La exposición “Los bronces de San Casciano dei Bagni. Una sensación surgida del barro” se expone hasta el 12 de octubre de 2025 en la Galería James Simon de Berlín.
En 2005 en la localidad italiana de San Casciano situada en la provincia del Sena, conocida por tener varias termas y zonas magmáticas valoradas por sus propiedades beneficiosas, se comenzaron a escavar unos baños milenarios, todavía activos. Nadie esperaba que llegado el 2022 surgieran del barro termal más de 20 estatuas de bronce del siglo I al V a.C. excepcionalmente bien conservadas gracias a los minerales.
Esta generosa muestra regala a la sociedad contemporánea una visión de los rituales curativos y prácticas religiosas de la cultura etrusca en transición a la romana.
La caída de un rayo convirtió el lugar en santuario
En las tradiciones etrusca y romana, la caída de un rayo se consideraba una manifestación directa de la voluntad divina y el lugar donde caía se convertía en lugar sagrado. El ritual recibía el nombre de fulgur conditum o entierro del rayo, pues habría marcado el inicio de la sacralización del lugar, como así lo indica el rayo de bronce hallado a tres metros bajo el barro y declarado así «locus fulguratus» o lugar fulminado, convirtiéndolo en lugar de devoción y de sanación. A partir de entonces, se realizaron ofrendas o votos de bronce y terracota para pedir o agradecer curaciones y se depositaron figuras y objetos de forma sistemática en las aguas termales.
Aquí se cumplió el voto de forma libre y merecida: Votum Solvit Libens Meritum
Mientras que entrar en la Galería James Simon es lo más parecido a penetrar en un templo, luminoso y ascendente, la exposición se encuentra en la zona más subterránea del edificio, donde las paredes se vuelven oscuras, largas y laberínticas y la única luz alumbra estratégicamente las formas de los bronces. Entre las figuras también encontrarás inscripciones en latín y etrusco del primer siglo antes de Cristo, cuando Etruria fue absorbida por la influencia romana y todavía convivían sus lenguas.
Los bronces te mostrarán la indisoluble relación de la época entre lo terrenal y lo divino. Donde cada figura es una ofrenda cedida por personas esperanzadas a cambio de recibir la sanación. Esta práctica habitual en época etrusca nos descifra el sentido sacrificial de la vida y la relación entre la magia de estar vivo y la de tener el permiso divino de seguirlo.
Entre las ofrendas personales en busca de la buena salud y la devoción hacia la intervención divina, se encuentran partes específicas del cuerpo, exvotos en forma de piernas, brazos, manos y órganos poliviscerales o un torso masculino fundido en una perfecta mitad difícil de imaginar sin la tecnología moderna. Todas estas figuras se entregaron al barro con toda la fe en sus poderes curativos y como agradecimiento y alivio a dolencias específicas.
El niño augur
Entre todas las figuras destaca el niño augur. Seguramente ofrecida por padres preocupados por su hijo a cambio de protección divina. El niño está vestido con toga, realiza el gesto característico de los augures -sacerdotes encargados de interpretar los signos divinos- y mantiene una bola móvil en la otra mano. En estos tiempos, las figuras de bebés se distinguían por la bulla, colgante protector que tenía forma de sol para los niños y de luna para las niñas.
Estatuas de Apolo e Higía
Sin embargo, los órganos, las partes del cuerpo y los niños no estaban solos en el barro, entre las 24 estatuas de bronce se incluyen representaciones de dioses relacionados con la salud y la sanación, como Apolo e Higia. Apolo era el dios de la profecía, protegía la salud y otorgaba propiedades curativas a las aguas termales. Su hijo Asclepio es el dios de la medicina. Por su parte, Higia, en la mitología griega era la diosa de la salud, la higiene y la prevención de enfermedades.

Excavación 2022: situación de hallazgo de la estatua de un joven gravemente enfermo © concesión de la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje para las provincias de Siena, Grosseto y Arezzo; Foto: Emanuele Mariotti
Monedas y joyas
Para terminar el recorrido, se han encontrado más de 10.000 monedas y otros objetos, como anillos y láminas de oro, que evidencian la importancia del santuario como un centro de peregrinación accesible para personas de diversos estratos sociales. Lanzar monedas a las fuentes ya traía suerte desde el siglo I por lo que no faltan miles de monedas romanas y etruscas, además de joyas y otros objetos votivos con inscripciones en lengua etrusca y latín.
En 2024 continuaron los descubrimientos. El número de estatuas de bronce descubiertas aumentó hasta casi la treintena. No te pierdas esta visita al barro medicinal toscano y descubre cómo en tiempos etruscos el arte sirvió para representar la fe y, como citan en Medea, “tras lo inesperado la divinidad se abre paso”.
Exposición en Berlín “Los bronces de San Casciano dei Bagni. Una sensación surgida del barro” | Hasta el 12 de octubre
James-Simon-Galerie (Bodestraße 1-3, 10178 Berlín-Mitte)
Más info aquí
Belén Lucas para Berlín Amateurs © septiembre 2o25; fotos cortesía smb.museum ©
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