Aprovechando la proximidad del esperado recital del grupo poético LA GRIETA, hemos entrevistado a sus componentes. El evento, de entrada gratuita, se presentará en Café Madame el viernes, 13 de diciembre de 2019, a las 19 horas.
Gergana Karaboycheva, Irene Márquez López, Sara Martín Mateo, Andrea Méndez Vallejo, Luisa Mendoza Borda, Ana M. Ruiz Laguna, María Sánchez Alonso y Nuria Vila Clavell componen LA GRIETA. Ellas son un grupo poético que surge en Berlín en abril de 2018 a partir de las clases impartidas por María Sánchez Alonso. La compenetración y los lazos tejidos en el curso, fruto de encuentros donde la palabra sirve para desconocer y nombrar espacios recónditos, sentaron las bases para la conformación del grupo poético. Dando un paso más en su proceso creativo y acompañadas por la obra de Alejandra Pizarnik, LA GRIETA presenta ahora su trabajo más oscuro, profundo y sincero: sin retoques de posedición, seremos testigos de la obra recién concebida.
Berlín Amateurs: Antes de entrar en materia. ¿Por qué LA GRIETA? ¿Cómo elegís este nombre para el grupo?
Gergana: Con el nombre de LA GRIETA nos referimos al lugar desde el que escribimos, el lugar al que nos acercamos para entrar en el proceso creativo, para entrar en materia. Por eso es gracioso cómo se ha formulado la pregunta, porque Entrada en materia, de José Ángel Valente, ha sido uno de los poemarios con el que más hemos trabajado en principio. La poesía que nos gusta escribir es física, viene desde la materia, desde la herida, desde la grieta.
BA: Empezáis en Berlín, os conocéis aquí en la clase de escritura de María. También es aquí donde hacéis vuestra primera presentación al público con un primer recital. ¿Cómo ha influido esta ciudad, si lo ha hecho, en vuestras composiciones?
María: El curso nace de una necesidad de compartir y escribir poesía. Lo hacía de manera individual, pero me hacía sentir muy sola. En este sentido, Berlín ha sido la ciudad donde se encendió la llama para crear el curso de escritura, del que luego ha nacido LA GRIETA y otras muchas cosas. Como inmigrante, y al echar de menos lo que siento como hogar, empecé a tener una necesidad muy fuerte de conectar con la lengua y de compartirlo. En ese sentido, estar en Berlín ha influido mucho.
Andrea: Al final, todas somos mujeres que venimos de fuera y hemos encontrado “un refugio” donde compartimos los mismos gustos y una forma de expresarnos muy profunda. Esta evolución también nos ha llevado a tener una amistad.
Sara: Para mí también es interesante descubrir que, frente a las amistades que nos han sido dadas de la infancia, aquí en Berlín hemos podido crear un grupo a partir de una afición que todas compartimos.
María: De forma más específica en lo que respecta a la escritura, Berlín influye también en los textos y escritos. Así, por ejemplo, si nos metemos en una escritura de recuerdos de infancia o de circunstancias que hemos vivido en el pasado, la distancia geográfica y emocional también afecta mucho a cómo salen. Sí es verdad que, si los textos arden por estar en otro país, hacen que los recuerdos ardan también de manera diferente. No sé si lo hacen más intensamente, pero desde luego algo diferente sí que tienen.
BA: ¿En qué momento pasáis de curso de escritura a grupo poético?
Andrea: En la primera clase.
Gergana: Pues creo que sí, en la primera clase. El curso que había formulado María trataba la escritura creativa. Un grupo de personas que no nos conocíamos de nada nos encontramos en un café de Kreuzberg y, tras la primera ronda de introducción, quedó claro que íbamos a escribir un estilo más poético, más libre, lo cual definió el espacio experimental.
