Michael Volle (Jack Rance), Anja Kampe (Minnie) und Ensemble Credits: Martin Sigmund

Escrito por: Actualidad CULTURA Música

Una noche en la ópera #16: La fanciulla del West (Giacomo Puccini)

(Con la colaboración especial de Staatsoper Berlin Unter den Linden)

La fanciulla del West es una ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto en italiano de Guelfo Civinini y Carlo Zangarini que se representa desde 2021 en la Staatsoper Unter den Linden de Berlín. Si bien carece de números brillantes propios de Puccini, es apreciada por su orquestación de tintes cinematográficos y por su partitura mejor integrada desde el punto de vista melódico.

La fanciulla del West de Giacomo Puccini es el raro caso de una ópera ambientada en el Salvaje Oeste. Esta combinación inusual para un compositor experimentado fue la consecuencia natural de una evolución tras tres éxitos de público y crítica: La Bohème, Tosca y Madama Butterfly. La obra también reforzó la importancia de Puccini como uno de los compositores de ópera más exitosos de su tiempo; la pieza fue un encargo del Metropolitan Opera House de Nueva York, donde se estrenó a finales de 1910 con estrellas legendarias de la época: Emmy Destinn, Enrico Caruso y Pasquale Amato bajo la batuta de Arturo Toscanini.

Aunque La fanciulla del West es la partitura más audaz y orquestalmente más extensa de Puccini en la que el compositor parece anticiparse al género de la música de cine, la ópera nunca pudo igualar la popularidad de sus piezas más famosas –Turandot, Manon Lescaut y las tres citadas anteriormente–. Quizá por eso la fanciulla ha tardado más de un siglo en estrenarse en la Staatsoper Unter den Linden de Berlín, concretamente, en junio de 2021, aunque también ha sido incluida en la temporada que nos ocupa.

El Wild West operístico imaginado por Puccini

California, en el apogeo de la fiebre del oro: la meca de los sueños resulta ser un páramo inexorable, regido por la ley de la selva. El bar de Minnie (Polka Saloon) es el único sitio donde la gente convive en paz. Es venerado por los buscadores de oro y ferozmente presidido por el rudo sheriff Rance. Pero cuando Minnie se enamora de un desconocido que resulta ser un temible bandido (Johnson / Ramírez), la frágil comunidad se pone patas arriba.

Aunque las obras de Giacomo Puccini figuran entre las más representadas, La fanciulla del West está tan a la sombra de sus otras óperas que su producción en la Staatsoper Unter den Linden deja al espectador con ganas de mucho más. Esta ópera del Salvaje Oeste de Puccini, en la que los marginados de la sociedad persiguen la riqueza y un golpe de suerte, reúne menos momentos de poesía y melodía que la mayoría de sus piezas operísticas. En cambio, logra recrear el retrato de una comunidad llena de penurias y sueños rotos. En cualquier caso, el compositor siempre estuvo orgulloso de los refinados timbres de esta partitura.

La fanciulla del West: argumento

La “chica” que da nombre al título (fanciulla es chica en italiano) es Minnie, dueña del Polka, un bar del Lejano Oeste de California. Un grupo de mineros juega a las cartas. El sheriff Rance, enamorado de Minnie, entra en escena para apaciguar a los tramposos. Minnie irrumpe con su escopeta para finiquitar el alboroto. El primer acto sirve también de presentación del resto de personajes y la trama: la persecución del peligroso bandido Ramírez, que resulta ser Dick Johnson, al que Minnie ya conocía y del que se enamora.

El acto II transcurre en la peculiar cabaña de Minnie, a la que Johnson / Ramírez acude previa invitación. Allí se hacen confidencias y se declaran su amor en medio de una ventisca. Al marcharse, Johnson es herido de bala y vuelve a la casa para ocultarse. Rance se presenta allí y lo descubre. Minnie, desesperada, le hace una propuesta: si ella lo derrota al póker, él dejará que Johnson / Ramírez se vaya; si Rance gana, ella se casará con él. Haciendo trampa, Minnie gana. En el último acto Johnson / Ramírez es capturado por los mineros que quieren matarlo. Minnie llega antes de la ejecución y los convence para que dejen libre a su amado. La fanciulla y su amante se marchan juntos.

