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In-Edit Deutschland 2012 – Festival de cine documental musical

In Edit Fim Festival 2012 berlin

Marc Llop: novedades y sorpresas de la segunda edición

El próximo 30 de octubre se celebra en Festsaal Kreuzberg la apertura de In-Edit 2012, el hermano pequeño del In-Edit Beefeater de Barcelona, que justo estos días celebra su décimo aniversario. En esta segunda edición se entregan por primera vez el premio a la mejor película alemana (Deutsche Musikdokumentarfilmpreis) y el premio al mejor vídeo musical nacional (Deutsche Musikvideo Award), además del tradicional premio del público asistente. BA se reunió el pasado fin de semana con el iniciador de todo esto, Marc Llop, quien en una extensa entrevista, nos descubrió el backstage de In-Edit y nos habló de presupuestos, vídeos musicales y rock gitano.

Antes de despedirnos y abandonar el café Nest, donde nos habíamos encontrado, dejó en mi grabadora, entre risas, un último consejo a otros intrépidos como él: “Vete para casa, búscate un curro, y se feliz, (porque) o tienes un espónsor y tienes el tema económico finiquitado ampliamente o quédate en casa, olvídate de la farándula, porque no sólo no vas a sacar ni un duro -lo vas a estar poniendo de tu bolsillo- sino que además vas a estar perdiendo amigos y eso es un precio muy caro”. No sin puntualizar: “Eso sí, mola, me lo estoy pasando de puta madre, incluso mi hermano, que quería dejar de de ser mi hermano esta mañana. Nos lo estamos pasando de puta madre”. Pues eso.

BA: Empezamos por el principio. ¿Cómo empezó todo?

Marc Llop: Con una relación a tres bandas con mi hermano Josep y uno de los directores del In-Edit Beefeater de Barcelona. El In-Edit se organiza por Cristian Pascual y Uri Altell, quien tiene una agencia de comunicación. Con él trabajaba el amigo de mi hermano, Xavi Barberà. A través de este triángulo, antes de venirse a vivir aquí mi hermano me dijo, ‘oye tío, que esto es un festival súper potente y tal’. Nosotros lo conocíamos ya como fans; sencillamente fue ver si In-Edit tendría interés en aterrizar en Berlín. Ya lo ha intentado otra gente antes y no se habían entendido demasiado. Y así surgió, de ver la oportunidad, de relaciones personales, como muchas cosas en esta vida.

Presentamos un proyecto un poquitín a la berlinesa, ya sabes, en un cine pequeño, todo con cariño;  tú te haces el diseño, y ellos veían la buena intención con el tema éste de hacerlo a la berlinesa, pero me dijeron que era un concepto equivocado, que ellos ya llevan unos años trabajando, que ya tienen un nombre, que ellos a mí me iban a prestar y que yo tenía que ver la manera de sacarle partido a esto sin perjudicarlo. A partir de esa primera reunión donde me pegaron la colleja de “estas equivocao nen”, reformulamos todo, volvimos a escribir el concepto y empezamos a picar piedra.

BA: ¿Y eso cuándo fue? ¿Cuánto tiempo pasó desde la primera idea hasta que se pudo llevar a cabo?

MLL: Se llevó a cabo por primera vez en abril de 2011. Los primeros tratos con ellos fueron en 2009, año que surgió la idea, salió el contacto y nos empezamos a oler como los perritos, para aquí, para alla… que me mola el Panorama, ah, pues venid a conocer la ciudad y tal. Eso fue, me acuerdo perfectamente, en navidad del 2009.

BA: El año pasado se alcanzaron los dos mil visitantes.

MLL: ¡2100!

BA: ¿Qué objetivos tenéis para esta edición?

MLL: Duplicar. Hemos reducido el presupuesto a la mitad y tenemos la intención de duplicar.

BA: Hablando de esto, ¿cómo se ha portado la administración -la ciudad de Berlín- con In-Edit, ha sido muy dificil?

