C/O Berlin rescata del archivo al colectivo de fotografía OSTKREUZ para poner imágenes a la década de los noventa en Berlín. La agencia, que este año cumple 35 años desde su fundación en el este de la ciudad, reúne a nueve de sus fotógrafos para desempolvar las imágenes que mejor reflejan la caída del muro de Berlín y la efervescencia de una nueva etapa para la ciudad y sus habitantes que prometía tiempos tan fascinantes como inciertos.
“Träumt weiter – Berlin die 90er (Sigue soñando – Berlín, los 90)” es un homenaje a la fotografía testimonial de OSTKREUZ. Este entusiasta colectivo de fotógrafos surgido en el este de la ciudad hace 35 años unió a jóvenes profesionales provenientes de distintas ciudades de Alemania, inspirados por la agencia de fotografía Magnum, con la característica común de compartir una mirada política y social tras el objetivo. El resultado, un archivo histórico inigualable cargado de un valiosa espontaneidad.
Década de los años noventa en Berlín
El 9 de noviembre de 1989 cae el muro de Berlín después de 28 años, dos meses y 28 días separando una ciudad en dos estados. Los habitantes tienen que volver a vivir y ocupar una urbe que se reinventará día tras día junto a sus vidas durante la siguiente década.
La década de los noventa volvería a tener a Berlín como protagonista, una ciudad acostumbrada a ser escenario y altavoz de los eventos históricos de Europa y parte del mundo. En este lugar se vivió el ascenso del fascismo, el final de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría entre dos sistemas mundiales y su consecuencia, la división de un país y de una ciudad y su posterior reunificación. En la última década del siglo XX el capitalismo vencedor y el hartazgo del control dieron rienda suelta a un optimismo celebrado desde los primeros minutos en que la caída del muro parecía ser una realidad y que, por otro lado, convivió con una incertidumbre y un miedo a la pérdida de lo conocido.
“Sigue soñando”, la exposición de los años noventa en Berlín
Los miembros de OSTKREUZ registraron una historia colectiva en momentos mundanos, marcada por los retos que comportaba la reunificación. El cambio que vivió Berlín se extendió como la supervivencia, de la forma más democrática y horizontal. En esta exposición, los protagonistas son todos: la euforia y la esperanza de familiares que cruzan la antigua frontera, edificios vaciados okupados por jóvenes creando nuevas formas de vida o productos exóticos como la Coca-Cola o la abundancia de plátanos que aparecen por primera vez en el este de la ciudad.
Hay fotografías que condensan minutos en los que todo un país cambiaba inmediatamente, como las captadas por Ute Mahler, testigo de las primeras elecciones independientes en la RDA. En ellas se ve cómo el entonces representante de SPD en el este, Ibrahim Böhmer, asume la caída de su legado lo que tarda en fumarse un cigarrillo o bajar en el ascensor tras el desalojo de su oficina después de haber sido delatado como espía extraoficial de la Stasi.
A medida que avanza la exposición, mientras se acumulan las ruinas de la RDA, se encaja el este en el oeste con alguna emoción de ansiedad ciudadana y la ciudad introduce cambios en su paisaje urbano. Aparece la publicidad, los últimos soldados aliados abandonan Brandeburgo, el teatro despierta nuevas formas disruptivas de creatividad, los niños juegan en solares todavía sin descubrir por los inversores y Berlín vive para la improvisación y las oportunidades.
Las fotografías de OSTKREUZ mutan desde un Berlín-Este desalojado con personajes solitarios que ocupan mínimamente cielos y terrenos igual de despejados, a imágenes de nuevos pasajeros que llenan los S-Bahn atravesando libremente la ciudad. La fotos ganan color mientras cambian los formatos, mismo S-Bahn, diferente moda y estética. Hasta el Reichstag se envolvió en las famosas lonas de Christo y Jean Claude y los berlineses crearon un festival de dos semanas frente al edificio antes de convertirse en la nueva sede de la Alemania reunificada.
Tampoco faltan las primeras señales de un desenfreno digital o la aparición del techno como banda sonora de la ciudad que la hermanaría con el mismísimo Detroit. Todo ello captado por el objetivo de OSTKREUZ, cuya agencia es ahora una de las más importantes de Alemania.
Mirar Berlín en retrospectiva por medio de esta exposición nos vuelve a recordar que la ciudad se reinventa con sus habitantes. Para muchos, Berlín significó y sigue significando un lugar donde las utopías y el futuro en su mejor potencial todavía pueden tener lugar.
“Träum Weiter — Berlin, die 90er” | Hasta el 22 de enero 2024
C/O Berlin (Hardenbergstr. 22–24, 10623 Berlín-Charlottenburg)
Entrada: 12 euros
www.co-berlin.org
Texto: Belén Lucas para Berlín Amateurs © septiembre 2024; fotos cortesía CO Berlín, créditos en las imágenes
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