Escrito por: Actualidad CULTURA Historia OCIO

Hannah Arendt y el siglo XX | Exposición en Berlín

Berlín está viviendo cada vez más distensión en las medidas contra el coronavirus. En un intento de normalizar la pandemia en la vida de los berlineses, desde el 18 de mayo y hasta el 18 de octubre de este año, se puede visitar en el Deutsches Historisches Museum (Museo de Historia de Alemania) una de las primeras exposiciones abiertas al público: Hannah Arendt y el siglo XX.

La exposición con el lema “Nadie tiene derecho a obedecer” es un recorrido de dos plantas por la vida de Hannah Arendt, inseparable de su obra. Arendt (1906-1973), filósofa judía nacida en Hannover y exiliada en EE. UU., se aproximó como pocos pensadores a los asuntos más relevantes que acusaron el siglo pasado y que actualmente siguen aflorando en nuestras opiniones sociales y políticas. Por esta razón, en la visita va a resultar familiar leer sobre totalitarismos, refugiados, segregación racial, maneras de aproximarse a la memoria, el juicio de Eichmann o el feminismo.

Lo que el visitante encontrará en esta exposición es una amplia selección de objetos y documentos personales de Hannah Arendt, desde artículos y joyas hasta una carta personal de Martin Heidegger, pero también artículos de prensa, carteles de la reconstrucción de Berlín tras la guerra o los recuerdos familiares de Daniel Cohn-Bendit.

Sorprende que el hilo conductor de esta pensadora sea la práctica del librepensamiento porque, más allá de identificarse con una ideología, nación o partido político, Arendt mantuvo una independencia que la ayudó a cuestionar su entorno. Acostumbrada a generar una reacción con sus afirmaciones, su figura creaba tanto admiración como polémica.

Esta filósofa vivió en primera persona muchos de los acontecimientos que marcaron nuestra historia, cuyas consecuencias seguimos experimentando ahora. En el recorrido se desprende que sus reflexiones sobre los derechos humanos provienen de su experiencia como refugiada, que su hogar es la lengua materna y no un espacio físico y nacional, o que el colonialismo contribuyó a crear la idea de superioridad de la raza, y los campos de concentración  son la consecuencia lógica de estos.

Tras la guerra, criticó la facilidad de la sociedad alemana para olvidar el pasado, así como la permanencia de antiguos simpatizantes nazis en la actividad civil y pública, o la colaboración de la Iglesia con el nazismo. Su exhaustivo análisis en relación a estos temas puede resultar inspirador, sobre todo porque invita a abordarlos de manera más reflexiva que emocional y ayuda a pensar la política de hoy con una aproximación más profunda.

Esta exposición llega en el momento justo, ahora que en tiempos de pandemia se ha bajado el volumen de la tecnología como solución a todos los problemas y las voces de los pensadores se oyen más alto. Entre todos ellos, nadie jugó un papel más activo y abarcador en el siglo XX que Hannah Arendt.

La muestra cierra con una amplia sección dedicada a sus amistades, desconocidas para muchos y de gran importancia en la vida de Arendt, que siempre vivió rodeada de ellas tanto en su hogar de Nueva York como en sus vacaciones en Suiza. Al final del recorrido, una pregunta al público: “¿Qué significa juicio?” , con la posibilidad de compartir una respuesta en el libro de visitas junto a la salida.

Sí, es toda una experiencia exótica salir de los muros de cualquier barrio berlinés para llegar hasta este museo en obras, aparentemente inactivo, que se erige en medio de Unter den Linden. Además, nos recuerda la suerte que tenemos de vivir en Berlín para tener al alcance exposiciones de este calibre. Si quieres conseguir tu entrada, solo tienes que reservar cita previa en la página oficial del museo, escoger una hora y presentarte el día señalado con tu mascarilla.

Exposición en Berlín: Hannah Arendt y el siglo XX | hasta el 18 de octubre*

Deutsches Historisches Museum – Unter den Linden 2 (10117 Berlín-Mitte)

www.dhm.de/ausstellungen/hannah-arendt-und-das-20-jahrhundert

*Las entradas se compran vía internet (8 euros) con asignación de franja horaria. El museo recomienda llevar guantes, y por supuesto la mascarilla. Hay dispensadores de desinfectante, es posible hacer uso de audioguías (son desinfectadas antes y después de cada uso). Además, desde el museo recomiendan que cada visitante traiga sus propios auriculares.

Texto y fotos: Belén Lucas para BA © mayo 2020



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