Participar en elecciones, convertirse en funcionario gruñón, evitar ciertos papeleos, ganar seguridad o simplemente poner en papel lo que ya es realidad vivida: cualquier motivo sirve para solicitar la nacionalidad alemana siendo extranjero. El proceso, de meses o años, conlleva una carga emocional y documental que este texto intentará aligerar. Ármense de paciencia.
Estaba a punto de cumplir diez años en Berlín y apenas quedaba un año para las elecciones federales –ya sin Angela Merkel–. Llevaba tiempo coqueteando con la idea, revisando los plazos y postergando la decisión, por desidia y falta de necesidad real. Por la proximidad de las elecciones me decidí finalmente a solicitar la nacionalidad alemana, a sabiendas de la aventura burocrática que me esperaba. Ayudó un temor egoísta –¿y si la unión Europea se va al traste y me quedo en tierra de nadie?– y las ganas de hacer oficial un sentimiento, el de pertenecer a dos lugares.
El proceso de conversión teutónica duró en mi caso aproximadamente un año. Como explicaré más adelante, es imposible contar con unos plazos fijos o calcular cuánto tiempo cuesta conseguir la nacionalidad alemana. En este tiempo desarrollé una relación asimétrica con Herr Hinkfuß, el funcionario de turno. Él ostentaba todo el poder, yo me sometía enviando documentos, haciendo lastimeras llamadas y esperando, siempre esperando. Todo terminó en una melancólica frase el 4 de agosto de 2021: Sie sind jetzt Deutscher. Detrás, un largo camino.
Requisitos para acceder a la ciudadanía alemana
Lo que aquí voy a contar es la forma de obtener la ciudadanía alemana atendiendo a mi ejemplo, o sea, siendo ciudadano español. Para otras nacionalidades de origen –especialmente las ajenas a la Unión Europea– el proceso se maneja por otros cauces, a veces tremendamente complicados y diferentes, que me es imposible detallar.
Existen dos caminos generales actualmente para obtener la ciudadanía alemana: el de tres y ocho años de residencia en Alemania. El plazo de tres años se aplica para quienes contraen matrimonio con una persona alemana. El otro es el plazo general: a partir del octavo año de residencia cualquier residente en Alemania puede solicitar la nacionalidad alemana. Se puede incluso acortar en un año si se realiza un curso público de integración o en dos años si se demuestra una integración intensa; por ejemplo, por haber estudiado en una universidad alemana.
Los requisitos generales para conseguir la ciudadanía alemana según la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF por sus siglas en alemán) son los siguientes:
- Permiso de residencia permanente o permiso temporal cuya finalidad pueda conllevar obtener un permiso de residencia permanente. En mi caso (ciudadano de la UE), no fue problema.
- Aprobar el test de ciudadanía.
- Los ocho años de residencia en Alemania como criterio general.
- Ser capaz de financiarse de forma autónoma y no recibir ayuda social o Hartz IV.
- Conocimientos suficientes de alemán (un certificado de nivel B1 o superior).
- No haber sido condenado por un delito.
- Aceptar la Constitución (ley básica) alemana y las formas democráticas del país.
- Perder la ciudadanía original (no se aplica para los ciudadanos de la Unión Europea y algunas otras nacionalidades).
- Pagar 255 euros de tasas.
Pasos para conseguir la nacionalidad alemana
Primer paso: planear
En primer lugar, hay que saber qué administración se encarga de la nacionalidad. Dependiendo de la ciudad pueden llamarse de una u otra manera, aunque todas llevan el añadido de Einbürgerungsbehörde (departamento de nacionalización). En Berlín, cada uno de los doce distritos tiene una.
Una vez se sepa a quién dirigirse, es fundamental informarse sobre las citas y los documentos requeridos para intentar acortar los plazos en la medida de lo posible. En Berlín, durante bastantes partes del proceso conviene pedir de forma paralela citas para varios trámites, como la primera cita informativa o el examen de ciudadanía.