MLL: El primer año, difícil, sí, dificilísimo. La mayoría de las veces tienes que aportar un porcentaje no siempre pequeño  de dinero que tienes que tener ya en el bolsillo para poderte atrever a pedir la subvención y de la nada, esto, pues no sale.  Normalmente siempre hay alguien que te presta dinero o en el mejor de los casos -una cosa atípica en Berlín o en Alemania- encuentras un patrocinador que está dispuesto a pagar en metálico, para que tú, con esto, ya puedas pedir la subvención.

El primer año nos salvó la vida el Senado de Berlín (Senatsverwaltung für Wirtschaft, Technologie und Forschung), concretamente Frau Clarus (Nadja Clarus). Yo la sigo llamando el ángel de la guarda del In-Edit porque sin ella no hubiésemos salido y si no hubiéramos salido no estaríamos ahora en la segunda edición. A la vez tuvimos dos espónsores el año pasado, Mini y Jameson, que también entraron con dinero, que nos hicieron la vida bastante bonita y nos dejaron trabajar con bastante tranquilidad.

La pregunta, ¿que tal se ha portado Berlín? Berlín en este sentido es maravilloso, porque las posibilidades de hacer cosas son infinitas. El problema es que todo el mundo puede hacer cosas y la cantidad de eventos que hay, que es inhumana y extremadamente injusta -por el lado del que lo organiza- es también la injusticia que tiene la ciudad, que todo el mundo está tan harto, tan bien acostumbrado a tener cultura por doquier que a veces te puedes dar de bruces.

Otra historia que nos pasó el primer año fue que, ya sabes tú, el invierno es larguísimo, es una putada, y a la que sale el primer rayo de sol se acabó meter a la gente en los cines, en los teatros o en un bar. Nos pasó esto el primer fin de semana que sale el sol de verdad en Berlín, y no suficiente con esto, a otro competidor, que tuvo la misma idea o una idea similar, se le ocurrió salir también el mismo fin de semana que nosotros. Dios y la competencia se conjuraron para ponernos el debut a un nivel alto.

BA: Y aun así habéis conseguido poner en marcha la segunda edición, que supongo habréis decidido programar en invierno justo por este motivo…

MLL: Para la segunda edición hemos tenido la suerte o la desgracia de perder al senado como ángel de la guarda y la suerte de ganar a Initiative Musik como sustituto, para tener ese mínimo en metálico que se necesita siempre para pagar facturas. Su finalidad no es hacer películas, sino promocionar la música alemana en el extranjero, a ser posible. Nosotros lo vimos clarísimo: tenemos la red del In-Edit, tenemos la música alemana, que para nosotros ponerla en el festival se traduce directamente en documentales y en vídeos musicales, así que nos sacamos de la chistera el concurso (Deutsche Musik Video Award 2012), algo nada original, por cierto, pero bueno, en Berlín no está.

Y nos hemos flipado muchísimo, porque no esperábamos el nivel de participación que hemos tenido. Y no sólo el nivel en cuanto a cantidad sino en cuanto a calidad. Hemos tenido vídeos de Stereo Total, de Console, de Frittenbude, de Watergate Records, Uli Schueppel nos mandó un vídeo… nos quedamos un tanto asustados, porque esto lo hacíamos nosotros para la gente mediana, la gente que como nosotros estaba haciendo cosas pero que todavía no son profesionales. Queríamos diferenciarnos un poquito de lo de ser amateurs -ya me perdonaréis vosotros en BA-. Estamos megacontentos por el resultado que hemos tenido. Elegimos a veinte finalistas, el jurado, de estos veinte, eligió a diez, y a partir de ahora (online desde el pasado lunes 22) se va a sacar el online voting tool a nivel internacional. Ha sido dificilísimo porque dejabas cosas fuera con nombres que te daban realmente miedo.

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BA: Y ¿cómo explicas esa afluencia de vídeos? ¿Falta apoyo en Alemania para la producción audiovisual? ¿O es que igual faltan concursos?

