(con la colaboración especial de Deutsche Oper Berlin y el Staatsballet Berlin)
Banda sonora de un sinfín de películas, anuncios publicitarios, programas de televisión, versionada también en literatura y cine, la música del ballet El lago de los cisnes, supuestamente basado en el cuento popular alemán Der Geraubte Schleier de Johann Karl August Musäus y también en cuentos populares rusos (sus orígenes son difusos), fue compuesta por Piotr Ilich Chaikovski a cambio de 800 rublos. Se trataba de su primer ballet, con libreto de Vladimir Begichev y Vassili Gueltzer, y cuenta la historia de Odette, una princesa atrapada durante el día en el cuerpo de un cisne, fruto de la maldición del malvado brujo Rotbart.
Si bien en nuestros días su música está considerada como paradigma del ballet, al principio fue subestimada y criticada como demasiado ruidosa, demasiado wagneriana, demasiado sinfónica. La puesta en escena de El lago de los cisnes ha padecido una larga y compleja historia. La versión de 1895 ha servido como base para multitud de montajes. Otras, sin embargo, se han distanciado más del original.
Del fracaso de su estreno en el Teatro Bolshói al éxito global actual
Encargado por el Teatro Bolshói de Moscú en 1875 donde se estrenó en 1877, El lago de los cisnes supuso toda una exportación artística de la Rusia imperial. Aunque en su estreno cosechó un estrepitoso fracaso, en parte provocado por la falta de coordinación inicial entre música y coreografía (falta de entendimiento entre Chaikovski y Julius Reisinger), y en parte por su producción pobre y música demasiado compleja, esta pieza goza de un gran reconocimiento actual.
La que se representa en Deutsche Oper Berlin es la versión coreográfica de Marius Petipa y Lev Ivanov, con música de Chaikovski revisada por Modest Chaikovski, hermano del compositor, que es a la que recurren muchas compañías de ballet hoy en día, la cual sí consiguió el éxito en su primera representación de 1895 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo. Las revisiones y puestas en escena han variado sin cesar desde entonces.
Coreografía de Patrice Bart y música de Chaikovski
Los cisnes blancos, la frágil reina-cisne Odette, que hechiza al triste príncipe con su encanto etéreo, o las festivas escenas del baile en el que toda la corte se enamora de la seductora Odile-cisne negro pertenecen al mito de El lago de los cisnes. La historia de este ballet está estrechamente ligada a la partitura irrepetible creada en tan solo un año por Chaikovski, clave para determinar la atmósfera única de El lago de los cisnes en Deutsche Oper Berlin de la mano del Staatsballet Berlin. Con los recursos del ballet clásico, El lago de los cisnes cuenta la historia del príncipe Sigfrido y de la princesa encantada Odette, convertida en cisne a través de un conjuro.
Asistir a esta representación es lo más parecido a irrumpir en una caja de música a escala real con bailarines de carne y hueso. Si bien los pasajes nocturnos adolecen de una iluminación verdosa y escasa que es rematada con un panel translúcido en el que se entrevé una neblina estampada, la atmósfera desde luego está bastante lograda. Aunque sea en detrimento de la visibilidad del espectador.
En esta producción de Patrice Bart, con escenografía y vestuario de Luisa Spinatelli, las míticas escenas del cisne permanecen inalterables. Sin embargo, las funciones dramatúrgicas de algunos de los personajes han sido cuidadosamente modificadas hasta dotar de matices psicológicos más acentuados a sus personajes. Sobre todo a Benno (amigo de Sigfrido, ahora celoso) y al mago/primer ministro von Rotbart (ahora con poder influyente). Esta producción ha sido parte del repertorio de Deutsche Oper Berlin desde finales de los noventa.
El ballet completo
Chaikovski: compositor de tres obras clave para la historia del ballet
El compositor ruso Chaikovski, además de crear innumerables piezas para orquesta, música de cámara y nueve óperas, también compuso la música para los ballets El lago de los cisnes (1877), La bella durmiente (1890) y El cascanueces (1892). Una trilogía que asentó nuevos estándares en materia de calidad y música para el ballet clásico, cuya singularidad no ha sido en nuestros días superada. El primer ballet creado por Chaikovski es a su vez en la actualidad la pieza más conocida de la historia del género.
