Escrito por: Actualidad CULTURA Fotografía

Exposición «William Eggleston. Mistery of the ordinary» en C/O Berlin

La exposición «William Eggleston. Mistery of the ordinary» está abierta al público en la antigua Amerika Haus, que ahora alberga el museo de fotografía C/O Berlin. Hasta el 4 de mayo aún se puede conocer la obra de uno de los pioneros de la fotografía en color. No sin esfuerzos resultó aceptable el color en la fotografía artística; Eggleston consiguió convencer gracias a su mirada hipnótica que captura sin esfuerzo el misterio de lo ordinario.

William Eggleston nació en 1939 en la tierra de Elvis Presley, Memphis, Tennessee, donde aún vive. Su nombre se asocia con lo banal de cada día. Él asegura que no tiene más misión con su fotografía que reflejar “esta es la vida hoy”. Casi nunca titula sus fotos, no le gusta definir lo que ve porque no cree que de eso se trate la fotografía y así pasas la exposición, tú, y el silencio de las capturas de vuelta. De vez en cuando una frase de Eggleston a tus pies en la pared.

En su primera etapa creativa, Eggleston se inició inspirado por las obras de Walker Evans y Henri Cartier-Bresson, quienes fundaron el estilo narrativo y documental que definió la práctica fotográfica hasta la década de 1960 y cuya admiración no era precisamente devuelta por su uso del color.

De Cartier-Bresson destaca el encuadre de sus fotografías que define como el gran arte, y reconoce la influencia de la pintura de Degas, por ejemplo, por la composición tan simple como sofisticada. Sin embargo, a diferencia de ellos, Eggleston no estaba interesado en congelar momentos en el tiempo, sino todo lo contrario, capturar lo que parecía que siempre había estado o estaría allí.

La exposición individual de William Eggleston en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1976 se consideró un momento clave en la aceptación del color en el canon histórico del arte, como parte de los primeros fotógrafos que se atrevió a hacer series en color. A partir de esa década, fue objeto de importantes exposiciones. Hasta los años ochenta el color solo se usaba para fotografías privadas y publicidad. Muchos fotógrafos se quejaron de este cambio pero, como siempre ocurre, abrió la puerta a la posibilidad de que otros hicieran lo mismo.

A media que se serpentea la exposición por la ruta americana de William Eggleston, el formato de las fotografías va creciendo de sala a sala. Un primer formato en blanco y negro con objetos tan reconocibles como una Coca-Cola que la imaginación les infiere significado y color. De camino a la serie Los Álamos, las luces aparecen de noche sobre una bandera o mezclando de rosa y verde una gasolinera cerrada. Y todas tienen algo en común: objetos de lo cotidiano habitando una inquietante calma, como recién abandonados por alguna secuencia vivida. El misterio de lo ordinario gana sentido a medida que enfrentas los colores vibrantes que compensan el silencio e interrogan sobre lo común.

Para coronar tanto misterio, solo hace falta llegar a la última sala donde se encuentran la mayoría de los visitantes ávidos de significado. Una habitación donde se muestra un breve documental y en el que aparece Eggleston confesando a la cámara frases que lanza como flashes con gestos vestidos de unos guantes blancos de prestidigitador que van seleccionando fotografías propias y ajenas.

Asegura (dándonos un consejo oculto) que cuando hace una foto de una cosa, no puede sacar más fotografías de lo mismo, pues se confunde y ya no sabe cuál es la mejor. Considera su fotografía democrática, pues tanto las cosas como las personas son el mismo objetivo y con tal objetividad las fotografía.

Eggleston se convirtió en uno de los principales exponentes de la fotografía y lo sigue siendo en nuestros días. La importancia de su obra para la cultura visual contemporánea y la influencia de sus imágenes icónicas en muchas generaciones posteriores de fotógrafos siguen siendo inquebrantables.

Además de series famosas como Los Álamos, esta gran retrospectiva muestra obras que nunca se habían expuesto antes, entre ellas imágenes de la serie The Outlands y fotografías tomadas en Berlín entre 1981 y 1988, cuando entonces él mismo visitaba el edificio de la exposición que era la Amerika Haus, centro de información y de encuentro para norteamericanos. Steidl Verlag publicará un libro sobre la exposición.

«William Eggleston. Mistery of the ordinary» | Hasta el 4 de mayo de 2023

Fundación C/O Berlin (Hardenbergstr. 22–24, 10623 – Berlín-Charlottenburg)

www.co-berlin.org

Texto: Belén Lucas para BA © abril 2023; Fotos cortesía C/O Berlin
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