Escrito por: Alemania Escapadas OCIO Schönes Wochenende Ticket

Schönes Wochenende Ticket II: Rostock

Rostock. Ciudad hanseática. Nordeste de Alemania. Estamos en el estado federal Mecklemburgo-Pomerania. Último tramo del río Warnow, cuyo estuario se sitúa a 12km del mar Báltico, el popular Ostsee. Punto crucial para el comercio marítimo desde el siglo XIII y el abastecimiento de los puertos de Europa, la historia de Rostock está ligada a su situación geográfica, al comercio y a la construcción naval. Sus primeros pobladores ya en el siglo XIII vieron aquí un filón mercantil en el tránsito marítimo. Hoy cuenta con puerto internacional, dos grandes astilleros, muelle petrolero y flota pesquera.

En el siglo XIX la ciudad tenía la mayor flota mercante del Báltico, que se fue al traste con la Primera Guerra Mundial. Sede de la industria aeronáutica militar durante el nazismo, Rostock fue otra vez destruida en la Segunda Guerra Mundial para convertirse más tarde en el puerto principal de la RDA. 200 mil habitantes llenan de ausencia sus calles y de quietud sus edificios con aguilones en colores suaves o fuertes. Schwerin es la capital administrativa del estado, pero el motor comercial y turístico de Mecklemburgo-Pomerania sigue siendo Rostock.

Esta ciudad sale bien en las fotos y en las postales sin necesidad de maquillaje ni Photoshop. Idónea para el paseo; todo aquí reposa en su lugar exacto. Sin espontaneidad. Sin improvisación. Nada parece alterado ni bullicioso. Como un decorado en el que quizá sólo se olvidaron de la contratación de más extras. No hay casas en ruinas, socavones en la calzada ni suburbios sombríos en los que dé desconfianza o entusiasmo adentrarse. A Rostock le pega los tonos pastel. Esos colores en las fachadas hacen que uno se sienta, a la fuerza, seguro, sano y a salvo. A ratos una ciudad extraña; por momentos una zona industrializada. Y en otras partes, un pueblo abandonado. Ciudad balneario de los alemanes del este, mantiene en la actualidad conexiones marítimas con Dinamarca, Suecia o Finlandia.  El 40% de turistas que recibe procede de Suecia.

Todo en un día

39€ es lo que cuesta el ticket con el que la Deutsche Bahn permite viajar hasta 5 personas juntas durante el sábado o el domingo en la red de trenes regionales de todo el país. Ya sabes: el Schönes Wochenende Ticket. Una excusa indeclinable para una escapada a Rostock. Estamos en el centro de la ciudad. Neuer Markt viene a ser la plaza mayor donde se encuentra el Rathaus, ese edificio rosa del siglo XIII, aunque con fachada del siglo XVIII y 7 torres barrocas de ladrillo rojo y negro. Compuesta de casas con gabletes, desde Neuer Markt accedemos a Kröpeliner Strasse y a sus casas burguesas de los siglos XVI y XVII. En esta calle peatonal  se concentra todo el tránsito humano. También tiendas, cafés, restaurantes, bares, puestos callejeros y la universidad.

En torno a la universidad de Rostock –fundada en 1419, hoy con fachada de estilo neorrenacentista, una de las más antiguas del mundo en la que estudian 15 mil alumnos- se asienta el barrio estudiantil de la ciudad (Kröpeliner Torvostadt) y el foco de la vida nocturna. La calle muere en Kröpeliner Tor, torre de 55m de alto, resto de la antigua muralla de la ciudad como igualmente lo son Steintor o Kuhtor. También encontramos vestigios de la muralla medieval en Wallstrasse y en el parque Wallanlage.

De su racimo de iglesias cuelgan piezas góticas como Marienkirche (del siglo XIII, con su reloj astronómico detrás del altar y el órgano barroco que cubre la totalidad vertical de una pared), Petrikirche (restaurada a mediados de los 90, de la que sobresale la torre de 117m que sirvió de atalaya en el pasado) y Nikolaikirche (con sus 20 viviendas en la primera planta de la iglesia), esta última rodeada de calles estrechas, antiguas y adoquinadas, una de las partes más genuinas de la ciudad. Museos esenciales son el Cultural de Historia, y el Schifffahrtsmuseum (museo naval). Rostock es uno de esos sitios sin oferta cultural desbordante. De centro histórico reducido, no es más que una ciudad escueta que prepara para el atractivo de la costa báltica.

Warnemünde, la playa más amplia del Ostsee

Desde Rostock se puede acceder a Warnemünde en tren (S-Bahn) o en ferry (10€ ida y vuelta si se sabe negociar). Si uno va a Warnemünde en barco, observa desde el río la mezcla de viejas construcciones con decorativos aguilones y nuevos Plattenbauten estilo socialista, los astilleros con sus barcos varados en proceso de reparación (el puerto está en el río y no en el mar) y los pescadores. Contrastes.

Pueblo de pescadores, Warnemünde es el distrito costero de Rostock, donde se concentra la industria turística. Warnemünder Flaniermeile Am Strom (antes llamado Vörreeg/Vorderreihe) es el paseo de casas de dos plantas en tonos pastel, tiendas, cafés y restaurantes, saturado de transeúntes, que conecta el embarcadero y la estación de trenes con la playa. En su parte derecha tiene lugar cada fin de semana el Fischmarkt. Warnemünde presume de amplitud de costa y arenal de 100m que lo separan de la primera línea de una playa de agua helada en la que nadie se baña.

Sol, mar, viento, pescado, marisco. Más viento. Am Strom se sitúan los barcos pesqueros rojos convertidos en restaurantes y Kneipen. El centro comercial Am Leuchtturm marca el punto de partida hacia el paseo marítimo, Strandpromenade, o hacia Alexandrinnenstrasse, zona de restaurantes. El Hotel Neptun es inevitable: Plattenbau versión rascacielos al final del paseo. Más allá de este hotel, alcanzamos Wilhelmshöhe, litoral libre de construcción, playas de arena blanca sin fin, jalonadas por bosques de frondosidad impenetrable.

Schönes Wochenende Ticket online

www.rostock.de

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Redacción Berlín Amateurs © julio 2011
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