos para todas las edades como, por ejemplo, visitas guiadas, vuelos de cometas, festival de calabazas y manzanas y conciertos variados.

Solo hay tres restricciones: no se permiten perros en las instalaciones, ni bicicletas ni nadar en el lago. Restaurantes, cafeterías, un “Milchbar” y numerosos quioscos ofrecen buenas opciones culinarias.

Britzer Garten
Sangerhauser Weg 1, 12349 Berlín-Neukölln

Entrada: 3 euros, reducida 1,50 euros
Más info aquí
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Subir a una locomotora de vapor en mitad de un bosque

Una playa de maniobras es una estación ferroviaria especial destinada para la ordenación (descomposición y composición) de los trenes de carga. En la zona de Tempelhof hubo una de esas playas de maniobras que pertenecía a una estación construida en 1875. Las operaciones de los trenes cesaron en 1952 de manera definitiva y el espacio quedó abandonado y sin uso. Fue pasando el tiempo y en ese lugar la naturaleza se abrió paso sobre los restos de infraestructuras, vías y maquinaria.

Hoy en día es uno de los parques más singulares de la ciudad, el Schöneberger Südgelände. El bosque espontáneo que fue creciendo sobre aquella playa de maniobras se puede visitar e invita a descubrir todos sus espacios casi fantasmales. Se caracteriza por la fascinante combinación de naturaleza, reliquias ferroviarias y arte urbano.

Los símbolos del parque son, además de las vías que se adentran en el bosque, una antigua torre de agua de acero de 50 metros de altura y una enorme locomotora de vapor que quedó atrapada entre los árboles. El parque natural está destinado, principalmente, a brindar a los visitantes descanso y relajación, pero también hay zonas orientadas a juegos, deportes y pícnics.

Natur-Park Schöneberger Südgelände

Prellerweg 47-49, 12157 Berlín-Schöneberg

Horario: de lunes a domingo desde las 9 horas hasta el anochecer
Entrada: 1 euro a partir de 14 años

Meditar en un jardín japonés

A un tiro de piedra de Berlín se encuentra el Zentrum Japanischer Kunst un Kuktur im Land Brandenburg, que organiza actividades relacionadas con el arte y la cultura de Japón. Allí se ubica uno de los jardines más hermosos de Brandeburgo, el Japanischer Bonsaigarten (jardín de bonsáis japonés).

Un lugar casi mágico lleno de flores, bonsáis, estanques y pequeñas casas de té. Por las tardes se programan meditaciones de manera regular en un pabellón del jardín y, cuando se va poniendo el sol, el jardín se llena de luces. Es el lugar perfecto para relajarse y estar en armonía con la naturaleza en esos días del final del verano en Berlín.

Japanischer Bonsaigarten
Fercher Str. 61, 14548 Brandeburgo – Schwielowsee

Horario: de martes a domingo de 10 a 18 horas
Entrada: normal, 6 euros. Reducida, 5 euros. Niños de 4 a 14 años, 3 euros

Ver una última película al aire libre

Una de las cosas más agradables del final del verano en Berlín son las noches templadas. Si además esto incluye una buena película, no hay plan mejor para pasar las últimas noches del verano al aire libre.

Esta es la especialidad de los cines de verano en Berlín, muy variados y con una programación de películas interesantes y en algunos las proyecciones se alargan hasta bien entrado septiembre. Los hallarás por casi todos los barrios de la ciudad.

Toda la información sobre los cines de verano aquí y aquí

Degustar el último helado de la temporada

Como el verano y la primavera en Berlín a veces se disfrazan de otoño e incluso de invierno, no es raro que cuando, por fin, se muestran en todo su esplendor, a los berlineses les encante celebrarlo con un helado en la mano. Berlín está lleno de buenas y variadas heladerías que se van superando en sabores una tras otra.

En cuanto las heladerías de la ciudad abren al público al inicio de la temporada, no es raro observar enormes colas en sus puertas, tal es el fanatismo de los berlineses y berlinesas por esta refrescante golosina. La mayoría cierran durante el invierno, así que no es mala idea aprovechar los días del final del verano en Berlín para saborear unas cuantas bolas de helado antes de que sea demasiado tarde.

Toda la información sobre las mejores heladerías aquí

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