Los momentos más interesantes de la vida no ocurren en los destinos sino en los trayectos, y pocos lugares de Berlín encierran tanta historia y misterio arquitectónico como las estaciones del U-Bahn.
Las primeras propuestas de la U8 se remontan a 1902, en tiempos del llamado Imperio alemán, pero tuvo que llegar 1914 para que se excavara la primera piedra. En los años veinte se instalaron los nazis, y en lo que duró la Alemania nacionalsocialista no se hicieron trabajos en el metro. La Segunda Guerra Mundial tampoco ayudó, pues los ataques aéreos de los Aliados destruyeron estaciones a diestro y siniestro. Túneles destrozados y estaciones inundadas no se repararon sino a principios de los cincuenta. Y tan solo una década después, ¡sorpresa!: la construcción del Muro de Berlín trajo nuevas restricciones. Todos los puntos de acceso fueron cerrados en Mitte, sepultando estaciones fantasmas, por donde no pasaba el metro o pasaba sin detenerse.
Pero la U8 mantuvo la ilusión de extenderse al norte, y finalmente lo logró en 1987 y 1994, un período increíble en la historia de Alemania; justo pocos años antes y después de la caída del Muro y la unificación alemana.
Las estaciones de este último tramo son las que visitaremos en este artículo. Fueron diseñadas por el arquitecto Rainer G. Rümmler, un verdadero maestro en revestimientos por la proporción de sus composiciones. Estas estaciones son especialmente particulares por ser una ensalada ecléctica de ornamentos y estilos disparejos que no corresponden a los sistemas constructivos de la época (relativamente reciente) en que fueron levantadas. Son un estallido posmodernista que llegó con bastantes años de retraso y que busca quizás resucitar la nostalgia de tiempos más prósperos. Son tan “feas” que a la vez son hermosísimas, y no puedes dejar de visitarlas.
1. Bahnhof Paracelsus-Bad
Lleva el nombre de Los Baños de Paracelsus, la primera piscina bajo techo construida en Berlín, y de allí proviene también la inspiración de su diseño. El espacio, que es una reminiscencia de un balneario, está recubierto en azulejos blancos como los de las antiguas casas de baño, o las paredes de una piscina, con siluetas de columnas falsas que hacen referencia a los baños romanos.
Su elemento más dramático es el techo, con una cuadrícula de madera y lámparas de cubos como pirámides invertidas, semejando las estalactitas de una cueva.
2. Franz-Neumann-Platz
Fue inspirada en el cercano lago Shepherd, justo al oeste de la estación. El suelo está revestido con tonos tierra, y árboles y pájaros coloridos se representan en las paredes. Las columnas son quizá las más exageradas e interesantes de esta lista, con sus capiteles que representan las ramas de los árboles que bordean el lago.
3. Karl-Bonhoeffer-Nervenklinik
Su nombre proviene de una clínica psiquiátrica, construida en sus cercanías en 1880. La fachada de la antigua clínica sirvió de inspiración para el revestimiento de las paredes, con franjas de ladrillos rojizos y marrón claro, creando así continuidad en el material. Pero lo más interesante es la transición de la piedra al ladrillo en el fuste de las columnas, con un juego geométrico que incluye toques de rojo y azul con el uso prudente de azulejos.
4. Residenzstraße
En comparación a las otras, el revestimientos de sus paredes es bastante reservado, con baldosas color crema con cariátides (figuras femenina griegas) en las pilastras, pero no esculpidas sino dibujadas en los azulejos. Sus paredes también exponen mapas de la ciudad desde el período de fortificación. El techo es también elegante y sutil, y se basa en los de las residencias antiguas de la zona, con cuadrantes grandes delimitados por lámparas esféricas.
En contraparte, las columnas son un poco bastante extravagantes y coloridas. Supuestamente inspiradas en las alfombras de las residencias adineradas antiguas, están revestidas en ladrillo con relieves que asemejan lo que parece ser el dibujo de una ventana. Sabemos lo que estáis pensando: ¡Las columnas no tienen ventanas! Pero esta ornamentación desquiciada es lo que permite que esta estación sea tan especial.
5. Rathaus Reinickendorf
Tiene un carácter más sombrío y estoico, en comparación a las otras, por la paleta oscura de sus ladrillos rojos y casi negros. No existen azulejos coloridos en las paredes, sino recubrimientos que imitan los colores de la tierra y los minerales. Sin embargo, una franja color crema viste el fuste de las columnas hasta la basta, y este color se repite en las baldosas del suelo. El sistema aporticado no solo está expuesto sino también acentuado como parte de la decoración. Las vigas están resaltadas en amarillo y las pilastras falsas en las paredes son de un diseño Art Déco piramidal casi pretensioso pero al mismo tiempo interesante.
6. Wittenau Wilhelmsruher Damm
Fue construida frente a la estación de S-Bahn que la acompaña, que ya existía desde 1877. El estilo Art Déco en esta estación se expresa descaradamente en el capitel de las columnas, que nos recuerda quizá los edificios retrofuturistas de la película alemana Metropolis. Curiosamente, las columnas de Wittenau Wilhelmsruher Damm son las únicas en este conteo que no tienen molduras en las basas; terminan desnudas en el suelo y cubiertas solo en azulejos amarillos y verdes, cuya retícula es en sí misma una obra de arte ochentera.
7. Lindauer Allee
Esta es quizás la más curiosa de la lista. Es la única estación de la U8 con plataformas laterales; se construyó de esa manera para tener un mínimo impacto en el parque vecino. También es la única plataforma con una galería elevada tipo mezzanina desde la cual se puede ver toda la estación. Pero lo más inusual en ella es su decoración. Rainer G. Rümmler se arriesgó bastante al juntar tantos detalles pseudoneoclásicos con materiales tan actuales, y en colores tan vibrantes (diferentes azules, púrpuras y amarillos). Sobre todo los paneles ornamentales con el escudo de armas de Lindauer Str. con sus hojas rojas de tilo; son quizá innecesarios y chocantes a la vista, y al mismo tiempo estimulantes.
Estar en cualquiera de estas estaciones de la línea U8 del metro de Berlín, y disfrutar sus espacios sin prejuicios, es un gusto culposo para los diseñadores actuales. No se puede negar que cada una tiene un magnetismo bastante inusual, y una historia distinta que contar. Te invitamos a visitarlas un día, no para usar el transporte público, sino para admirar su arquitectura. Recuerda que en Berlín la belleza está en todas partes, y a la disposición de quien quiera verla.
Texto y fotos Momo Osio para Berlín Amateurs © junio 2018
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Bueno alguna de estas estaciones se encuentran feas y sucias , yo te diría que el Centro de Berlín por Alexander he visto cosas degradantes , gente durmiendo debajo los puentes , sucios , y hasta en la plazoleta , para mi la sociedad Alemana esta enferma y sufre de verdad se ve igual a una ciudad de algún país tercer mundista , da pena y con perdon los Alemanes muchos sufren porque son alcohólicos dependientes y el alcoholismo es una enfermedad, y por lo tanto tanto criticar , a los Españoles etc , y veo aún más una sociedad Alemana enferma Y sin futuro.
Difruté el articulo de punta a punta.Hiper interesante y qué ganas de ir a recorrerlas!!!!!! Gracias