Ayer noche los berlineses nos sorprendíamos al observar en las redes sociales cómo unas grúas habían llegado a la antigua Cuvrybrache (incendiada este verano, probablemente a causa de la especulación) y estaban pintando de negro el emblemático grafiti del artista italiano Blu. Esta conocida pieza de street art llevaba en el descampado de la Cuvrystr. desde 2008 y se había convertido en una seña de identidad de Berlín y de Kreuzberg, visible desde Oberbaumbrücke y fotografiada hasta la saciedad.
Fotos © Maria Koehne
Pero parece que a Blu no le hacía mucha gracia que el nuevo propietario del recinto –donde se prevé la construcción de un nuevo edificio de apartamentos (otra vez la ya omnipresente gentrificación)– tuviera planeado respetar su grafiti para dar más valor a su nuevo proyecto inmobiliario, y encargó a parte de su equipo que pintaran de negro sus dos gigantescas piezas.
A los que residimos en la ciudad desde hace ya unos años este tipo de cosas no pueden sino dejarnos un muy amargo sabor de boca. ¿Qué está realmente pasando en la ciudad? A la velocidad que se está precipitando todo, ¿cuánto tiempo le queda al Berlín que conocemos –o conocíamos–? De momento, ayer Blu le sacó –literalmente– el dedo corazón a la ciudad de Berlín y su nueva forma de ser. Hoy ya no queda más que la silueta negra de lo que una vez fue y ya no será más.
[youtube=watch?v=RaOn1e6sLEc&w=480&h=270]And it is not the city of Berlin doing that, neither it is the real estate developers who want to build a new residential complex at this empty spot.
In fact, it is being done by the people related to BLU — the artist who made this painting.
With his consent.
A sort of desperate statement: having learned that a new house would be built at that spot with a panning view on the paintings (that would be kept on the wall), the artists decided to paint them all black, so that nobody can take advantage of the original work. In a way, it is a “fuck you” gesture towards the city, towards the real estate company, but most of all – to all the people who love this artwork and everything that it’s come to represent.
The argument of the people who are doing that is that Berlin is not the same anymore, that the real estate company will just use the artwork to sell apartments more expensive, that a new statement needs to be made… In a way, they are doing exactly what the artwork says: “reclaim your city”.
But their way of “reclaiming” Berlin is actually accepting their own loss. Accepting that they cannot win the fight. Losing the hope. Sinking the ship that is already drowning.
via Polysingularity
Maie Escorial © Berlín Amateurs – diciembre 2014
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"A gesture that is also full of hypocrisy. The people who are destroying the artwork say that they act from BLU’s consent. They say that he doesn’t want to help real estate companies sell their apartments better. But he does not seem to mind that those same real estate companies inadvertently provide canvases for his own artwork to sell better…
via Polysingularity" Creo que el autor de la noticia que citas se debería informar un poco más sobre la obra de Blu (ojo, no me refiero a BA!), y lo lejano que está de ese tipo de negocios artísticos. Es bastante injusto tacharle de hipócrita cuando es alguien que representa la esencia del arte urbano como algo independiente, incluso del arte como negocio. El caso de su mural en el MOCA puede ser buen ejemplo de su independencia. Lo que me parece hipócrita es que se sancione que venda DVD's con sus videos, projectos completamente autoproducidos y fruto de tal cantidad de horas de trabajo que dudo sean rentables desde ningun punto de vista. Creo que ser crítico es muy importante, pero meter a BLU en el mismo saco que al tipo de Obey requeriría un mínimo de documentación previa que lo justificara.