El lago de los cisnes ha sido representado durante sus 150 años de historia (se estrenó el 4 de marzo de 1877). Sinónimo de gracilidad, elegancia y plasticidad, en este ballet confluyen temas como el amor, el odio, la alegría, el miedo, la moralidad, la legalidad y los sentimientos. Todavía hoy se discuten los orígenes literarios de esta obra. En las fuentes salta a la vista la influencia del ballet romántico a través de la presencia de un héroe que se enamora de un ser sobrenatural. Otros autores encuentran la resonancia de varios mitos asociados a la figura del cisne, tanto de oriente como de occidente. Como fuente principal del librero se encuentra la historia de Musäus. Chaikovski admiraba a Wagner y algunos también justifican paralelismos entre los personajes de El lago de los cisnes y los de la ópera El anillo del nibelungo.
Introducción, nudo y desenlace fatal
La escenificación de El lago de los cisnes para Duetsche Oper Berlin con el cuerpo del Staatsballet Berlin fue creada por Patrice Bart en 1997 en dos actos y seis escenas. La brillante partitura de Chaikovski permanece, así como la interpretación psicológica de los protagonistas, introducida por Petipa e Ivanov. Ambientada en la Rusia zarista de la dinastía Romanov, la reina y madre de Sigfrido, una joven y atractiva viuda, se preocupa intensamente por la educación de su hijo.
La sexualidad del protagonista queda atrofiada por la educación opresiva de su madre y por la ausencia de la figura paterna, por lo que no resulta improbable que Sigfrido (Dinu Tamazlacaru) termine enamorado de un cisne. Entre Sigfrido y Chaikovski existe cierta correspondencia en cuanto a la estructura de su personalidad: Chaikovski también fue un niño de mamá. Apoyándose en la homosexualidad de Chaikovski, la figura de Benno von Sommerstein, mejor amigo de Sigfrido, juega en la escenificación del Staatsballet Berlin un rol homosexual, pero no así la del príncipe, aunque en él sí podría entreverse una homosexualidad latente.
Para apartar a su hijo de Odette (Liudmila Konovalova) y no perderlo, la reina promueve una intriga organizando un baile con princesas casaderas ayudada por el primer ministro von Rotbart. Entre las pretendientes de distintos países se encuentra también Odile, la hija del primer ministro. Durante el baile que abre con un pas de deux entre la reina y von Rotbart, y que remueve los celos de Sigfrido, son presentadas las aspirantes a consorte del príncipe que no despiertan especial interés en él. Hasta que entra en escena Odile, cisne negro, en la que cree reconocer a Odette.
Después de que Sigfrido anuncie su enlace con Odile, la figura de Odette aparece repentinamente al final del baile, y Sigfrido cae en la cuenta de su trágico error. En el lago, el resto de cisnes esperan la vuelta del cisne blanco. A su llegada le comunican que el hechizo no podrá ser ya roto. Sigfrido aparece en el lago y pide perdón a Odette, pero ella debe marcharse con su bandada. Allí también irrumpe von Rotbart; Sigfrido ahora entiende que el mago que ha hechizado a Odette es la misma persona que ha embaucado a su madre en su propio beneficio. Ambos luchan. Sigfrido mata a Rotbart y a continuación él también muere. Trágico desenlace para esta pieza de ballet que cuenta con finales dispares.
El lago de los cisnes (Chaikovski): 20 y 22 de febrero; 5, 12 y 14 de mayo; 1 y 5 de junio Fausto (Charles de Gounod): 23 de febrero; 2, 5 y 10 de marzo Muerte en Venecia (Benjamin Britten): 19, 22, 25 de marzo; 23 y 28 de abril Così fan tutte (Wolfgang Amadeus Mozart): 25 de febrero; 3 y 11 de marzo
Paco Arteaga para BA, con la colaboración especial de Deutsche Oper Berlin y del Staatsballet Berlin © marzo 2017
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