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Inaugurada la nueva exposición de arte Sammlung Boros

He Xiangu Sammlung Boros

A principios de mayo se estrenó la tercera colección de Sammlung Boros presentada por Christian y Karen Boros. Cerrado durante meses, el búnker acoge la actual selección de artistas y piezas elegidos por la pareja

El periodo de visitas es incierto aunque, si sigue la línea de las anteriores exhibiciones, no debería ser inferior a cuatro años. Al no tratarse de un museo, carece de fecha límite establecida, todo depende del volumen de demanda. “Para nosotros es muy importante poder permitirnos este tipo de plazos. Los museos y otros lugares nunca serán capaces de operar de manera tan pausada, pero nosotros sí, lo cual resulta muy inusual”, asegura Christian en una entrevista.

El búnker

Entre las gruesas paredes del edificio se respira y constata la historia que lo caracteriza. El búnker fue construido en 1942 en plena Segunda Guerra Mundial para albergar en principio a 1200 personas que terminaron siendo 3000. Las cicatrices de bombas y disparos son palpables en la parte exterior. Al finalizar el conflicto bélico, el Ejército Rojo lo utilizó como cárcel y posteriormente como almacén textil.

Durante la década de los cincuenta albergaba frutas gracias a su capacidad de conservación para alimentos, de este modo recibió el nombre de Banana bunkerEn los años noventa, el bloque de cemento pegó un giro totalmente diferente: fue convertido en un famoso club fetiche de techno. Aún quedan pruebas de ello en el interior, ya que se ha conservado el negro de los que eran los cuartos oscuros en algunas de las salas. Pero no fue hasta 2003 que la familia Boros compró el inmueble, lo renovó mediante una impresionante, costosa y premiada obra arquitectónica y lo convirtió en el hoy conocido como Sammlung Boros.

Sammlung Boros

La tercera exposición recoge artistas de diferentes nacionalidades, sobre todo procedentes de países nórdicos. Mediante una visita guiada de hora y media, el especialista explica cada creación orientando a los usuarios y procurando que no se pierdan por los pasillos que unen cada habitación.

Si bien en la segunda edición predominaba la escultura, este año los coleccionistas han querido dar más protagonismo a la pintura. Aunque las tipologías de arte siguen siendo muy variadas. Algunas obras pertenecen a la colección de Boros, como por ejemplo los cuadros pop de Michel Majeurs, un antiguo amigo de la familia.

Otras son elaboradas específicamente para el búnker, además los creadores eligen sus espacios. Entre ellos destacan Yngve Holen, que rescata materiales reconocibles de la industria reinterpretándolos, Katja Novitskova con sus collages en 3D o las fotografías despegadas de las paredes de Avery Singer. Otra de las particularidades de esta edición es que hay dos artífices que han recurrido a la interactividad permitiendo la participación del visitante.

El resto de los componentes presentes en el búnker son: Martin Boyce, Andreas Eriksson, Guan Xiao, He Xiangyu, Uwe Henneken, Sergej Jensen, Daniel Josefsohn, Friedrich Kunath, Fabian Marti, Kris Martin, Justin Matherly, Paulo Nazareth, Peter Piller, Pamela Rosenkranz y Johannes Wohnseifer.

Para los que no residan en Berlín y estén interesados en la colección, es aconsejable reservar la visita con antelación; la lista de espera es bastante larga.

Sammlung Boros, una simbiosis entre arte e historia que la convierten en una experiencia inigualable.

Sammlung Boros

Bunker, Reinhardtstr. 20 (10117 Berlín-Mitte)

Precio: 12 euros

Horarios: de jueves a domingo

Laura Montes para Berlín Amateurs © mayo 2017
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