Entre 1949 y 1989 Berlín era una ciudad dividida. La exhibición Vor dem Fall der Mauer recogió ya en 2009 experiencias, escenas cotidianas, y a la vez parte de la historia contemporánea, de la división entre este y oeste. Su objetivo fue preservar la memoria de esta frontera entre dos mundos. La muestra examinaba el día a día a lo largo del río Spree, donde la frontera dividía a los distritos de Kreuzberg y Friedrichshain unidos y separados por Oberbaumbrücke, claramente afectados por la Guerra Fría antes y después de la construcción del Muro. Un testimonio de habitantes de ambos barrios que quedaron atrapados entre los eventos históricos que marcaron el devenir de la segunda mitad del siglo XX.
Alemania quedó dividida en cuatro zonas de influencia después de la Segunda Guerra Mundial, al igual que Berlín, donde se situó el epicentro, el punto caliente de la Guerra Fría entre Aliados y Unión Soviética. Las tres zonas de los Aliados se convirtieron en la RFA en 1949; y la que estaba bajo influencia de la Unión Soviética, en la RDA. Se iniciaba la separación física y política. CEE vs COMECON, OTAN vs Pacto de Varsovia. Comunismo vs Capitalismo.
Oberbaumbrücke, paso fronterizo paradigma de las protestas
Ponte Vecchio. Golden Gate. Ponte di Rialto. Brooklyn. Pont Neuf. Carlos. London Bridge. Puente 25 de Abril. Sí, estás en lo cierto: hablamos de puentes. Berlín tiene 1700 puentes. Más que cualquier ciudad veneciana del planeta. Uno de los hitos del cambio de imagen arquitectónico de Berlín —laboratorio urbanístico—, el Puente de Oberbaum permite la conexión por el metro elevado entre los distritos —distrito único, en realidad— de Kreuzberg y Friedrichshain. Esta línea (U1) fue una de las que quedó interrumpida durante los años del Muro.
Oberbaumbrücke, el puente más hermoso, más largo —160 metros— e importante de Berlín, encierra atrocidades vinculadas al horror, a la aberración y a la muerte: durante la vigencia del Muro, constituía uno de los pasos fronterizos. Construido entre 1894 y 1896 y restaurado en 1994 por Santiago Calatrava, Oberbaumbrücke, de estilo gótico y apariencia de puerta amurallada, es hoy flanqueado por clubs de culto como Watergate, la discográfica Universal, MTV y la East Side Gallery.
El Muro, medida drástica
Entre 1949 y 1961, 3,5 millones de personas escaparon desde la RDA, especialmente desde Berlín —sobre todo polacos y checos— por las facilidades del asunto. El Muro se erigió para evitar estas fugas en 1961. A lo largo de su historia, 270 personas, según la Fiscalía de Berlín, murieron atravesándolo en un trágico final de escape, aunque existe discrepancia en cuanto a las cifras. Ocho puntos de intercambio conectaban el Berlín oriental con el occidental. El Muro tenía 3,6 metros de altura a lo largo de sus 155 kilómetros de frontera con Berlín oeste, en los que se dispusieron 302 torres de vigilancia, 20 búnkeres, 105,5 kilómetros de trincheras y 127,5 kilómetros de cerca electrificada. Todo custodiado por patrullas policiales de carretera a lo largo de 124,3 kilómetros con la ayuda de 259 perros de rastreo.
Checkpoint Oberbaumbrücke se convirtió en paso fronterizo que solo podía ser cruzado a pie. Al principio, únicamente cinco personas residentes permanentes del oeste podían atravesarlo previa solicitud del permiso. Como fruto del acuerdo entre el Gobierno de la RDA y el Senado de Berlín oeste, para agilizar la fluidez y el aumento de visitas entre un lado y otro, surgió la operación “Geste des guten Willens” (gesto de buena voluntad). En las últimas fases de este proyecto, ya en los años setenta, 1700 turistas pudieron visitar Berlín oriental los sábados.
Rutina e incidentes en la barrera
Peter Fetcher fue una de las primeras víctimas del muro de la vergüenza, abatido a tiros el 17 de agosto de 1962 al intentar cruzarlo a través de Zimmerstr., Mitte. Que conmocionó a la opinión pública, quizá sea decir poco. Tenía solo 18 años. A esa edad en la que cualquier muro, físico o ilusorio, es todavía franqueable. Se desató una gran tensión entre este y oeste: el juego maniqueo político de siempre. A grito de ¡asesinos!, las autoridades reaccionaron retirando el cadáver después de una hora.
La barrera era el paradigma de las protestas, generalmente contra la RDA, en las que se exigía más libertad y democracia: se atraía y garantizaba así la atención de los medios de comunicación del este y del oeste y el Muro se consolidaba como un instrumento de propaganda. Un hombre encadenado, en evidente signo de huelga, protestaba en febrero de 1987: le habían denegado el permiso de paso de frontera para acudir al funeral de su madre. Y de aquella guisa se dejaba fotografiar en Checkpoint Charlie. “Honecker, deja en libertad a mi mujer y a mis hijos” fue uno de los primeros grafitis del Muro en agosto de 1986. Ocho metros de caligrafía manuscrita con aerosol. Diez minutos después, el llamamiento había sido pintado de blanco por los guardas.
Datos de interés en:
www.kulturraum-zwinglikirche.de
www.kreuzbergmuseum.de
Redacción Berlín Amateurs © 2010; revisado 2018
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