Escrito por: Actualidad Artes Plásticas CULTURA

“UNA ROSA ES UNA ROSA”: arte contra la mutilación del placer

Cada once segundos, una niña o una mujer es víctima de la ablación total o parcial de sus órganos genitales externos. Muchas veces de forma rudimentaria, dolorosa, sin higiene ni anestesia. La brutal práctica, extendida por muchos países de África Central y Oriente Medio, se justifica a partir de dudosos argumentos religiosos, estéticos o como ritos ceremoniales de paso a la madurez y, sin embargo, su origen sigue siendo desconocido. La OMS estima que en la actualidad hay 150 millones de mujeres vivas víctimas de la MGF (mutilación genital femenina). Vivas, sí, porque un tercio de las que la sufren, lo cobran con su propia vida.

Además de constituir una grave violación de los derechos humanos y de ser un ejemplo extremo de discriminación contra la mujer, la misma OMS recuerda que la mutilación genital femenina conlleva consecuencias físicas y psicológicas altamente dolorosas y muchas veces, irreversibles; desde una vagina mutilada o sellada (infibulación), pasando por un alto riesgo de esterilidad, abortos, hasta conducir a una aversión al sexo basada en la vergüenza de ser “diferente”. Una ablación del placer y del gozo de la mujer en toda regla.

En los últimos años, con el incremento de la sensibilización sobre esta práctica atroz, han ido apareciendo cada vez más centros que ofrecen tratamiento médico, psicológico y cirugía reconstructiva para víctimas de MGF.

Es el caso del Desert Flower Center (Centro Flor del Desierto) del hospital Waldfriede de Berlín que, en colaboración con la fundación de la famosa activista somalí y embajadora de la ONU, Waris Dirie —Desert Flower Foundation—, ha conseguido desde 2013 restituir la dignidad y reforzar la autoestima de más de un centenar de víctimas de la MGF provenientes de 19 países diferentes.

Fue durante una conversación en la terraza de este mismo centro médico, cuando el artista israelí Dodi Reifenberg supo que allí se realizaban este tipo de operaciones y donde ofrecían tratamientos holísticos específicos para víctimas de la MGF, en palabras de Reifenberg: “El peor crimen contra la humanidad”.

Dodi quería cooperar con la causa fuera como fuera. Así que, hace un año, organizó un primer evento privado, en un ático de Prenzlauer Berg, donde congregó a artistas conocidos suyos y compradores de arte con el fin de recaudar fondos que destinaría al citado centro berlinés.

“A los artistas les dije: el 50 % que sueles dar a la galería, lo donas a esta causa. Ese es el deal”, explicó a Berlín Amateurs, y así fue cómo con una sola exposición consiguió recaudar los fondos suficientes para cubrir el tratamiento completo de tres mujeres.

El precio del tratamiento oscila alrededor de los 3000 euros por persona —cuantía que el seguro médico alemán no cubre en un país en el que viven 50 000 víctimas de la MGF—, tal como remarcó el doctor Roland Scherer, director del centro médico.

“Lo peor de todo es que la MGF se justifica como una costumbre, una tradición. La cultura tiene mucho que ver con las tradiciones, y nosotros, como artistas, estamos llamados a ser los guerreros en esa “guerra”, explicó Reifenberg a BA.

Una guerra que Reifenberg ha decidido batallar en el frente artístico aprovechando una aleación entre el mercado del arte y el altruismo. Abanderando la icónica frase de la intelectual y poetisa Gertrude Stein: “A Rose is A Rose” (“una rosa es una rosa”), Reifenberg comisiona de nuevo una exposición y mercadillo de arte contemporáneo, que este año, estarán abiertos a todos los públicos.

Tendrá lugar del viernes 16 al 18 domingo de septiembre en el  mismo Desert Flower Center de Berlín (en la última parada de la línea U3, Krumme Lanke) y acogerá las obras a la venta de hasta 107 artistas de todo el globo que han acudido a la llamada de Reifenberg: pintura, escultura, fotografía de estilos y temáticas muy heterogéneos. Un popurrí artístico solidario: “No es una exposición sobre la MGF” aclaró Reifenberg, soy consciente de que estoy mezclando obras y estilos, pero lo importante aquí es conseguir la venta de las piezas con un fin loable como este”.

Igual que en el primer evento, la mitad de los fondos recaudados serán destinados a sufragar el coste de los tratamientos a víctimas de MGF. Algunos artistas se han comprometido a donar el 100 % de la venta de sus piezas que en la exposición oscilan entre los 200 y los 13 000 euros.

Entre los participantes de “A Rose is a Rose”, se encuentra el colectivo español Rubò que junto al movimiento artístico Hedoné recrearán con una performance (cada día entre las 16 y 19 horas) el poema del poeta romano Lucrecio De Rerum Natura (De la Naturaleza de las cosas). “Será un cuadro viviente, un orgasmo visual, una bacanal romana moderna abierta a todo aquel que quiera participar”, explicó a BA una de las artistas del colectivo. “Nuestro lema es utilizar el placer, la filosofía y el arte contra los crímenes contra el placer”, aclaró y especificó que lo que su colectivo defiende es “una especie de hedonismo ético que evoca los placeres naturales, que según Epicúreo, quien inspiró al poeta Lucrecio, son los placeres que hacen al ser humano sentirse feliz”.

Minerva Burroni para Berlín Amateurs © septiembre 2016; Fotos © cortesía de la galería
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