La agencia especializada en la mediación de empleo y prácticas profesionales YoBerlín se centra en la colocación de españoles en Alemania, especialmente en la capital alemana.
Su labor consiste en facilitar oportunidades laborales en Alemania, y en apoyar en todas las gestiones básicas (búsqueda de alojamiento, selección de los documentos necesarios, convalidación de títulos académicos, entrevistas o descuentos en academias de idiomas), estando muy presente durante todo el proceso. YoBerlín ofrece diferentes paquetes, tanto si se busca trabajo como prácticas, además de prestar otros servicios como la preparación de entrevistas o la traducción de CV y carta de presentación.
El coste de estas gestiones asciende al 35 por ciento del primer sueldo de cada aspirante. Si se trata de unas prácticas, el importe fijo es de 130 euros y se abona una vez haya sido firmado el contrato. En el caso de que las entrevistas no surjan o que estas no hayan sido satisfactorias para ambas partes, el importe queda fijado en 40 euros en concepto de gestiones iniciales y puesta en marcha del servicio. Todo aquel interesado, solo debe rellenar un formulario en su Web.
BA: ¿Por qué te decidiste a montar este tipo de empresa de servicios? ¿Crees que es un nicho empresarial en auge ahora que en España muchos jóvenes están emigrando por la crisis?
Paula Palacios, directora y fundadora de YO BERLÍN: Hace dos años, cuando aún trabajaba en la agencia DABAI, especializada en la gestión de programas de movilidad como Leonardo da Vinci, veía que de manera privada nos llegaban muchas solicitudes de apoyo en la búsqueda de trabajo y prácticas que no podíamos atender por estar concentrados en la gestión de programas europeos. Por otra parte, en aquel momento el tema de la falta de mano de obra en algunos sectores en Alemania y del punto de mira puesto en España para solucionar este problema estaba tomando cada vez más presencia en los medios de comunicación, así que me pareció que se daban las condiciones para apostar por este proyecto.
Sí, creo que es un nicho empresarial con mucho potencial, pero que hay una serie de trabas, como es el idioma y la apertura de las empresas alemanas, que dificultan mucho el proceso. Con una mayor implicación y flexibilidad de las empresas que tienen estas necesidades de personal, y con una oferta de formación lingüística, coordinada quizás por la Agencia Alemana de Trabajo, podrían obtenerse resultados mucho mejores.
BA: ¿Cuál es el perfil de la persona que solicita los servicios de tu empresa? ¿Podrías hablarnos de las razones que motivan la mudanza de tus clientes a Alemania, vienen todos debido a la crisis…?
PP: En cuanto al perfil general de nuestros clientes, la mayoría de ellos son personas de entre 25 y 35 años, con buena formación académica pero con bajo nivel de alemán lo que les dificulta entrar en contacto con la empresa. Con respecto al perfil profesional, nos llega un poco de todo, pero una gran parte de nuestros clientes son ingenieros con poca experiencia de trabajo. La ola de migración se encuadra en el contexto general de la crisis, y evidentemente la famosa llamada de Merkel a los ingenieros españoles la acentuó. No obstante, la idea de conocer otra cultura, tener una experiencia en el extranjero y aprender idiomas es también un importante motor. Unos de los destinos favoritos de los jóvenes españoles es Berlín, ciudad que sigue teniendo la tasa de desempleo más alta del país.
BA: ¿Qué expectativas tiene la gente cuando recurre a tu empresa? ¿Quedan estas colmadas al final del proceso de mediación?
PP: Depende de su situación y de su personalidad. Algunos buscan directamente un contacto con una empresa, pero los más jóvenes y con menos experiencia buscan sobre todo orientación sobre qué pueden hacer y de qué manera. Muchos de ellos necesitan apoyo durante todo el proceso: la realización de la solicitud, la preparación de la entrevista, el papeleo… y agradecen mucho el poder preguntarte de forma espontánea y sentirse apoyados. A juzgar por el feedback de nuestros clientes, parece que sí, que las expectativas quedan cubiertas.
BA: ¿De qué se quejan habitualmente una vez han conseguido el trabajo? ¿Realizas seguimiento?
PP: Se quejan sobre todo de problemas de comunicación, tanto debido a diferencias culturales, como por ejemplo “no me saludan” o “casi no hablan durante el trabajo”, como de la manera en la que las limitaciones lingüísticas condicionan su trabajo, ya que necesitan más tiempo para realizar las tareas y no pueden rendir lo mismo que trabajando en su idioma. Siempre realizo seguimiento porque me interesa, y porque además sobre todo durante las primeras semanas es fundamental para ajustar las expectativas de empresa y de los candidatos.
