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Una noche en la ópera #5: “Così fan tutte” (Wolfgang Amadeus Mozart)

Così fan tutte - foto promo

(con la colaboración especial de Deutsche Oper Berlin)

Este drama jocoso en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en italiano de Lorenzo da Ponte —quien trabajó con Mozart también en Don Giovanni y Las bodas de Fígaro— se estrenó en el Burgtheater de Viena en 1790 con un éxito relativo. Las mujeres son así, así hacen todas, es la máxima de esta pieza, acusada incluso de visos de misoginia, sobre el voluble amor femenino, ahora te quiero y luego no, que fácilmente podría trasladarse por igual a los hombres.

De esta pieza se alaba, sobre todo, la simetría imperante en todos sus aspectos. Dos actos, tres hombres, tres mujeres, dos parejas, dos personajes externos y prácticamente el mismo número de arias para todos los solistas, en las que abundan los conjuntos: seis dúos, cinco tríos, un cuarteto, dos quintetos y tres sextetos. Aunque la temática no impactó en su primer momento al palco austriaco, en los siglos siguientes se la consideró atrevida. Según Operabase, el canon occidental de las óperas, en la actualidad Così fan tutte ocupa la posición 11.ª de las 100 óperas más representadas entre 2005-2010 en italiano, y la cuarta de Mozart tras La flauta mágica, Las bodas de Fígaro y Don Giovanni.

“Desde el punto de vista musical, el aria ‘Come scoglio’ de la soprano está considerada como una ‘matasopranos’, ¡musicalmente dificilísima! Por su parte, el tenor canta ‘Un aura amorosa’, bellísima; Y el terceto ‘Soave sia il vento’ es maravilloso. Es una comedia muy mozartiana, de engaños hombre-mujer. Esta ópera debería denominarse en realidad Cosi fan tutti (variación del masculino plural de tutto en italiano; tutte corresponde solo al femenino plural), para corregir ligeramente el machismo manifiesto en la historia. Hoy en día tiene menos impacto, pero encierra mucha belleza”, nos explica el tenor M. Á. Muñoz.

“Come scoglio”

Così fan tutte o sia La scuola degli amanti

La música refinada de Mozart —interesado por la ópera cómica italiana de la que se convirtió en maestro— y la puesta en escena con una maestría dramatúrgica de da Ponte nos proponen un enredo amoroso con exquisita elegancia en el que todos sus personajes sucumben a nuevas pasiones. Esta ópera, incomprendida y hasta ignorada durante el Romanticismo, cobró vida y aceptación después de la Segunda Guerra Mundial, ya superados ciertos remilgos imperantes en la época del estreno. Così fan tutte recrea el mito griego de Céfalo y Procris, abordad por Ovidio en su Metamorfosis. El título evoluciona de una frase ya mencionada por un personaje en Las bodas de Fígaro. Rechazada inicialmente por Antonio Salieri, el genio de Salzburgo cobró 200 ducados por crear la partitura de este pieza con guiños de carácter sexual en incluso obscenos.

Ópera completa

El amor entre dos parejas es puesto a prueba por el cínico filósofo Don Alfonso (Noel Bouley, bajo) con la complicidad de los dos amantes, Ferrando (Paolo Fanale, tenor) y Guglielmo (John Chest, barítono), que aceptan la apuesta convencidos de la fidelidad de sus amadas, Fiordeligi (lNicole Car, sprano) y Dorabella (Stephanie Lauricella, mezzosoprano). Don Alfonso, ayudado por la doncella Despina (Alexandra Hutton, soprano), con la confabulación también de los amantes, consigue que las dos hermanas se enamoren cada una del prometido de la otra. Don Alfonso quiere demostrar así que el amor de la mujer es voluble y superficial. Pero en esta burla consumada del amor que presenta Deutsche Oper Berlin en marzo, los jóvenes terminan por perdonar a sus prometidas. Moraleja: tomarse las cosas a bien y sin indignación siempre.

El tema esencial reposa sobre todo en la ambigüedad implícita en cada conflicto emocional que tiene como clave la fragilidad de los sentimientos, donde todos son buenos y malos al mismo tiempo. Como la vida, como la naturaleza, como cada ser humano. La apertura moral actual ha permitido redescubrir esta obra maestra y otorgarle en el teatro lírico una merecida posición de privilegio.

¿Così fan tutte o Così fan tutti?