Un consejo para españoles: pide al principio del proceso una copia de la partida de nacimiento (se tramita en la página web del ministerio de Justicia) en formato internacional, según el convenio de Viena. Te ahorrarás pagar por la traducción y la espera más adelante.
Segundo paso: visita o llamada previa
Hechos los preparativos para la aventura, se ha de pedir cita en la correspondiente Einbürgerungsbehörde. En Berlín, cada distrito maneja el asunto de una manera. En unas se ha de realizar la primera cita informativa de forma presencial, en otras se hace de forma telefónica (como fue mi caso). En esta página están listadas las oficinas de cada distrito, aunque cuidado: en algunos distritos después de acceder a la página informativa hay que hacer clic en el texto casi invisible de Homepage. Tardé dos semanas en descubrir que ahí era donde realmente estaba la información necesaria. Gracias Schöneberg. En algunos distritos, en los que la cita se solicita por internet, conseguirla puede ser tremendamente complicado. Paciencia.
En la primera cita o llamada, la persona que se ocupará de tu caso en los próximos meses te atenderá y explicará qué documentos son necesarios para tu solicitud de la nacionalidad alemana. Además, te dará un formulario de solicitud (Antrag) que se ha de rellenar concienzudamente en casa.
Tercer paso: recopilar documentos y rellenar el formulario
La hora de los meticulosos: en mi caso tuve que recopilar documentos como las tres últimas nóminas del trabajo, mi título universitario, un título de alemán, el contrato de alquiler del piso, la partida de nacimiento en varios idiomas que solicité nada más empezar, etc.
Los documentos a aportar son totalmente individuales y dependen del caso concreto, pudiendo incluir el certificado de matrimonio o un documento que acredite la integración especial, así como el certificado de nivel de idioma alemán. Es posible que (especialmente si eres de un país ajeno a la Unión Europea) tengas que mandar a traducir algunos documentos. En mi caso no fue necesario gracias a la partida de nacimiento en formato internacional.
En cuanto al formulario, aquí prima la sinceridad y corrección para evitar problemas a posteriori. Y lo digo en serio, pues yo incluso llegué a poner una condena por un juicio exprés de muchos años de antigüedad por subirme donde no debía a hacer fotos. Para quienes sois menos delincuentes, tranquilidad, solo tienen relevancia los delitos graves con más de 90 días de condena.
Cuarto paso: hacer el examen de ciudadanía
Se puede hacer antes del paso 2, como yo lo hice, o de forma paralela. En Berlín, los exámenes de ciudadanía (Einbürgerungstest) se realizan en las llamadas Volkshochschulen. Las convocatorias no son demasiado frecuentes, así que recomiendo apuntarse a la próxima disponible.
El examen de ciudadanía consta de 33 preguntas acerca de los usos políticos, legales y en parte sociales de Alemania y es bastante sencillo, pues solo hace falta aprobar la mitad más una de las preguntas. En esta página hay material preparatorio para el examen.
Quinto paso: envío de formulario y documentos
Una vez rellenado el formulario, se puede ya enviar con los documentos de que se dispongan y más adelante enviar los que falten.
Una vez enviado, en algún momento llegará una carta de confirmación de que el Antrag ha sido recibido y te informará de los documentos que aún puedan faltar. Una vez enviados estos, ya solo queda la peor parte, la de no hacer nada y esperar.
Sexto paso: la espera
En mi caso fueron casi nueve meses de espera. En algunos distritos berlineses (Bezirke) la espera es de muchos más meses o incluso un par de años, mientras que en otros va bastante rápido. Por desgracia, no se puede hacer la solicitud en un distrito que no sea en el que se vive.
La Einbürgerungsbehörde explicita que no se la moleste con preguntas o llamadas innecesarias, que –según ellos dejan caer con sutil amenaza– podrían alargar los plazos. En mi caso, apenas mes y medio antes de las elecciones federales, me decidí a llamar y preguntar qué estaba pasando con mi caso. En menos de dos semanas me dieron mi cita definitiva.