Sara: Creo que aparte del amor que María nos ha despertado por la poesía, fue para mí muy interesante cuando, por ejemplo, Gergana celebró su cumpleaños leyendo textos, donde cada una elegimos unos cuantos para compartirlos. Ahí se vio que la razón por la que existe el grupo es la poesía y no al revés. Y ese, creo que es un punto de inflexión muy importante.
María: Yo quería añadir otra idea respecto a esta idea de grupo. Tengo otros cursos de escritura que en principio están planeados como cursos, aunque en mí siempre hay un impulso muy natural de querer que se forme un grupo y que germinen cosas de él, que se convierta en un jardín que todos cuidamos y del que todos somos parte. O sea, creo en el crecimiento individual, pero creo, por mi experiencia, que el crecimiento individual acompañado de otros crecimientos individuales es mucho más potente. Por eso, siempre que hay un curso existe el deseo oculto de que termine en grupo, pero prefiero que salga de forma natural. A veces pasa, otras no, y este es el primero en el que ocurrió.
BA: Tomando como referencia vuestra concepción de crecimiento acompañado en el grupo, ¿cómo hacéis para que la voz de cada una de vosotras se convierta en las voces corales de LA GRIETA? ¿Cómo os enfrentáis a los textos?
Sara: A pesar de que somos un grupo y que la mayoría de los textos surgen del mismo input, todas reconocemos en los textos de las demás características que son propias de cada persona. Distinguimos las particularidades de cada una y las personificaciones dentro del poema, que son lo que terminan definiendo al grupo.
Nuria: El tema de la esencia grupal viene dada también por el hecho de que los inicios de los textos, a veces, proceden de un autor que hemos estado trabajando o de una propuesta de María. Estos son los nexos comunes que tenemos, pero a partir de esa raíz grupal cada una va desarrollando su esencia individual. Eso es lo bonito del grupo: el estilo de cada una combinado con elementos en común. Además, compartimos, regalamos y nos regalan.
Gergana: También está el ambiente común que respiramos. Cuando estamos aquí nos encontramos en una introspección grupal con una química muy especial.
Irene: Al final, cada una te aporta una cosa y descubres que lo que te gusta de otra persona es también la voz que tienes en tu interior.
BA: Habéis nombrado el uso de autores para iniciar vuestros textos. En este segundo recital destacáis la influencia de la obra de Alejandra Pizarnik. ¿Cómo ha influido en vuestro proceso creativo?
María: El trabajo con Alejandra es uno de los trabajos con autores que hacemos en clase. Estos ejercicios están pensados para que al escuchar a estos autores sientas su eco. Hay una voz, la de Alejandra en este caso, a la que escuchamos; y un eco, que sería lo que escribimos. En definitiva, los autores sirven para reforzar las voces propias y descubrir las escondidas, para inspirarnos y dejar que nos inspiren. Como guía y profesora siempre hago eso, porque así es como aprendí, siguiendo, como dice Valente, “el vuelo de los grandes”. Después de Gamoneda y Valente, buscaba fervientemente a una mujer. Apareció Pizarnik y, tras leer el libro, descubrí que el grupo estaba en el punto de creación poética para recibir algo como esto. Sentí que nos iba a llevar a otro lugar en el que aún no habíamos estado.
BA: Ya en mayo de 2019 hicisteis vuestro primer recital, ¿cómo ha evolucionado vuestro trabajo y qué aportáis en este segundo recital? ¿En qué se diferencian?
Andrea: el primer recital fue una presentación de cómo somos y cómo hemos surgido. A partir de ahí esto es una continua evolución, una reinvención de nosotras mismas individualmente y también como grupo. En el segundo recital hay otros temas diferentes y otros autores, en este caso una autora.
Luisa: Los autores con los que hemos trabajado también son diferentes. En el primer recital trabajamos con Jose Ángel Valente y Antonio Gamoneda y en este segundo es casi todo Alejandra Pizarnik. Nuestros textos tienen también otra esencia, marcados por las lecturas de su obra.
