Escrito por: Actualidad FOTOGALERÍAS

Ciudadanos de ninguna parte: el sitio de la Ohlauer Str.

ohlauer berlin

Ohlauer Str.: un par de adultos y un niño juegan al bádminton. Una barrera policial les sirve de red. Otros pocos, vecinos y activistas, organizan un pícnic en la calle. Incluso un policía hambriento se les une. Tras días de protesta y enfrentamientos, se trata de un gesto insólito como insólita es la situación que desde hace días se vive en el área de Kreuzberg alrededor de la antigua escuela Gerhart Hauptmann, en la que desde hace dos años vivían doscientos refugiados (la mayoría de ellos africanos) que tras una marcha desde Würzburg decidieron quedarse en Berlín y que exigen el derecho de residencia permanente.

Un dispositivo de 1.700 policías. Apenas cuarenta refugiados que aún no han abandonado la escuela, varios cientos de manifestantes e incontables promesas rotas. Un Kreuzberg teñido de un verde –el policial– distinto al acostumbrado. Y, hablando de verde, una incomprensible actuación de los responsables del distrito, cuyo partido se ha mostrado siempre a favor de los refugiados y que ahora se muestra incapaz de encontrar una solución diferente a la de la fuerza. Lo más grave: la utilización de la policía –que vuelve a ver su imagen deteriorada– sin haber llegado a un acuerdo claro con el Senado de Berlín.

Se ha llegado a una situación lamentable sin que nadie asuma responsabilidades: un barrio convertido en zona de máxima seguridad, al que solo tienen acceso vecinos (con su correspondiente Anmeldung y enormes incomodidades) y periodistas. Estos últimos tienen el acceso a la escuela vetado. Por «razones de seguridad», se entiende. ¿La seguridad de quién?, nos hemos de preguntar. Probablemente la de unos nefastos gestores cuya actuación nos deja la pésima imagen de los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Mientras tanto, unos cuantos se lanzan la responsabilidad: Verdes, Senado y el Jefe de Policía. Como si fuese una pelota de bádminton. Y en medio, los refugiados.

Puedes seguir la actualidad de los hechos en la Ohlauer Straße utilizando el hashtag #ohlauer en Twitter y Facebook.

Texto: Juanfran Álvarez; Fotos: Maie Escorial © Berlín Amateurs – julio 2014
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