El festival del nuevo cine de Berlín y Brandenburgo tiene este año como lema emocional –no demasiado rebuscado, por cierto– “¡hecho con amor!”, algo que, además de desconcertar bastante, cuesta mucho creer, viniendo de un alemán. El eslogan y la acción. Es la octava edición que el equipo dirigido por Hajo Schäfer organiza este evento considerado en su ámbito uno de los 3 más potentes de la ciudad, o lo que es lo mismo: el tercero. Made in Berlin-Brandenburg es la sección-concurso para las categorías largometraje, documental, mediometraje y cortometraje de este festival donde ninguna de las cintas ha sido estrenada todavía. Una iniciativa que planta cara a la elogiada internacionalidad de la Berlinale a través de un grotesco arrebato de orgullo local.
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Además de proyecciones, discursos (de esos interminables por los que se pirran en esta nación), fiestas y talleres, un concurso: optan a los premios 10 largometrajes, 10 documentales, 10 producciones de duración intermedia y 20 cortos que conforman la participación de 50 filmes producidos en la región. Producciones jóvenes, experimentales, salvajes, de presupuestos low cost que a veces ni cuentan con guión o creaciones de gran valor en el gasto y en lo escénico. Premios en metálico y en especies (equipamiento fílmico) galardonan cada categoría donde hay reconocimiento para el mejor cámara o director, pero no para el actor o actriz de turno, con el consiguiente perjuicio que para sus egos seguramente supone.
Achtung Berlin… mit Liebe gemacht!
El cine documental, de gran peso en este festival, suele caracterizarse por su evidente corte político que en algunos casos tematiza la realidad social alemana a la que muchos expats nos vemos expuestos. En esta clasificación se sitúa Werden Sie Deutscher, una pieza de Britt Beyer, que además de sueños, aspiraciones de migrantes y los entresijos de los cursos de integración en la Volkshochschule, muestra, más que nada, a Alemania mirándose en el espejo de la integración.
Die Vermittler desvela otra de esas realidades de Berlín a la que algunos están muy acostumbrados. Astrid Schult comprime 35 días en la vida de 3 empleados de las oficinas de empleo de Neukölln y Marzahn para documentar, entre formularios y beneficiarios del Hartz 4, el calvario y la brutalidad de los Jobcenters desde dentro. De especial interés también nos parece Berlinized – Sexy an Eis, documental en el que Lucian Busse indaga en la escena techno de los noventa en Berlín, ahora que parece que ese mito inimitable de la ciudad-fiesta está ya a punto de disolverse, víctima de su propio éxito.
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La road movie Puppe, Icke & der Dicke, de Felix Stienz, que abre el festival en el Kino International la noche del 18, parte como una de las favoritas. Al mismo nivel se sitúa 90 Minuten, das Berlin Projekt, de Ivo Trajkov, donde un joven persigue por todo Berlín al que considera el asesino de su novia, otrora su mejor amigo y mentor, un thriller experimental, cuya contrarreloj nos remite a “Lola Rennt”.
O Dicke Mädchen, de Axel Ranisch, historia en la que Sven comparte casa, cama y vida con su madre, Edeltraut, aquejada de demencia y cuidada por un amigo de Sven mientras él trabaja. Cuando Edeltraut se fuga, comienza una aventura para los tres.
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Los Mittellange Spielfilme o películas de duración media (entre 30 y 60 minutos) son el clásico formato de proyecto de fin de estudios en las escuelas de cine alemanas. O lo que es lo mismo: la tarjeta de visita de esos realizadores en ciernes en la búsqueda de apoyos para su futuro profesional. Esta sección supone un escaparate de lo que será la nueva narrativa visual alemana.
En Babylon, Filmtheater am Friedrichshain y Passage Neukölln
Con una acogida cada vez menos confidencial y más masiva y proyecciones en el cine Babylon de Mitte, Filmtheater am Friedrichshain y Passage Neukölln, lo que quieren recalcar desde Achtung Berlin, como ya indica el propio nombre-reclamo del festival, es que además del Nuevo Cine Alemán, la prestigiosa Berliner Schule y la producción de cine establecida, existe una nueva generación de realizadores dispuestos a confirmar el interrogante que este festival plantea ¿Existe un cine alemán verdaderamente nuevo?
A las secciones competitivas se suman otras fuera de concurso: Retrospektive Filmland Brandenburg -respaldada por la fundación DEFA-, con producciones originadas en los confines de Brandenburgo en los últimos 100 años; Preview o el preestreno de 4 películas alemanas recientes y Ready for Take off, donde el aeropuerto es protagonista en cine documental y de ficción, bloque que conecta con la inminente apertura del aeropuerto internacional BBI. Así está der Stand der Dinge en el cine actual de la región y este festival te lo muestra previo pago de 8 euros por sesión.
ACHTUNG BERLIN
Del 18 al 25 de abril 2012
8€ por sesión o 6,50€ con descuento
www.achtungberlin.de
Daniel Zimmermann para Berlín Amateurs © abril 2012
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