Escrito por: OCIO Shopping

Los cigarrillos electrónicos: la tendencia de vapear se instala en Berlín

e-cigs

Los e-cigarettes están de moda. Con más de dos millones de alemanes vapeando y con las ventas en alza, los e-cigarettes comienzan a verse por todas partes: en start-ups, conciertos, fiestas y parques, el cigarrillo eléctrico se va abriendo paso. Incluso hay una firma berlinesa experta en ellos: PowerCigs. Pueden adquirirse en diversos establecimientos, incluso en los Spätis de toda la vida, por lo que ya sea de día o de noche, se venga de fiesta o se vaya a trabajar, si a uno le asalta la duda de dónde comprarlos, siempre podrá inclinarse por esta opción más sana e ir dejando a los cigarrillos de toda la vida en el pasado.

Hay fumadores que han empezado a utilizarlos como sustituto del tabaco, porque es la sensación equivalente a fumar, pero menos dañina para la salud. Otros, sin embargo, continúan fumando el tabaco tradicional y vapean en sitios donde está prohibido fumar, corriendo el riesgo de caer en la trampa del consumo dual.

El e-cigarette o cigarrillo electrónico, originalmente creado como un método para dejar de fumar, funciona liberando la solución añadida en forma de vapor. Esta mezcla de glicerina y PG –con o sin nicotina–, puede ser de distintos sabores. Los aromas más populares son los de café, frutas y el del sabor original de tabaco.

El líquido se calienta a través de una resistencia y una batería de pequeño tamaño que vaporiza la mezcla hasta que alcanza los 350 ºC. Esa pequeña batería ha causado varios problemas en las aerolíneas, que se han encontrado con e-cigs que se han activado solos y han quemado parte del equipaje. Desde este mismo año, desde el 15 de junio para ser exactos, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) prohíbe llevar cigarrillos electrónicos en el equipaje facturado o recargar el e-cig durante el vuelo.

Pero ese no es el único incendio que han provocado. Los fans del vapeo han empezado a festejar su pasión celebrando las convenciones de vapeadores, donde se puede admirar todo tipo de e-cigs tuneados. En la más reciente, celebrada en Long Island, Nueva York, los instrumentos dejan de tener la apariencia de un cigarro para transformarse en varitas de Harry Potter de estilo gótico o se les añade el típico bigote hipster en un extremo. Algunos de los aficionados a vapear confiesan que se han llegado a gastar más de 4000 dólares en su pasión. Un artículo publicado por el Dailymail mostraba estos cigarrillos electrónicos modificados.

Sería curioso saber qué opina de todo esto el inventor de e-cig, Hon Lik, el farmacéutico chino que patentó el primer cigarrillo electrónico en 2003.

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