Magnus Hirschfeld fue un médico, activista e influyente personalidad pionera en explicar y defender la naturalidad de las formas de sexualidad no heterosexuales. Impulsó hace más de cien años desde Berlín un movimiento de liberación sexual que, pese al brutal aplastamiento por los nazis, ha influido al colectivo LGBT+ en Alemania hasta hoy. El día internacional del Orgullo es una buena excusa para hablar de él.
Cuando el 28 de junio de 1969 arrancaron los altercados de Stonewall en Nueva York y un grupo de homosexuales y transexuales se rebeló para defender sus derechos, el alemán Magnus Hirschfeld ya llevaba más de treinta años muerto. Desde una posición social totalmente distinta a los activistas neoyorkinos –la de un reputado y acaudalado médico prusiano– Hirschfeld ya defendía a finales del siglo XIX cosas bastante parecidas. En 1897 fue pionero en la creación de la primera organización del mundo que pedía descriminalizar la homosexualidad, el Comité Científico-Humanitario (WhK, por sus siglas en alemán).
Hirschfeld consiguió que personas influyentes como Albert Einstein, Thomas Mann o Stefan Zweig firmasen su manifiesto, sin embargo, su activismo en pro de la derogación del artículo 175 del código penal alemán, aquel que hasta 1994 prohibió los “actos homosexuales”, no alcanzó el éxito que perseguía. Donde sí consiguió abrirse camino fue en la divulgación científica de sus estudios acerca de la orientación sexual y en la organización de una serie de congresos en Europa por la reforma sexual.
El médico alemán desarrolló su teoría de la intersexualidad, según la cual cada ser humano es una combinación irrepetible y única de rasgos femeninos y masculinos en proporciones distintas, que apoyaba la concepción de que las distintas orientaciones sexuales son parte de una gama de tonos grises y no necesariamente excluyentes. Hoy se critican parte de sus postulados médicos, siempre sustentados en el predominio de la biología: si la homosexualidad es hormonal, como él defendía, entonces también podría existir una “cura”. Ya en su época Hirschfeld derivó a personas que querían “curarse” a otros médicos, algunos de los cuales usaban “remedios” como la castración. Los genios también se equivocan, errar siempre será humano.
A la larga lista de “primeras veces” que se atribuyen a Hirschfeld está la primera cirugía de reasignación de género: en 1930 él y el médico Ludwig Levy-Lenz operaron a la mujer trans Lili Elbe, que había nacido como intersexual –o sea, con genitales masculinos y femeninos– y que moriría un año después de la operación posiblemente por complicaciones posoperatorias. En el documental de Netflix Eldorado: todo lo que odian los nazis se cuenta la historia de varias personas trans que trabajaban con Hirschfeld. La obra de 90 minutos ilustra con precisión e inteligencia el ambiente de liberación sexual del Berlín de los años veinte del siglo pasado.
Hirschfeld era hijo de un médico judío en la ciudad costera prusiana de Kolberg, en la actual Polonia. Tras estudiar lingüística y medicina, se doctoró en esta última disciplina en Berlín en 1892. Después ejerció en París de periodista, antes de volver a Alemania para trabajar como médico. Pese a declararse fiel al credo “Durch Wissenschaft zur Gerechtigkeit“ (“Justicia por medio de la ciencia”), siempre mostró un claro interés por las humanidades y debió reconocer la importancia de las artes para influir en la sociedad, ya que en 1919 escribió el guion para la primera película de la historia que trataba sobre la homosexualidad, Anders als die Anderen. En la película Hirschfeld representa a un médico que explica que la homosexualidad no es una enfermedad. O sea, a sí mismo.
La gran obra y orgullo de Magnus Hirschfeld fue el Institut für Sexualwissenschaft (Instituto de ciencias sexuales), que fundó el 6 de julio de 1919 en Tiergarten, justo donde ahora se encuentra la Haus der Kulturen der Welt (HKW). Durante catorce años el instituto aconsejó, trató y explicó a personas de todos las clases sociales. Científicos de todo el mundo acudían aquí a aprender de Hirschfeld. Una página web en español explica con detalle la relevancia del Institut en su tiempo.
Lo que pasó al decimocuarto año ya lo habrá imaginado quien lee estas líneas: en 1933 los nacionalsocialistas lo destruyen todo. Hirschfeld, que era homosexual, judío y socialista, ya llevaba dos años viviendo en el extranjero cuando Hitler tomó el poder. El 6 de mayo del 33 estudiantes nazis arrasan con el instituto y queman sus libros en la plaza junto a la Ópera.
El reputado medico jamás volvió a pisar Alemania. Hirschfeld intentó volver a levantar su Institut en París, aunque sin éxito. Dedicó este tiempo a analizar y refutar las teorías raciales de los nazis en una obra en la que se encuentra el primer uso conocido en una obra científica del término “racismo”. En 1935, el día de su sexagésimo séptimo cumpleaños, murió en Niza. En los últimos años de su vida vivió en una relación a tres con el curador museístico Karl Giese y el estudiante de medicina Li Shiu Tong.
Hoy día la memoria de Magnus Hirschfeld se mantiene viva en Berlín gracias a una asociación homónima que realiza labores divulgativas y críticas sobre sus trabajos. A Hirschfeld se le dedicaron la película Der Einstein des Sex de Rosa von Praunheim, una orilla del río Spree junto a la cancillería y una placa en su vivienda berlinesa en Charlottenburg. El gobierno federal creó en 2011 una fundación con su nombre. Todo es poco para que no se olvide su figura.
Información adicional sobre Magnus Hirschfeld
📌 Material sobre el Instituto de Sexología en español
📌 Lista de sus publicaciones en alemán en la biblioteca de la Universidad Humboldt
Texto: Juanfran Álvarez para Berlín Amateurs © junio 2024
Fotografías: Domino público / CC BY 4.0 (portada) y dominio público /
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