Rodada en inglés en Berlín, Jerusalén y Playa (México), ambientada en la época presente y en los primeros años treinta, cuando el nacionalsocialismo empezaba a surgir en Alemania, Eclíptica conecta narrativamente estas dos épocas, dos historias simultáneas que otorgan otra profundidad a los eventos del presente que aborda la cinta. “Mi película es muy atípica porque no está rodada en español, aun cuando la historia principal retrata a un mexicano”, nos cuenta su director, Hugo Fortis. A la premiere en Berlín le siguen otras presentaciones en el circuito de cine independiente alemán y europeo. Y aunque Fortis admite la importancia de presentar la película en las salas de cine, “sin embargo, dado el creciente consumo de cine en Internet, distribuiremos la película ondemand a través de Vimeo”. Una solicitud de la película para participar en el Festival de Cine Judío de Berlín y Potsdam ya ha sido tramitada.
Artistas idealistas en Berlín
Luciano, protagonista de la película, es un artista idealista, poseedor de una tradición de artistas mexicanos que, como Diego Rivera, libran una batalla simbólica entre ideologías en el mundo. Luciano se ha unido en Berlín a Anne, fotógrafa berlinesa de moda; juntos comparten una gran felicidad. Sin embargo, poco a poco van descubriendo las dificultades de vivir en esta ciudad europea.
La historia, en gran medida, se centra en el rol de un migrante en Alemania y Europa. No obstante, Luciano es un migrante singular, matiza Fortis: dedicado por completo a su trabajo artístico, no está ligado a un empleo. Un filme en el que su propio autor admite referencias de Tarkovsky, Aronofsky y quizás hasta de Reygadas, además de varios elementos y rasgos autobiográficos. Una producción modesta que contó con el apoyo de la asociación teatral que dirige Lioba Reckfort. “La gente de esta asociación está entrenada para trabajar en proyectos con recursos muy limitados, eso ayudó mucho a concluir la película porque en el último tramo de la grabación ya no teníamos dinero”.
Para el rodaje de no contó con ningún apoyo institucional alemán, “lo descarté desde el inicio, siendo una película rodada en inglés, no estaba dentro de la política de la FFA, pues la base de la ley de cine en Alemania es la promoción del idioma alemán”. El apoyo fundamental lo obtuvo de uno de los coleccionistas de su trabajo, Javier Rodríguez Echeverria, aparte de aportaciones económicas propias y las de algún amigo que se sumó al proyecto.
El cine de ayer y de hoy
Confiesa que el cine alemán no le atrae mucho: “Existen varias voces aquí también en Alemania que opinan que el cine patrio pasa por un bache y que casi todo queda en entretenimiento. Sin embargo, todavía me emocionan muchas películas que hicieron hace treinta o cuarenta años Wim Wenders y Werner Herzog”. Si tuviera que definir su película por nacionalidad “puedo decir que es una película mexicana y en especial estoy enfocado en seguir trabajando y escribiendo películas que tengan una mitología que se pueda definir como mexicana; existen filmes en la filmografía mexicana que ya han retratado algunos de los motivos que para mí hoy en día captan mucho mi atención, como algunas de las cosas que hizo Luis Buñuel en México u otras que escribió Guillermo Arriga”.
Aunque se formó en el Centro Nacional de Arte mientras estudiaba pintura en la ciudad de México, desde que era niño Hugo Fortis siempre estuvo en contacto con el mundo audiovisual: sus padres eran reporteros gráficos, “mi madre también trabajó en IMEVISION, la televisión estatal, como actriz y también como fotógrafa”. Su trayectoria profesional abarca tanto el videoarte como la confección de guiones cinematográficos. “Actualmente estoy terminando la novela sobre la misma historia de la película y también me dedicó a la publicidad”.
Admite que parte de la película retrata de una manera extraña sus preocupaciones personales sobre la relación con su hijo. El filme también viene a reflejar la libertad que ostenta Berlín como una ciudad de libertades y excesos: Luciano también prueba el camino de los excesos como una puerta para detonar su creatividad. Si bien la película reflexiona sobre la contribución del arte en el mundo, la historia también muestra los obstáculos que existen en el planeta para que un arte completamente libre se dé. “Uno de esos obstáculos era el muro de Berlín entonces y otro también que sobrevive todavía es el muro que divide México y Estados Unidos”, como una suerte de eclipse, explica Fortis. “Eclíptica es como una relación astronómica entre el sol y la tierra; yo solo la usé porque quería tener un nombre parecido a eclipse pero que fuera femenino”.
Eclíptica se proyecta el sábado 14 de febrero en el Central Kino (Rosenthaler Str. 39), a las 22:45 horasSOBRE EL AUTOR:
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