¿Por qué es normal ver alemanes comiendo helado incluso en invierno? ¿Por qué no es tan inusual ver berlineses haciendo cola en una heladería mientras los españoles nos pedimos un café para calentarnos los riñones? Esto ocurre porque Alemania ama el helado. De hecho, es el país europeo que más litros de helado consume al año. Sabiendo esto, no nos sorprende ver el comportamiento alemán ante este dulce manjar.
Da igual que el termómetro marque 12, 13 o 35 grados. ¡Siempre es temporada de helados en Berlín! En realidad, debemos admitir que, como buenas berlinesas, también comemos helado todo el año. No obstante, es en los meses “cálidos” cuando esto se convierte en la base de nuestra alimentación (bueno, al menos de vez en cuando…). Que se consuma tanto helado provoca que surjan cada vez más heladerías de una calidad exquisita que intentan hacerse un hueco entre tanta competencia. Así que, podemos afirmar que ¡estamos de suerte! Preparad la cucharilla de vuestro color preferido, porque a continuación os mostramos la lista de helados favoritos de Comer en Berlín.
Fräulein Frost
Sin duda, uno de los clásicos de Kreuzberg, aunque también cuentan con otros dos locales más, en Neukölln y Charlottenburg. Sus helados artesanos tienen una interesante selección de sabores atrevidos que os conquistarán. En su carta podemos encontrar deliciosos sabores tradicionales con un twist, como nata con semillas de amapola o fresa con albahaca. Así como mezclas algo más extravagantes pero igual de deliciosas (o más), como su zanahoria con naranja y el GuZiMi, un helado de pepino, menta y limón que es posiblemente uno de los más sabrosos y refrescantes que hemos probado nunca.
En días calurosos, preparaos para hacer cola un buen rato, y puesto que está situado en la zona de Maybachufer, es recomendable evitar ir los días de mercado (mañanas de los martes, viernes, sábados y algunos domingos) o armaos de paciencia. Es uno de los más frecuentados por familias. No os asustéis si de repente os veis rodeados de niños con enormes conos de helado, suelen ser pacíficos y bien educados.
Oak & Ice
La filosofía de esta cafetería y heladería de Prenzlauer Berg es elaborar helados artesanos e innovadores con ingredientes de alta calidad y enfocados en el producto local en la medida de lo posible. Solo utilizan leche bio de vacas alimentadas con hierba y todos sus sorbetes son veganos. Combinan sabores clásicos con algunos más inesperados como el de trigo sarraceno. Para nuestro gusto, lo más destacable es el helado de té matcha, perfecto para cuando quieres algo fresco y ligero que nos ha alegrado más de una tarde. Así como el hecho de que puedas pedir sus tartas con una bola de helado encima, un acierto para esos días en los que quieres darle un homenaje a tus papilas gustativas.
El local es amplio, cubierto de madera y muy acogedor. Además, su zona especial para niños propicia que esté frecuentado a menudo por familias.
Susse Sünde
Dispone de dos locales en la ciudad, uno en Mitte y otro en Friedrichshain. Y además, otro en Schöneiche, donde tienen su cocina y producen el helado diariamente en verano. Nosotras, por cercanía, solemos visitar el de Friedrichshain a menudo, tal vez con más asiduidad de la que sería considerada razonable. Pero cuando probéis cualquiera de los sabores de su variada y original oferta nos comprenderéis. Si tenemos que elegir dos de sus sabores, nos quedamos con los refrescantes manzana con cilantro y vainilla-ruibarbo-fresa. El trato es excelente y suelen aconsejar y dar a probar a la hora de elegir. Es un negocio familiar y, como es dinámica general en esta lista, prestan especial atención no solo al proceso de elaboración, sino también a los ingredientes, por ejemplo, todos sus helados con base láctea están elaborados con leche bio local.
Mos Eisley
En pleno Schillerkiez, posiblemente una de las zonas más bonitas y más en alza de Neukölln, se encuentra esta heladería con un nombre que os sacará una sonrisilla a todos aquellos de espíritu freak. Elaboran sus helados italianos diariamente y disponen de una carta de sabores variable y para todos los gustos. En ella siempre encontramos, además de los clásicos, alguna opción vegana (además de los sorbetes) y alguna con alcohol (muy recomendable su pepino/tónica, que nos recuerda a nuestro amado cóctel Moscow Mule). Entre nuestras últimas obsesiones están su cardamomo crocante y su helado de soja con crujiente de cacahuete; tenéis que probarlos de inmediato. Por cierto, sus helados saben mucho mejor si os los tomáis viendo el atardecer en Tempelhof, a dos minutos de su puerta.
