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«The present in Drag». 9.ª Bienal de Berlín – Parte I

La novena edición de la Bienal de Arte Contemporáneo de Berlín, #BB9, que lleva por título «The Present in Drag» —traducido por algunos medios en español como «El presente travestido»—, comenzó el 4 de junio y se extiende hasta el 18 de septiembre. Durante tres meses y medio, y de acuerdo con el equipo curatorial de este año, el colectivo DIS (Marco Rosso, Lauren Boyle, Salomón Chase y David del Toro) con base en Nueva York, la bienal busca entrar en diálogo con la ciudad de Berlín para materializar las paradojas que contiene el mundo en este año 2016; más presente, imposible.

A través de cinco sedes, con 120 artistas y la mayoría de las obras producidas para la exposición, la propuesta de DIS se centra en temas que confrontan las promesas de libertad, felicidad, bienestar y comodidad ofrecidas por el neoliberalismo que gobierna nuestro tiempo. Internet es el medio predominante: el análisis crítico de las redes y el narcisismo que producen, la vida online, el entorno global hipervinculado, el individuo como dato, la vigilancia en y fuera de la red o la cultura como capital son los temas que tratan los artistas y obras escogidos.

Además DIS cubre también el presente cultural desde la perspectiva generacional —el 95 % de los artistas han nacido a finales de los setenta y en los ochenta y residen en Berlín o Nueva York—. Las piezas expuestas poseen una imagen impecable, seductora, siendo fotografías y vídeos en alta definición y de carácter instalativo el formato más abundante. Estética de videojuego, realidad virtual, simulaciones, tecnología 3D… Todo es plano y muy brillante. Adiós al formato «archivo», tal y como lo entendemos en las exposiciones de arte contemporáneo, o sea las vitrinas con documentos, porque desaparece.

A lo largo de estos ya casi dos meses, el equipo curatorial DIS y la bienal han recibido a partes iguales tanto críticas negativas como alabanzas. Sorprendentemente, la prensa alemana es de las positivas. #BB9 es diferente, pero no como propagan las críticas apolítica, superficial y prescindible. En la superficie precisamente se quedan esas críticas. La muestra tiene un fuerte carácter político, aunque no centrado en las narrativas habituales tan polarizadas, ya que, de hecho, el mundo ya no está polarizado: derecha/izquierda, racismo/división, pobreza/riqueza, lo público/lo privado —también tratadas de modo indirecto—, sino que se centra en filosofías que proponen una salida tangencial de las políticas agresivas neoliberales a través de inteligentes disidencias que proporciona el mundo digital .

Como hemos adelantado, #BB9 consta de cinco sedes, la primera y más extensa, Akademie der Künste, principalmente muestra trabajos sobre diferentes aspectos del espacio social.

A Reflected Landscape (2016) de Timur Si-Qin es un paisaje bucólico ficticio (quizás para apartarse de los tormentos de la ciudad) del que emerge una gran pantalla que muestra imágenes de sí mismo. Tal es la conciencia que de sí misma tiene la naturaleza, que se hace selfies como nosotros.

LIT es una serie de cajas de luz gigantescas —según DIS, una expo dentro de la propia expo—, similares a las que existen en las tiendas Duty Free de los aeropuertos o en los centros urbanos y comerciales de grandes y consumistas metrópolis. LIT contiene perturbadoras imágenes en HD de artistas reconocidos como Cao Fei o Torbjørn Rødland. De especial interés es SUPREM(E), la controvertida colaboración entre Bjarne Melgaard y la revista de izquierdas Semiotext(e), popular por dar a conocer filosofía francesa del siglo XX a los estadounidenses. SUPREME(E) además forma parte de un proyecto más extenso comenzado en 2015 bajo el paraguas de El placer casual de la decepción. El título ya de por sí supone toda una desconcertante declaración de intenciones.

En su trabajos colaborativos, Antoni Abad utiliza la tecnología de usuario para crear redes de individuos marginados. BlindWiki, es una app que ha sido desarrollada para y en colaboración con ciegos y deficientes visuales en Berlín. Los colaboradores utilizan teléfonos inteligentes con los que verbalmente documentan y comparten sus experiencias. Sus contribuciones de audio específicas y geolocalizadas se hacen accesibles al público de modo que se pueden escuchar in situ con un teléfono inteligente o en cualquier lugar online. Parte red social, parte geolocalizador del paisaje urbano y parte archivo participativo, el proyecto otorga visibilidad a personas que no están representadas en varios aspectos del día a día.

Debora Delmar Corp. nos vende un zumo que se llama Mint (acrónimo de México, Indonesia, Nigeria y Turquía), de donde proceden las frutas con las que han sido producidos. La poderosa imagen corporativa de la firma no recuerda precisamente a las condiciones de quienes hicieron posible esa producción en sus países originarios.

Jon Rafman propone un trabajo de realidad virtual sobre el mismo edificio de la AdK. En la pieza, a través de una gafas 3D se recrea la histórica plaza con una visión panorámica virtual que en última instancia converge en un sueño de caída libre en un océano. Un choque corporal real se produce en el espectador que espera en cola en el mirador de cristal del cuarto piso.

Trevor Paglen & Jacob Appelbaum, con su router encapsulado en una caja de plexiglás, proporcionan acceso y conexión a internet con navegación anónima e imposible de detectar por Google, Facebook y otros sistemas de tracking etc.

Histriónicos siempre, Lizzie Fitch/Ryan Trecartin, en sus —según propia denominación— “teatros esculturalizados”, proyectan vídeos ya producidos y mostrados anteriormente. Fitch y Trecartin recrean de un modo exagerado, que no tan distorsionado, tanto la estética en el vestir como en el lenguaje, mediante monólogos aforísticos de jóvenes que solo piensan en divertirse y autorecrearse, y el efecto que la sociedad actual tiene en ellos.

The Happy Museum de Simon Fujiwara hace visible lo que hay bajo la superficie de la comunicación. De hecho, junto a los vídeos y objetos —estos sí en vitrinas—, se expone una montaña de polvo beige que no es ni más ni menos que el tono de maquillaje que usa Angela Merkel en sus apariciones en televisión, aparentemente diferente del que usa en su día a día.

Una de la pocas piezas con referencia a la guerra es ExtraSpaceCraft de Hito Steyerl, sobre el antiguo observatorio nacional de Iraq ahora en manos de ISIS, filmado con técnicas de simulación de realidad e imágenes reales sobre la zona.

Para no alargarlo más, en la próxima entrega trataremos las sedes restantes: ESMT, KW, Colección Feurle y el barco turista Blue-Star.

Hasta el 18 de septiembre

Diferentes localizaciones, chequear aquí

http://bb9.berlinbiennale.de/

Texto: María Muñoz
Fotos: Paco Neumann
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