Según cuenta la mallorquina Isabel Rotger, fundadora de la firma Act Series, su visita a la ciudad de Berlín la motivó a incursionar en el sector de la moda. Así, de un día para otro, decidió emprender en un proyecto con el objetivo de reinventar el diseño de las alpargatas tradicionales y convertirlas en un clásico contemporáneo adaptado al ritmo de la ciudad alemana.
Junto con su amigo Alex, quien actualmente es su socio, unieron esfuerzos con la misión de trasladar la clásica esparteña de Mallorca a Berlín. Sin embargo, la reinterpretación del calzado por el que apostaron se aleja del estilo mediterráneo y explora una imagen nórdica, sobria y auténticamente alemana.
“Si tu oyes la palabra esparteña y no has visto nada de la marca, te imaginas chicas en la playa en bikini y palmeras. Pero nosotros hemos hecho lo contrario”, explica Rotger a SModa.
Al momento de localizar su producción, los socios se afincaron en un pueblo de La Rioja, porque si bien Mallorca se considera la cuna de las alpargatas, en la comunidad autónoma existen muchas fábricas de calzado, pero no de esparteñas. Para Rotger era esencial encontrar un lugar que asegurara determinados acabados, así como la comodidad y la calidad de las pieles.
A siete años de la fundación de la empresa, la mayoría de sus ventas se concentran en Japón, Estados Unidos y Alemania. Desde ese entonces, la empresa se destaca en la variedad de sus modelos, desde sandalias para mujer diseñadas en piel becerro hasta sus clásicas alpargatas hechas a mano en España y con tintes 100 % naturales. Sus colecciones, dotadas de una identidad inconfundible, proporcionan suavidad, comodidad y acabados de lujo.
La llegada del coronavirus originó un escenario de urgencia mundial sin precedentes. Frente a este panorama de incertidumbre, el sector moda tuvo que adaptarse a las nuevas circunstancias, ya que era la única forma de sobrevivir en medio de la crisis económica.
En el caso de Act Series, la ausencia de clientes ocasionó una imprevisible acumulación de stock. Por lo tanto, los socios decidieron habilitar su oficina en Mallorca a moda de showroom. “Muchas tiendas a las que vendíamos cerraron y perdimos un gran número de ventas. Teníamos stock que nos sobraba, ¿y qué podíamos hacer?”, cuenta Rotger.
Fue entonces cuando decidieron convertir la parte frontal de su oficina en una tienda. Act Studio Store, que luce como una galería de arte, tiene como objetivo recuperar la venta en físico y dar a conocer el universo que gira en torno a la empresa. Y es que, a parte del calzado, la firma ahora expone una colección de cerámicas y sillas hechas a mano en Mallorca.
En cuanto a su visión para el futuro, Act Series no descarta ampliar su producción y trasladar su identidad a otras áreas externas a la esfera del calzado. Este crecimiento irá acorde con la estética que los define y fiel a sus premisas de funcionalidad, calidad y diseño.
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