MLL: Yo creo que igual faltan concursos. Pienso además que el tema del vídeo musical, desde la eclosión y mainstrimización de MTV por ejemplo, ha perdido un poquito el componente que tenía. Evidentemente la masificación a través de internet ayuda a que, cuando alguien te pasa un vídeo, muchas veces no le prestes ni atención ya. Ya nadie tiene tiempo, ya no se sienta… lo de sentarse a escuchar música, ya es una cosa que cuesta. Sí hemos visto, por eso nosotros sacamos el concurso, que no había demasiada competencia. Están, para nosotros los gurúes, los números uno en este aspecto, los de Internationale Kurzfilmtage Oberhausen.

Ellos dan un premio, el Movie Award, desde hace ya bastantes años, creo que desde el 99 para ser exactos. Lo que pasa es que ellos tienen este componente tan arty, son tan buenos a nivel cultural, que nosotros dijimos, el In-Edit al fin y al cabo, no lo voy a llamar mainstream, pero el In-Edit sí se enfoca un poquito más a la cultura popular: las películas que mostramos, todo lo que estamos haciendo es lo que a nosotros nos gusta y no nos consideramos nosotros entendidos en nada especialmente. Somos enamorados de la música, pero no especialistas que te puedan dar una charla de nada y lo que nos gusta lo ponemos. Éste ha sido por ejemplo el criterio de selección que hemos impuesto al jurado. Nosotros nos movemos un poco por el Bauchgefühl (intuición).

BA: ¿Funcionáis por convocatoria o buscáis activamente en el mercado y traéis las pelis a Berlín?

MLL: Las dos cosas. Evidentemente, no hace falta decir que tenemos al big brother en Barcelona, el iniciador de la red In-Edit, con diez años de experiencia. Ellos tienen un equipo de curadores de una calidad indiscutible, por ejemplo, Luis Hidalgo de El País, trabajando todo el año, que va a festivales, de Corea a Amsterdam, evidentemente a Berlinale, Cannes, a seleccionar lo que se está cociendo en el mundo del documental musical. Para nosotros es muy fácil sentarnos al lado del hermano mayor y coger lo que éste ya ha hecho.

Además, para In-Edit Barcelona es un honor, un orgullo y un placer poder ayudarnos de esta forma. Nosotros, con la estructura que tenemos, no nos podemos permitir, ni queremos hacerlo. Bueno, sí, sí me gustaría, pero de momento no vemos la manera de poder hacerlo, de ser nosotros los curadores auténticos y únicos. Luego, eso sí, tenemos las puertas abiertas a cualquier envío que los creadores puedan hacer y lo que nos envían lo vemos y si nos gusta lo ponemos.

BA: ¿Para el sector internacional entonces las películas vienen mayoritariamente de Barcelona?

MLL: Podríamos decir que trabajamos muchísimo con su catálogo, sin escondernos para nada de ello. Yo soy partner de In-Edit, soy parte de él, entonces, aunque no esté en mi nómina directa, gracias a Dios, soy responsable también de este equipo de curadores. Esta gente está trabajando para mí también, por así decirlo, somos parte de la misma familia y esta familia trabaja para todos. La calidad que tienen y sacan es tal… el que conoce el In-Edit de Barcelona ya sabe que yo, con los ojos vendados, puedo coger su catálogo, traerlo aquí a Berlín y estar seguro de que (exceptuando quizá las producciones nacionales que, evidentemente, igual en Berlín no despiertan el mismo interés), todo lo que sea la sección internacional, la puedo poner con los ojos cerrados sin miedo a equivocarme.

BA: ¿Y la sección nacional?

MLL: Aquí somos nosotros: hay convocatoria, elegimos, buscamos, vemos y removemos e invitamos muchas veces nosotros. A veces incluso apretamos a los directores a que acaben proyectos de documentales que todavía no tienen acabados, porque ya se sabe que en el documental siempre hay financiación justita, igual no ven ni la necesidad de acabarlo y nosotros les ofrecemos u obligamos a hacerlo para poder estar aquí.

BA: ¿Se mantiene el treinta por ciento de producción nacional del año pasado?

