Escrito por: Barrios CULTURA Fotografía Historia

U-Bahn series: Hermannplatz

El origen del U-Bahn se remonta a principios del s. XX, precisamente a 1902, año en el que se inauguró el primer trayecto —construido por iniciativa del fundador de Siemens AG como solución a los problemas del tráfico en Berlín— y que cubría únicamente las estaciones de Zoologischer Garten, Postdamer Platz y la antigua estación de Stralauer Tor (hoy Warschauer Str.), línea que iniciaría lo que hoy conocemos como U1. De aquella época parece ser el motivo por el cual en Berlín muchas de las líneas y estaciones son elevadas y no soterradas como en el resto de capitales europeas, puesto que se temía que las líneas subterráneas pudieran interferir en la red de alcantarillado.

Desde entonces, los habitantes de Berlín recorren día a día las estaciones y túneles de la red de metro berlinés en todo tipo de trayectos. Con levantar la vista del móvil, uno puede darse cuenta de la enorme variedad de estaciones que adornan la ciudad: desde las de hace un siglo a otras reformadas recientemente, cada una con su estilo y su propio carácter. Algunas son verdaderas reliquias arquitectónicas y muchas de ellas acumulan un poquito de historia de la ciudad.

Inauguramos un recorrido por las estaciones de metro de la capital alemana aprovechando el 90.º aniversario de la estación de Hermannplatz, inaugurada el 11 de abril de 1926. Esta estación, de 7 metros de alto, 132 de largo y 22 de ancho –y peculiar por sus colores insignia amarillo y gris–, fue erigida durante la construcción del metro norte-sur (actual U7) y diseñada por Alfred Grenander. Durante las obras en Hermannplatz se abrieron simultáneamente los grandes almacenes Karstadt. Estos pagaron una suma elevada para sufragar el diseño de la estación, obteniendo a cambio un acceso directo desde la estación a los grandes almacenes, aún existente.

Aquí fueron instaladas las primeras escaleras mecánicas de todo el metro y fue la primera estación donde se probó una máquina expendedora de billetes, aunque no causó furor entre los usuarios, que siguieron comprándolos de la mano del vendedor situado a tan solo unos metros de la máquina. La línea en la que se encontraba fue también la primera en reabrir su servicio después de la Segunda Guerra Mundial, el 14 de mayo de 1945.

Como dato curioso, Hermannplatz cuenta  además con túneles ocultos, algunos de los cuales fueron usados como búnkeres contra ataques aéreos e incluso hay uno que conecta la estación con la sala de baile Neue Welt en Hasenheide.

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