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Recortes en Berlín | La escena cultural se revuelve contra el tijeretazo

“Berlín sin cultura es como Bielefeld con big buildings”. Con esta frase resumía el director de teatro y ópera Barrie Kosky la importancia de la escena cultural para la capital alemana. Hablaba ante el público reunido en un concierto de protesta de la escena cultural berlinesa, que está enfurecida ante lo que se le viene encima: 130 millones de euros de recortes en el presupuesto cultural.

El tijeretazo del 13 % del presupuesto cultural de la ciudad forma parte de un paquete de recortes por un total de 3000 millones de euros en el presupuesto de la ciudad-estado, acordados a mediados de noviembre de 2024. La “Gran Coalición” que gobierna Berlín está obligada a cubrir el déficit presupuestario en unas cuentas que estaban hinchadas. Se recorta sobre todo en política de transportes y donde menos en política social, aunque con dolorosas excepciones.

Una de las primeras víctimas de los recortes en cultura es la gratuidad de los museos públicos el primer domingo de cada mes, que dejará de existir en 2025. Además, las medidas de ahorro afectan tanto a las grandes instituciones culturales como a la escena artística independiente: baile, literatura, teatro, bibliotecas. Nadie se salva de la tijera.

La rehabilitación de la Komische Oper se pospondrá, la subvención pública a la Berlinale pasa de dos a un millón de euros y las ayudas directas a la danza sufren un recorte de cientos de miles de euros. El Deutsches Theater y el Berliner Ensamble pierden en total casi cinco millones de euros. Y la sagrada Orquesta Filarmónica tendrá que aguantar el año con dos millones menos.

Uno de los golpes más fuertes se lo lleva el Arbeitsraumprogramm (ARP), un programa público que garantiza a artistas y creadores espacios de trabajo pagables en la ciudad. El programa ayuda a mantener una escena de miles de creadores –desde artistas plásticos a músicos o bailarines, pasando por decenas de especialidades– para la que sería inasumible el coste de un alquiler en el mercado privado.

El presupuesto para mantener estos ateliers y espacios de creación se recorta a la mitad y pierde doce millones de euros. Según denuncian las organizaciones de afectados, cientos de espacios de trabajo podrían desaparecer. Según la empresa pública Kulturraum Berlin –que se disolverá con el programa de recortes– hasta 3000 artistas tendrían que despedirse de sus espacios de trabajo. Los recortes a corto plazo generarían sobrecostes y la pérdida de infraestructura cultural irreemplazable en el futuro, según los afectados.

El responsable de cultura del gobierno berlinés, el cristianodemócrata Joe Chialo, declaró querer oponerse al volumen de recortes para intentar repartir mejor la carga de estos. El alcalde de Berlín, el también conservador Kai Wegner, defendió el recorte del presupuesto. “Hemos gastado demasiado en Berlín en los últimos años”, dijo en conversación con Inforadio. También alegó que el presupuesto de mil millones en cultura seguía siendo mucho mayor de lo que había sido en el pasado. Y abría la puerta a que las instituciones culturales puedan pedir créditos por cuenta propia.

Las consecuencias de los anunciados recortes ya están surtiendo efectos: el director del teatro Berliner Ensemble expresó que por culpa de las medidas de ahorro tendría que cancelar varias producciones ya planeadas y evitar contrataciones.

Manifestaciones contra los recortes en Berlín

Los creadores y las creadoras de cultura no van a aceptar los recortes sin ofrecer resistencia. Tras varias manifestaciones organizadas en las últimas semanas, siguen organizando concentraciones como la del viernes 29 de noviembre la asociación de artistas plásticos BBK y la Red de espacios culturales independientes convocaron una “marcha fúnebre” (Trauermarsch) a la que acompaña el eslogan “Sold out”. Las protestas siguen en curso y esta manifestación es tan solo una de tantas por venir.

“Berlin tiene una luz, y esta luz es la cultura de la ciudad. Esta luz ilumina el mundo, y por eso el mundo viene a Berlín”, cantó la intérprete alemana Katharine Mehrling durante el concierto protesta el pasado martes 19 de noviembre. Resumía perfectamente el estado de enfado y temor de la escena cultural berlinesa. El público aplaudía con entusiasmo. “La cultura es nuestra arma contra la imbecilidad. La cultura es formación y Berlín es cultura. ¡Nos toca levantarnos, encended la luz!”.

Aquí os dejamos el concierto de protesta del martes 19 de noviembre:

Juanfran Álvarez para Berlín Amateurs © noviembre 2024; fotos créditos en los títulos
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