MLL: Pues este año lo mismo ha incrementado. Puede ser también por el tema de la ayuda de Initiative Musik que te comentaba antes, donde hemos querido y tenido que dar un componente nacional bastante importante. Me atrevería a decir que, si contamos los vídeos musicales, entonces sí estaríamos al 50-50.

BA: Este año, entre las novedades, además de los premios, está la colaboracion con BerMuDa… ¿Cómo surgió?

MLL: La colaboración con BerMuDa es bastante fácil. El año pasado ya estuvimos ahí con ellos, apoyándoles en el primer BerMuDa con tres películas. Este año dijimos, pues, ¿por qué no, en lugar de hacer BerMuDa, Berlin Music Walk, Melt, Fusion y el propio festival, lo metemos todo en uno? Vamos a dejar un par de cosas que igual tampoco nos aportan tanto, y lo vamos a hacer durante el BerMuDa, las dos cosas en paralelo.

Evidentemente, hay que decirlo también, BerMuDa es una máquina bastante potente que te abre puertas y te abre ojos de gente del techno que llega a ti o gente tuya que llega al techno. El año pasado fue una cooperación fantástica con ellos, casi de amor con el Steffen Hack, el chef del Watergate y nos divertimos tanto trabajando con ellos que lo tuvimos clarísimo. Cuando surgió la oportunidad de elegir en qué fecha metíamos el festival vimos un poquitín y nos fuimos de cabeza al BerMuDa.

Este año están las dos cosas integradas a la vez, juntos pero no revueltos: In-Edit bei BerMuDa en el Kater Holzig con tres cortos de Resident Advisor para abrir boca delante de las películas. El componente es evidentemente electrónico.

BA: Veo que hay cierto equilibrio de temas y de géneros en la programación. ¿Ha sido premeditado o espontáneo?

MLL: Evidentemente, siempre buscas el equilibrio pero, para serte sincero, me mantengo en lo que te decía antes: se hace con el “Bauchgefühl”, y se hace con lo que hay también. Existe lo que el mercado te ofrece y nosotros tenemos el criterio de traer películas nuevas. De los peces pescamos y de lo que pescamos servimos. Siempre intentas, a la que ya tienes cinco películas de jazz y sabes que tu público no es básicamente de jazz, pues igual dejar unas cuantas fuera y buscar otras que no sean de este palo. Pero repito, que tú pescas de lo que hay en el mercado y ya luego te apañas con lo que tienes.

BA: El plato fuerte de este año es Raimundo Amador, película y concierto, que además es la única representación española…

MLL: Sí. Por el tema de presupuesto, la sección internacional la tuvimos que reducir un poco y ahí sí que tuvimos que buscar un equilibrio. A cada país o a cada género le toca algo y para España fue el flamenco, que es lo que más vende en Alemania y de lo que más nos sentimos orgullosos de traer, porque el flamenco es un idioma internacional y el rock en español lo es, pero no tanto.

Sobre Raimundo tenemos este año “Papagordo”, una película muy chula que han hecho dos directores, una pareja, Laura y Víctor (Laura Llamas y Víctor Morilla). La vimos en Barcelona, la pillamos y luego pues nada más, preguntamos. Raimundo es amigo del festival y ha estado un par de veces, como cuando se presentó en el 2009 “Tiempos de leyenda”, que cumplía 25 años. Sabemos que siempre va a Barcelona muy contento y que siempre le gustaría tocar, así que aprovechamos el contacto y llamamos.

Al final lo pudimos conjuntar y aquí están, se vienen una semanita para Berlín y se van a dar un concierto con nosotros. Esperemos que salga muy bien porque tenemos una sala muy guapa en el Kino Pasage para 220 personas, muy bonita y antigua, un teatrillo pequeño. Y él viene encantado de la vida, dice “mira, yo, si a ti te parece, no voy a tocar ni flamenco ni rock and roll, voy a tocar lo que la gente me pida. Que quieren Pata Negra yo le doy Pata Negra, que quieren un blues, yo toco un blues, que quieren flamenco yo toco flamenco”.