Elenco principal

Simone Young es una directora de orquesta experimentada y refinada, que, con su dirección de esta pieza para Staatsoper Unter den Linden, abraza la dimensión cinematográfica de la partitura y deja florecer los momentos más líricos. Sin embargo, en algunas ocasiones los cantantes se ven ahogados por el sonido orquestal.

Anja Kampe canta una Minnie fervorosa, pistolera decidida pero también tímida y apocada. En la piel de Minnie, Kampe conquista con su legato, gran soltura y potencia asombrosa, aunque en los medios tonos es tragada literalmente por la orquesta. El Dick Johnson / Ramírez de Brandon Jovanovich sobresale por su timbre seductor y unos agudos deslumbrantes, mientras que Tomasz Konieczny se luce en su papel de barítono Jack Rance.

Una producción de Lydia Steier

La producción de Lydia Steier desarrolla el argumento de forma casi clásica. Steier ha puesto en escena la obra de una manera que, en términos generales, es fiel al libreto, si bien se ha tomado algunas libertades, como transformar a Nick, el camarero, en una drag queen con barba y bigote, o mostrar a algunos personajes principales desvistiéndose y vistiéndose a la vista de todos, quizá por el afán de satisfacer ciertos cánones imperantes en el ámbito de la ópera actual.

La acción se traslada a la segunda mitad del siglo XX, en un Salvaje Oeste más bien cinematográfico. Al iniciarse la representación vemos una enorme figura de un búfalo, un cartel de inspiración Las Vegas en forma de pin-up gigante, horizontes profundos y cielos resplandecientes, así como el cadáver de un ahorcado observado por un niño curioso.

El escenario y el vestuario (básicamente jeans; Minnie aparece en escena con vaqueros y americana de cuero) de David Zinn modernizan a lo cutre la puesta en escena sirviéndose de neones publicitarios, una camioneta destartalada y una caravana-food truck que hace las veces de la taberna Polka, propiedad de Minnie. La escenografía no brilla precisamente por su magnificencia, si bien hemos de alabarle a Zinn sus esfuerzos por intentar sacar el mayor de los partidos a un escenario de por sí insólitamente estrecho, solo comparable a una cuadrícula de Instagram.

Elementos escenográficos déjà vus

Los elementos escenográficos dramáticamente –en su justita medida, eso sí– eficaces, más orientados al espectáculo que a la provocación (tal vez más propia de la Deutsche Oper Berlin), se completan con Mariachis con luces fucsia flúor intermitentes, Bierzeltgarnitur, colores y decorados kitsch en plan revista de Las Vegas, y con un par de dobles de acción para escenas de riesgo envueltos en llamaradas de verdad.

Llama la atención la forma en que el director de escenografía reduce el espacio en el segundo acto convirtiendo la cabaña de Minnie en una especie de casa excavada en una pared vertical en la parte delantera del escenario. El resto de la pared negra sirve de pantalla en la que se proyecta la ventisca que acontece durante ese acto.

En conjunto, la producción no carece de coherencia, pero es curioso cómo se repiten recursos ya utilizados en la ópera Intermezzo (Richard Strauss) que se representa también estos días en Deutsche Oper Berlin: un personaje femenino cantado por un hombre vestido de mujer, cantantes cambiándose de ropa en plena representación, coches en medio del escenario, el lugar en el que se desarrolla una escena “excavado” en mitad de una pared también convertida en pantalla… ¿O son solamente meras coincidencias derivadas del Zeitgeist?

TOP ÓPERA EN STAATSOPER BERLIN UNTER DEN LINDEN, TEMPORADA 2023-2024
La fanciulla del West (Giacomo Puccini): 29 de junio; 3 de julio
Turandot (Giacomo Puccini): 6, 9 y 14 de julio
Giselle (ballett): 2, 5 y 11 de julio

Paco Arteaga para BA © junio 2024; fotos cortesía Staatsoper Unter den Linden Berlin © Martin Sigmund
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