El 28 de septiembre de 2014, la maratón de Berlín celebra la 41ª edición. La más rápida del mundo –lo que pueda sorprender al turista, pero no al berlinés que está acostumbrado a la ausencia de cuestas en su ciudad–.
Claro que, a escasas dos semanas muchos no van a calzarse las botas. Aunque quisieran. En primer lugar, porque las suscripciones ya hace tiempo que se agotaron: hasta esta edición se guiaban por el principio de first come, first served y en tan solo tres horas llegaron a agotarse las más de 10 000 plazas (como ya predecían las apuestas). Desde esta edición, uno se registra y entra en un sorteo. Y si la suerte te acompaña (la que escribe estas líneas lo intentó infructuosamente), necesitarás al menos unos cuatro meses de entrenamiento. Porque correr más de 40 kilómetros es un reto físico y mental: es una lucha contra uno mismo, sus músculos y su mente.
A pesar de que llevo muchos años, unas veces más activamente que otras, atándome unas deportivas y saliendo a trotar, aún no he conseguido atreverme con una prueba: la maratón. Porque correr no es de cobardes sino de valientes, hay que tener mucha fuerza física para enfrentarse a 42 kilómetros. Y ya lo dice Murakami en su libro De qué hablo cuando hablo de correr, sobre esta prueba: el crono es lo de menos, lo importante es “dar todo lo que tienes, aguantar todo lo que tengas que aguantar y saber que puedes estar satisfecho”. Porque, y volviendo a citar al escritor, “aunque sea un acto inútil, el esfuerzo que le pones se queda dentro de ti”.
Pero, la maratón de Berlín es también un tour por la ciudad. El recorrido permite disfrutar de las mejores atracciones en un ambiente particular: rodeado de cientos de personas, la mayoría de ellas foráneas, mientras eres animado por miles de espectadores. Y es exactamente así cuando los no corredores pueden participar: saliendo a la calle a cualquier punto –son 42 kilómetros de recorrido, así que no es muy complicado encontrar esa esquina en la que permanecer durante una hora– y ver pasar a los participantes. Los primeros, por supuesto, serán los maratonianos profesionales, pero tras ellos aparecerán ese padre corriendo, a la vez que empuja el carrito de su bebé, aquel amigo que perdió una apuesta, aquel berlinés para quien la felicidad es poder recorrer una vez al año las calles de su ciudad… Miles de valientes con miles de motivos, pero con una misma meta: ganar esa partida contra uno mismo.
Salga a la calle el día 28 y disfrute de esta fiesta, porque la maratón de Berlín no es solo la locura de varias personas corriendo hasta que sus piernas digan basta. Es una ciudad volcada en esos corredores que, desde los meros espectadores a los voluntarios que ayudan a que la carrera se pueda realizar, anima y aplaude a estos héroes que quizá una vez en la vida o quizá año tras año decidan ponerse el dorsal y disfrutar de esta ciudad de otra manera. Quién sabe, quizá le pique el gusanillo y decida calzarse las botas el próximo año. Por si acaso, un último consejo: las inscripciones para la maratón de Berlín 2015 empiezan el 18 de octubre. Porque, una vez traspasada la meta, el único camino es ponerse a pensar en la siguiente.
MARATÓN BERLÍN 2014
Punto de partida: Str. des 17. Juni, entre Brandenburger Tor y “Kleiner Stern”
Mapa del recorrido: www.bmw-berlin-marathon.com/interaktive-karte
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