Normalmente, los castillos en Alemania se asocian con fortalezas robustas y palacios de película que reflejan la rica historia medieval del país en su arquitectura defensiva y prestigiosa, característica de la nobleza germánica. Berlín no es la excepción, y, si se explora lo suficiente, es posible dar con “castillos humanos”.
Algo más de seis años han transcurrido desde que se publicó el artículo en Berlín Amateurs sobre los inicios de los Castellers de Berlín, una agrupación (Colla Castellera) cuyo objetivo es traer un pedazo de esta tradición catalana centenaria a la capital alemana. El artículo daba a conocer al novedoso grupo berlinés que realizaba castells (castillos en catalán), una actividad acrobática que consiste en formar torres humanas de varios niveles. Esta tradición, de alrededor de doscientos años, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2010 y tiene su origen en la región de Cataluña, aunque actualmente está presente en diversos rincones del mundo.
El grupo se concibió como una organización pluralista y multicultural, abierta a personas de cualquier lugar y procedencia. Su objetivo es promover la tradición de los castells en Berlín mediante actuaciones públicas en la ciudad. Según su página oficial, “construir castells solo se logra con trabajo en equipo, confianza y la voluntad de mejorar cada día”.
En conversación con la entusiasta presidenta del grupo, Mercè Ardiaca, esta profundiza en varios aspectos en torno a los Castellers: sus orígenes, evolución, los riesgos asociados y sus objetivos. “La agrupación empezó a gestarse a través de la convocatoria de parejas catalanas instaladas en Berlín”, cuenta Mercè, siempre con una sonrisa. “Familiares, compañeros de piso, de trabajo y espectadores de nuestras actuaciones han sido siempre bienvenidos. Mantenemos la invitación a cualquiera que quiera sumarse, con la mente abierta y una disposición integradora”, explica. El grupo lo compone un elenco de orígenes diversos: alemanes, catalanes, madrileños, argentinos e ingleses, entre otros. En sus prácticas es habitual oír varios idiomas, y la organización fluida se facilita con instructoras poliglotas certificadas.
En cuanto a recomendaciones para los principiantes en el rito catalán, Mercè asegura que “cualquiera es bienvenido, ya que realmente se necesitan personas de todos los géneros, tamaños, edades y facultades. Hacen falta personas pequeñas y ágiles para subir la torre, personas de baja estatura y constitución robusta para formar la base, y personas más altas para sostener la estructura exterior”. Las estructuras cuidadosamente ensayadas conservan un lugar adecuado para cada individuo. Los Castellers de Berlín consideran que cuanta más gente, mejor. En sintonía con la esencia inclusiva berlinesa, aquí todo el mundo encuentra su lugar.
Construir castells es una actividad apta para toda la familia y, a la vez, desafiante desde el punto de vista físico. Mantener el equilibrio al subir, bajar y sostener las estructuras requiere un esfuerzo significativo. Por ello, se enfatiza el aprendizaje correcto de la técnica, con especial atención en cómo subir adecuadamente y en la colocación estratégica de cada miembro a fin de fortalecer la base. Un castell tradicional implica la formación de un pilar de cuatro niveles o un castell de seis pisos, estructuras que demandan la participación de al menos cincuenta personas, por lo que la coordinación es vital para mantener la estabilidad.
Al observar estas proezas técnicas, dos preguntas suelen surgir: la concentración que requiere cada parte y cómo se minimizan los riesgos. Respecto a este último aspecto, Mercè aclara los cuidados que se toman para evitar accidentes: “Utilizamos protecciones personales como las faixas, que envuelven la zona lumbar para proteger la espalda y permiten que los demás escalen con mayor facilidad. Las cuatro posiciones superiores llevan casco; y las dos más altas, además, protección dental. La base de la seguridad es mantener la cabeza siempre hacia abajo, siempre cabezas abajo”, mantra de seguridad sagrado de los Castellers, subraya Mercè.
En una disciplina donde el contacto físico entre las partes es constante, el consentimiento y la comodidad son primordiales. “Quienes se unan deben saber que este es un espacio seguro, y en todo momento deben sentirse a gusto”, añade Mercè.
Al concluir la conversación, deja claro que “los objetivos que tiene la agrupación es el crecimiento para lograr construcciones de seis pisos”. El fin de semana del 5 y 6 de octubre participarán en el Kürbisfest 2024, una muestra de su preparación y determinación para lograr el gran objetivo del año siguiente: el 3 de mayo de 2025, Berlín acogerá el prestigioso “Encuentro de Collas Internacionales”.
Els Castellers de Berlín ensaya los viernes en Kreuzberg, donde cuentan con un espacio apto para realizar las practicas, con medidas de seguridad adecuadas y previsiones para días de mal tiempo. Los encuentros son algo maravilloso: los Castellers invitan a quienes sientan curiosidad, deseen desafiarse o simplemente busquen sentirse en un entorno familiar, a formar parte de las torres humanas de Berlín.
Els Castellers de Berlín
Lugar de entrenamiento: Viernes – Manteuffelstr. 79, 10999 | De 18 a 20:30 horas
Hay que entrar en el recinto escolar y girar a la izquierda al llegar al edificio con escaleras redondas. Tras caminar unos metros, aparecerá el pabellón de deportes a la izquierda, frente al campo de fútbol. Una vez en el interior, se les puede encontrar en la sala situada más a la derecha.
Próximos eventos:
Schöneberger Kürbisfest | 5 y 6 de octubre 2024
Akazienstr & Belzigerstr, 10823 Berlín-Tempelhof-Schöneberg
Entrada: Gratis
www.berlin.de/events/4531106-2229501-schoeneberger-kuerbisfest.html
Sábado 3 de mayo de 2025 | Internationales Treffen katalanischer Menschentürme
Jockel Biergarten (Berlín-Kreuzberg)
Entrada: gratis
www.castellers.berlin/en/international-diada-castellera-berlin-2025
Bautista Vera Feld para Berlín Amateurs © octubre 2024
SOBRE EL AUTOR:
Su trayectoria ha sido versátil y ecléctica, trabajando durante años en el sector financiero de Standard & Poor’s en Buenos Aires, así como también en un café y en una granja en el corazón de Noruega. Establecido en Berlín desde 2023, decidió finalmente emprender su pasión por el periodismo y la corresponsalía, impulsado por su insaciable curiosidad y dedicación.
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