La scuola degli amanti (La escuela de los amantes) es el título secundario de la tercera y última colaboración entre Mozart y Lorenzo da Ponte. Y por supuesto, los cuatro personajes que reciben su curso intensivo sobre las relaciones en Così fan tutte aprenden mucho: sobre la vida, sobre el amor y, sobre todo, sobre sí mismos. Los cuatro jóvenes a los que nos reunimos al principio de la representación van cuestionando poco a poco durante el transcurso de la ópera la base moral y preestablecida de sus creencias. Al final de la historia, Ferrando, Guglielmo, Fiordiligi y Dorabella han llegado a la conclusión de que tendrán que vivir con incertidumbre sobre sus propios sentimientos y los de su pareja. Sin embargo, aceptar sin obsesionarse demasiado esta misma incertidumbre es y será siempre un requisito previo para poder entender y amar a otra persona.

Desde el punto de vista de Robert Borgmann, este proceso de maduración es el tema central de Così fan tutte. Para este director de Leipzig, uno de los más destacados del teatro directo de su generación y que ahora presenta su primera ópera en Deutsche Oper Berlin, la obra de Mozart es una pieza muy seria que explora el proceso de crecimiento y maduración emocional. Una ópera que analiza los miedos asociados a una comprensión de los cambios físicos y psicológicos de cada individuo, y al mismo tiempo una obra también sobre los abismos que existen dentro de todos nosotros y a los que los cuatro personajes miran por primera vez en sus vidas.

“Un aura amorosa”

Sin embargo, la fuerza de esta ópera se diluye entre los elementos móviles de distracción dispuestos continuamente en el escenario de Deutsche Oper Berlin, como si no fuera suficiente artilugio de distracción los subtítulos. El jardín y el dormitorio de las protagonistas —siempre descalzas—, espacios predominantes en las escenas de Così fan tutte, son ensalzados superfluamente con artilugios más propios de la careta de entrada de la serie Twin Peaks que de un decorado de una ópera de Mozart. El uso incluso de proyecciones durante la representación convierte a esta obra en casi una instalación multimedia, más propia de una feria de arte contemporáneo que de un teatro lírico.

Ropa flúor o con estampados imposibles —para cerrar con ambas sopranos en vaqueros y jerséis casual, por no mencionar el atuendo de látex negro que luce Despina cual dominátrix durante el segundo acto— convierten a la pieza en casi un acontecimiento chabacano, aunque no exento del efectismo de ciertos recursos quizá más afines a otras artes. Sin duda, una representación de vanguardia donde las haya… No obstante, no podemos tirar del todo por tierra una representación arriesgada y vanguardista como a las que nos tiene acostumbrados Deutsche Oper Berlin, que promueve una visión no estática del género, al menos en cuanto a escenografía, y que en otras óperas consagradas del mundo difícilmente sucede.

Espejo de las debilidades humanas

Las cosas y las circunstancias sobre las que una persona está plenamente segura no son en realidad tantas. Ninguna persona, tampoco del género femenino, ha nacido para la monogamia. La promiscuidad forma parte de nuestras raíces antropológicas. Lo dicen los expertos. Ambas afirmaciones parecen fundirse en el leitmotiv de una trama poco verosímil —en la ópera de la década de 1790 no primaba precisamente el Realismo— que la magia de la ópera vuelve más o menos creíble. Este espejo de las debilidades humanas/sentimentales/emocionales muestra a través de su “tragico spettacolo” los códigos morales de la época a través de un experimento intelectual y al mismo tiempo frívolo que pretende provocar abiertamente la infidelidad.

Così fan tutte le belle fue precisamente lo que dijo el personaje Basilio en un terceto del primer acto de Las bodas de Fígaro refiriéndose a Susanna. Así se ha configurado un librero que trata sobre un juego frívolo e inmoral. Entre la broma y la seriedad, entre las emociones y las ilusiones. Con un estilo irónico rayano en el patetismo que parodia lo sentimental, Così fan tutte aborda con ligereza y profundidad los viejos mitos de la moralidad desde una perspectiva abiertamente machista.

TOP ÓPERA/BALLET EN DEUTSCHE OPERA BERLIN, ABRIL Y MAYO 2017

El lago de los cisnes (Chaikovski): 5, 12 y 14 de mayo; 1 y 5 de junio

Muerte en Venecia (Benjamin Britten): 19, 22, 25 de marzo; 23 y 28 de abril

La Traviata (Giuseppe Verdi): 21 y 30 de abril

La flauta mágica (Wolfgang Amadeus Mozart): 22 de abril; 8 de julio

Paco Arteaga, con la colaboración especial de Detusche Oper Berlin, para BA © marzo 2017
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