Séptimo paso: la cita final
Tras una llamada de mi amado-odiado Herr Hinkfuß me preparé para la cita final. En mi caso fue necesario volver a enviar las tres últimas nóminas (para demostrar que mi situación económica no había empeorado). Dependiendo de tu situación, pueden requerirte otros documentos. En otras partes de Alemania, esta última cita incluye una conversación sobre los aspectos más destacados de la Constitución alemana. A mí Herr Hinkfuß solo me hizo recitar una breve frase expresando mi conformidad.
Y así, de repente y sin haberlo esperado, Herr Hinkfuß se dio la vuelta, sacó un papel verde que ya tenía preparado (Einbürgerungsurkunde, el certificado de nacionalización), puso un sello y me declaró alemán con un tono indiferente. Terminaba nuestra relación, quizás la procesión iba por dentro.
Octavo paso: obtención del carné de identidad y/o pasaporte alemán
Pertrechado con la Einbürgerungsurkunde, basta pedir cita para la primera expedición del DNI alemán en cualquier Bürgeramt de Berlín o la localidad correspondiente. Se requiere una foto biométrica (biometrisches Passbild). El trámite para el pasaporte –que yo nunca realicé– es similar y se puede hacer de forma paralela. El coste es de 37 euros para el carné de identidad y 60 euros el pasaporte. A pagar con EC-Karte, por supuesto.
Apenas dos semanas después de este último trámite, fui con mi flamante carné de identidad alemán al colegio electoral y pude depositar mi primer voto para unas elecciones al Bundestag. Objetivo cumplido, por los pelos.
Bonus track: conservar la nacionalidad española
Pues no, con obtener la nacionalidad alemana no se termina esta travesía. Los ciudadanos españoles tienen un plazo de tres años para solicitar no perder su ciudadanía después de haber obtenido la alemana.
El primer paso es descargarse la solicitud de conservación de la nacionalidad española, que se encuentra en la página de la embajada española en Berlín, en el epígrafe referido a la Einbürgerung.
Junto a la solicitud se han de enviar por correo fotocopias de DNI español, fotocopia del pasaporte o DNI alemán, un certificado de nacimiento literal con menos de seis meses de antigüedad, un sobre A5 y la traducción original de la Einbürgerungsurkunde realizada por una traductora o traductor jurado con firma reconocida por la sección consular (aquí una lista).
Tardé tres meses en recibir respuesta del consulado, que me citó para firmar un documento y finalizar el proceso. Terminaba así un periplo de dieciocho meses entre unos trámites y otros. Podía dejar de mirar cada día en el buzón con nerviosismo. Era español y –al menos en el papel– alemán. Los sentimientos encontrados, las emociones y las múltiples identidades dan para otra historia. La verdad es que no me arrepiento.
Algunos consejos finales :
- Recomiendo –en la medida de lo posible– no alterar la situación socioeconómica durante el proceso. Si se cambia de trabajo, es necesario informar inmediatamente a la persona encargada de nuestro caso para evitar mayor retraso.
- Aunque pidan explícitamente que no se llame para preguntar, si tardan más meses de los que nos han anunciado sí que recomiendo llamar, en mi caso obró maravillas, o eso quiero creer.
- Si tu objetivo es votar en las próximas elecciones, empieza ya el proceso y no esperes al año anterior.
- Paciencia, mucha paciencia.
Texto y fotografías: Juanfran Álvarez Moreno y Maie Escorial para Berlín Amateurs © septiembre de 2022
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Hola Juanfran,
estabas inscrito en el consulado como residente en Alemania?
Gracias por la información.
Marta
Hola!
Gracias por el post, muy útil. Tengo una duda al rellenar el formulario. Como tú pretendo conservar la nacionalidad española. Debo indicar esto en mi solicitud en la sección en el punto “vermeidung von mehrstaatigkeit”.
Gracias!
Pedro
Hola Pedro, lo mejor es que preguntar a la persona que lleva tu solicitud. Legalmente no es necesario renunciar a la española y eso ellos lo saben