Ayer abrió las puertas la cuarta edición de Berlin Atonal (nueva era), y aparte de los conciertos y performances programados para los cinco días que dura el festival en los cuatro escenarios, Atonal sigue fiel al principio de mostrar trabajos audiovisuales de vanguardia a modo de instalaciones permanentes —durante el festival, se entiende— en el nebuloso y oscuro ambiente de Kraftwerk.
En la planta baja, nada más entrar, Sabrina Ratté presenta la videoinstalación multipantalla Common Areas (Zonas Comunes). En este trabajo, luces vibrantes y electrones sobre monitores de rayos catódicos dan vida a arquitecturas rígidas, mientras se crea un espacio en constante evolución marcado por transiciones automatizadas. Líneas negras escanean la imagen para revelar nuevas dimensionalidades arquitectónicas al tiempo que subrayan la tensión entre la superficie de la pantalla y la profundidad del espacio representado.
Le sigue, avanzando hacia el interior y delante del Stage NULL, la monumental instalación de luz site-specific creada por Marcel Weber (MFO), Andrej Boleslavsky y Roly Porter. Titulada Acceleration Space (Espacio de aceleración), la instalación permite al espectador experimentar el movimiento no-físico a través de la luz y del sonido, los movimientos percibidos son tanto lentos como superrápidos, desde una sola dirección hasta haces de varios niveles multidimensionales. Según sus autores, la instalación es una investigación metafísica sobre el poder de la mente para construir una realidad sobre el mundo exterior, únicamente mediante impresiones sensoriales. La pieza sumerge al visitante en una serie de cadenas de luz hechas a medida para este espacio.
El sótano de Kraftwerk alberga el trabajo Four Pillars de Rose Kallal, artista con sede en Nueva York que conjuga instalación, sonido y performance en sus piezas. Su inmersiva instalación consta de cuatro películas de 16 mm en bucle creadas mediante diferentes técnicas —animación tradicional, vídeo synthesis/feedback o animación por ordenador— en conjunción con las propias piezas de sonido trance de Kallal. Los bucles de las películas de 16 mm se proyectan a distintas velocidades con el fin de crear un flujo de imágenes no lineal e hipnótico que se repite tanto visual como musicalmente.
Por último, en la planta intermedia se encuentra la sala de proyección panorámica Projektionsraum, donde cada noche se presentan obras de un artista diferente. El miércoles, Carla-Chan presentó The Melting Black, una obra que explora la dinámica entre las transformaciones naturales y los algoritmos informáticos impredecibles. El jueves, Yuxi.Cao presenta Macrocosm. Este trabajo se basa en el software auto-generativo que crea artefactos digitales que sobreviven y evolucionan, desde simples criaturas orgánicas a complejos organismos. El viernes, Luis Sanz muestra su pieza STM ~ Intemporalm, en la que experimenta con la acústica, el espacio-tiempo, la percepción y la imaginación visual. Recent Arts, el proyecto colaborativo de Valentina Berthelon y Tobias Freund, llega el sábado con And so on to Infinity. El domingo, Rainer Kohlberger, galardonado artista y director de cine austriaco cuya obra investiga las composiciones algorítmicas con estética reduccionista influenciada por la planitud, los aviones no tripulados y la interferencia, muestra Never Comes Tomorrow.
24-28 agosto en Krafwerk Berlin (Köpennicker Str. 70)
María Muñoz para BA © agosto 2016 – Fotos Berlin Atonal 2016: Paco Neumann para BA © agosto 2016
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