BA: ¿Con qué tipo de empresas trabajas habitualmente y en qué campos profesionales te sueles mover? ¿Cuáles son los más demandados? ¿Dónde es más fácil en estos momentos colocar a un trabajador español en Berlín?
PP: Nos movemos sobre todo con pequeñas y medianas empresas que tienen más difícil acceso a candidatos por no publicitarse en las grandes páginas de búsqueda, y que por lo general son más flexibles con el idioma. Si además las empresas tienen algún vínculo con España, bien porque trabajen con este mercado, bien porque sepan español o les interese el país, suele resultar mucho más fácil. Trabajamos con empresas de ingeniería como por ejemplo Abado GmbH o Witt IndustrieElektronik GmbH, con escuelas de idiomas como Anda Sprachschule o Sprachenatelier, o en el sector de la hostelería con NH Hoteles, Hotel Eurostar u Hotel ParkPlaza.
Yo diría que el sector más demandado en este momento es el de la enfermería, y que es el más sencillo para colocar a un trabajador español. No obstante, la necesidad de tener el título de enfermería reconocido y el certificado B2 de alemán ralentiza el proceso.
BA: Cuando consigues colocar a un practicante/profesional español en una empresa, ¿a cuánto ascienden los honorarios que percibes de la empresa?
PP: Por el momento, solo solicitamos una tarifa del 10 por ciento del sueldo bruto anual a las empresas de enfermería, que es un sector en el que hay mayor demanda. En el resto de los sectores tenemos que facturar una tarifa, aunque bastante baja, a los candidatos, y les ofrecemos una atención muy personalizada. Debido a la falta de conocimientos de alemán y de suficiente experiencia profesional, el perfil de nuestros clientes no es sencillo de colocar en empresas alemanas. No obstante, nuestro objetivo es llegar a facturar solo a la empresa, para lo que estamos trabajando en llegar cada vez a más empresas que estén dispuestas a trabajar con profesionales extranjeros y en desarrollar vías para el refuerzo lingüístico de forma que se pueda disminuir esta barrera.
BA: Se dice que los empresarios alemanes son muy reacios a contratar profesionales/trabajadores extranjeros. Desde tu experiencia, ¿qué hay de cierto en ello? ¿Qué te solicitan las empresas con las que generalmente trabajas?
PP: Sí que lo son. Por una parte tienen miedo de que la comunicación no funcione y de las diferencias culturales, y por otra de la disparidad de contenidos aprendidos en los estudios, sobre todo en las ramas más técnicas. Un reflejo de esta cierta resistencia que ponen las empresas alemanas es el funcionamiento hasta el momento del programa para formación profesional y profesionales Mobipro. A pesar de los acuerdos y de las ayudas económicas, según informaciones obtenidas a través de cámaras de comercio y escuelas de idiomas que han estado involucradas en el proceso, el programa aún no está funcionando como debería, entre otras cosas porque la mayoría de las empresas alemanas aún no está preparada para trabajar con extranjeros. Sin embargo, el programa tiene menos de un año de vida, así que seguro que poco a poco se encontrarán las vías para generar confianza en la empresas.
Lo que más me solicitan en general son informáticos, enfermeros y personal de hostelería.
BA: ¿Alguna experiencia nefasta que nos puedas contar?
PP: En una ocasión el candidato llegó 40 minutos tarde a la entrevista y fue una situación muy embarazosa. Evidentemente el candidato perdió el trabajo, pero además nosotros perdimos también el contacto con la empresa.
Otra experiencia muy desagradable estuvo relacionada con el servicio de alojamiento. La casera de pronto acusó a mi cliente, al parecer por indicación de una vecina, de que vivía con más personas en el piso, cosa que se demostró no ser cierta. Hasta que se solucionó, la señora perdió un poco el control y amenazó con echar a mi cliente a la calle si no pagaba los costes extras…
BA: Recientemente hemos leído en la prensa española cómo un centenar de jóvenes se había quedado prácticamente “tirado” en Erfurt tras haber pactado un contrato de trabajo con una empresa de mediación alemana. Desde tu punto de vista, ¿qué crees que falla en las empresas de colocación alemanas especializadas en reclutar profesionales españoles/extranjeros?
PP: La verdad es que no sé exactamente qué tipo de problemas se dan, pero creo que por una parte el entendimiento de la cultura y el idioma ayuda mucho a manejar las expectativas de los candidatos, y por otra, pienso que más de un intermediario puede dar lugar a malentendidos. Esta fue mi experiencia en el trabajo con diferentes “partners” en la gestión de los programas europeos. Yo trato de mantener una comunicación directa y muy fluida con mis clientes, además de pintar la situación generalmente peor de lo que es para que luego haya más sorpresas que decepciones.
YoBerlín
www.yoberlin.net
Artículo de Paco Arteaga publicado en CAI en noviembre de 2013 ©
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