Irene: Para mí ha habido tres grandes puntos de inflexión en el grupo: uno fue antes del primer recital, con el ejercicio de los ancestros, que permitió crear un ambiente muy mágico y cálido para el recital. El segundo punto de inflexión fue el propio recital y luego, está la influencia de Alejandra Pizarnik en este nuevo periodo, pues nos ha permitido entrar en las profundidades, en lo oscuro, en lo salvaje incluso.
Gergana: Muchas veces cuando uno intenta transmitir una sensación va orbitando alrededor de aquello que quiere transmitir. Creo que nuestra evolución nos acerca cada vez más a ese núcleo.
BA: ¿Cómo os preparáis de cara al recital? ¿Hay improvisación, ensayos?
Nuria: En el primer recital, por ejemplo, como habíamos escrito el tema de los ancestros junto a otros textos que resonaron mucho, ya sabíamos que había una serie de escritos que podíamos presentar. Obviamente cada una decidía finalmente si quería presentar su texto. Ahora, para el segundo recital hemos seguido el mismo procedimiento: hemos cogido los textos con las temáticas que más nos han resonado. Además, hace dos semanas estuvimos de retiro creativo en Harz donde escribimos y leímos textos que también vamos a compartir. A la hora de prepararnos, como cada una tiene su vida, intentamos juntar calendarios. A veces pueden unas, otras veces otras. Aquí en el Café (Madame) pedimos que nos abran un domingo entero. Tirando del carro.
BA: Uno de los detalles que más me ha llamado la atención es que recalcáis en la descripción del recital que presentaréis textos sin editar ni corregir. ¿Cómo controlar al editor interno?
Irene: Al final es una práctica que te va ayudando a evitar pensar lo que vas a decir, sino dejar que las palabras te arrastren y te hagan escribir sin pensar. Lo bonito es que, al no estar editado, lo auténtico se palpa. A veces preocupa decir algo sin sentido, pero muchas veces cobra sentido cuando lo lees por primera vez.
Luisa: No editar los textos que escribimos es muy enriquecedor porque te permite descubrir lo que el texto te estaba contando. Esto se logra precisamente al no interferir y al evitar la autocensura y es una parte de la técnica que hemos aprendido.
Gergana: Me gustaría matizar algo. Hay una diferencia entre lo que hacemos y la escritura mecánica, aunque empezábamos con algo que se acerca más a la escritura mecánica, pues nos ayudaba a romper con la autocensura. Una vez rotas esas barreras, el siguiente paso era sentir lo que realmente quiere ser dicho. Frente a la escritura mecánica, esta tiene un nivel más profundo de escucha y de sentimiento.
María: Yo lo que pretendía también con este método es que la edición del texto ocurra de manera orgánica cuando se esta escribiendo, porque lo que nace en el momento tiene una pureza y un latido diferente a lo que está editado. No obstante, no tengo nada en contra de editar textos y poemas, aunque pienso que es un trabajo arduo que requiere de mucha preparación a nivel artístico.
BA: ¿Tenéis algún otro proyecto a la vista?, ¿cómo se presenta 2020?
María y Sara: Tenemos otro retiro poético, esta vez a Jordania. Por supuesto es también un viaje de amigas, pero a la vez queremos que haya creación poética aprovechando que estamos en otro lugar. Además, estamos encaminándonos poco a poco hacia la publicación y hemos creado también una web que está casi a punto.
Por último, nos gustaría comentar que desde España nos propusieron organizar un festival de poesía visual en Berlín y desde otro restaurante español tenemos también una propuesta para hacer una presentación en su local. Y, bueno, seguir escribiendo mucho.
Segundo Recital de Poesía – L A G R I E T A | 13 de diciembre 2019, 19 horas
Café Madame (Mehringplatz 10, 10969 Berlín-Kreuzberg)
Entrada gratuita hasta completar aforo
Más info AQUÍ
SOBRE EL AUTOR:
¡Síguenos y comparte!
[DISPLAY_ULTIMATE_SOCIAL_ICONS]