BA: Sabemos que eres fan del flamenco, pero, aparte de Raimundo Amador, que por supuesto es imperdible, ¿nos comentas algunos highlights personales?

MLL: Esta mañana he estado colgando los screeners para la prensa y de poco me da un ataque al corazón bailando con La Brass Banda (“Ein musikalischer Heimatfilm”), impresionante. Luego está el documental de Pentagramm (“Last days here”), que ganó el año pasado en Barcelona. A mí el heavy metal en principio no me motiva demasiado pero acabas llorando viendo la película. Ni me gusta el heavy metal ni me gusta para nada Queen y yo cuando vi la película (“Days of our lives”) salí disparado a comprarme los discos, porque fue como una historia de mi vida, porque hemos crecido al fin y al cabo, de los ochenta hasta ahora o hasta que Freddy Mercury nos dejó, con la banda. Si sigue todavía sin gustarme la banda, el documental me impresionó.

También impresionante es el de “The Sacred Triangle”, que va sobre Iggy pop, Bowie y Lou Reed, cuando ellos estuvieron en Berlín, de cuando uno le escribía el disco al otro, cuando el otro le tocaba la música al tercero, cuando compartían cama y aguja y todo lo que hiciera falta y este documental, aunque es un poquito más enciclopedia a nivel de aporte de datos, es la bomba. Con el que yo también me reí muchísimo fue con el de Le Tigre, “Who took the Bomp?”.

De los que nos llegaron a nosotros, el de My morning jacket (“One Big holiday”), un cortito de cómo ellos hacen un concierto de final de gira cuando lo iban a dejar con un coro de una orquesta juvenil de un pueblito de por donde ellos son, me lo pasé muy bien viéndolo, le puse rápidamente a mi socia Stephanie una etiqueta de “éste me mola” y, al día siguiente, me llama ella y me dice “éste no te mola, está dentro del programa pero ya”.

El que para mí es una perla escondida y disfruté muchísimo viéndolo fue el de los Replacements (“Color me obsessed”). Yo, personalmente, no tengo, ni tenía ni idea, de quién coño eran y son o fueron los Replacements. Me metí en el cine porque tenía una hora ahí suelta a media tarde donde no había quedado con nadie ni tenía a nadie con quien compartir unas cañas. Este documental dura dos horas y sólo tiene entrevistas de gente sin nombre. Normalmente algunos documentales sólo son name droping puro y duro.

En esta peli no sucede esto, sino que hablan fans de sus experiencias viendo los conciertos, de cómo sacaron los discos, de qué les transmitieron aquellos discos, y la particularidad que a mí me dejó helado fue que, durante más de dos horas de documental no sonó ni una canción, ni se vio ni una foto. Fueron dos horas de entrevistas y a mí me pasaron como si fueran quince minutos. Me maravilló tanto que les dije a mi equipo, ésta nos la traemos; me dijeron, oye es que no sabemos quienes son, y les dije, ¡ni yo tampoco!

BA: ¿Un deseo para el futuro de In-Edit Deutschland, aunque pueda sonar obvio?

MLL: Pues me voy a poner el deseo bastante asequible: que haya una tercera edición. En estos momentos, en estas condiciones, sin partners, sin subvenciones, sin nada a medio plazo firmado todavía, sólo deseo que haya una tercera edición, nada más.

IN-EDIT DEUTSCHLAND – Internationales Musik Filmfestival
30 octubre – 4 noviembre

Moviemento, Kino Passage, Festsaal Kreuzberg, Kater Holzig, Babylon Kino

– Fiesta de apertura el 30 de octubre en Festsaal Kreuzberg con el film “Wir werden immer weitergehen” y DJ-set de Stereo Total.

Concierto de Raimundo Amador el 31 de octubre con ocasión del estreno de “Papagordo”, Kino Passage.

Más infos en www.in-edit.de

Susana Panea para Berlín Amateurs © octubre 2012
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