Erste Sahne
A un par de bloques de Mos Eisly se encuentra este lugar encantador. Esta pequeña heladería italiana nos conquistó desde el primer momento. Cuando entras te das cuenta de que no es una más, el helado está convenientemente cubierto, como manda la tradición y su dueño tiene ese carisma que solo encontramos en la gente que hace las cosas con pasión. Cuando, unos minutos más tarde (dependiendo de la cola), pruebas tu cucurucho, descubres que, efectivamente, todas las señales eran correctas y es posible que hasta se te escape una lagrimilla de felicidad si el sabor de tu elección ha sido el chocolate sin leche (nuestro chocolate favorito a día de hoy). Si os gusta el regaliz, tenéis que probar su helado de regaliz salado. No os dejará indiferentes.
Rosa Canina
Podemos encontrar estos helados tanto en una pequeña esquina del concurrido Markthalle Neun como en sus otros dos locales de Prenzlauer Berg. Además de la opción de tomar el helado sobre gofre recién hecho, nuestra elección predilecta en este establecimiento son los sabores delicados, en los que realmente brilla la calidad del producto y la elaboración. Concretamente, os recomendamos su vainilla, tanto en su versión tradicional, como en la más alemana, con aceite de pipas de calabaza.
California Pops
La próxima vez que os apetezca un polo de palo, en lugar de ir al súper y caer en las garras de los helados industriales, pasad por el puesto de California Pops a dos minutos de Görlitzer Park. Tanto si escogéis uno de sus helados tipo sorbete o uno más tipo bombón, no os decepcionarán. Sus sabores son intensos pero no excesivamente; y su textura, agradable y cremosa. Un favorito personal es el de crema de chocolate y avellana con plátano, sencillamente irresistible.
Jones Ice Cream
El food truck de Jones lleva un par de años haciendo las delicias de los berlineses en los mejores eventos de street food, pero no fue hasta el año pasado cuando abrieron su local propio en Schöneberg. Su producto estrella es la bola de helado sobre una galleta y nuestros sabores favoritos el caramelo de mantequilla salada y el whiskey con nueces pacanas. Además, si no sois muy de cookies, sus conos de helado también son caseros y están riquísimos. Sus helados recuerdan algo más a los helados tipo americano que al gelato italiano, pero sin el habitual exceso de azúcar y con una cremosidad y equilibrio de sabores prácticamente insuperable.
Cuore di Vetro
Esta heladería con espíritu punk es seguramente uno de los locales de helados con más carácter y encanto de Berlín. Sus helados tradicionales italianos son elaborados en un obrador a la vista de los clientes y son habituales ganadores de los concursos a los mejores helados de Berlín. En su vitrina conviven sabores tradicionales con otros más innovadores, pero todos deliciosos. Nosotras nos quedamos con el de pistacho y el de chocolate, ambos han sido laureados y no les faltan los motivos.
El trato es inmejorable, el lugar muy acogedor y, además de tener uno de los mejores hilos musicales de la ciudad, celebran a menudo eventos culturales y acogen exposiciones de todo tipo. Realmente, se puede decir que esta heladería italiana tiene la esencia del Berlín auténtico.
Waffel oder Becher
Esta heladería que ya cuenta con más de dos veranos en la ciudad ha pasado, y aún no sabemos por qué, desapercibida para nosotras hasta que hace bien poco dimos con ella y tenemos que admitir que nos conquistó, no solo por su proceso de elaboración, sino también por su filosofía heladera. ¿Que qué helados no podéis dejar de probar? El de mascarpone con pistachos enteros y salsa de caramelo, y si queréis una versión vegana, probad su helado de coco (100 % con ingredientes del coco). Su helado de mango o frambuesa también son una explosión de sabor.
Estos han sido nuestros lugares favoritos o los que consideramos más especiales de los últimos meses. Pero la ciudad está llena de heladerías y parece que cada semana abre una nueva, cada vez con productos de mayor calidad y más originales. Así que seguiremos investigando y añadiendo nuevos lugares. Por supuesto, si tenéis alguna recomendación, no dudéis en escribirnos. Ya sabéis que para nosotras probar nuevos helados es una ardua tarea, pero el deber es el deber.
Artículo de Comer en Berlín para Berlín Amateurs © 2017, revisado 2018. Fotos: Comer en Berlín
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