Berlín es sin duda una ciudad vibrante y absolutamente gay friendly. Colorida, cosmopolita y tolerante, es uno de los destinos más populares de Europa para turistas y visitantes LGB.
La Berlín actual es una de las ciudades más abiertas del mundo, la escena queer hace tiempo que eclosionó. Hoy se pueden encontrar en cada barrio de la ciudad bares, fiestas o un montón de clubs y eventos donde cualquier persona homsexual o bisexual se sentirá a gusto. Cada verano acontece la Semana del Orgullo Gay, pero lo más destacado del calendario es, sin lugar a dudas, el desfile anual del CSD (Christopher Street Day) a finales de julio.
Medio centenar de carrozas y hasta 750 000 personas celebran ese día desfilando por Berlín hasta la Puerta de Brandeburgo. La gigantesca cabalgata del CSD llena las calles de la ciudad no solo de fiesta y color, sino sobre todo de reivindicaciones políticas y manifestaciones por la igualdad de derechos LGB.
Por suerte, al ser esta una ciudad tan abierta y tolerante, realmente no hay que buscar un gueto en el que refugiarse para encontrar mujeres afines. En toda la ciudad la presencia de personas homosexuales o bisexuales es tan común y está tan normalizada que en cualquier bar, fiesta o evento todo el mundo puede sentirte cómodo. La norma es la mezcla, la variedad está presente en todas partes y a nadie le importa con quién se besa la persona que tiene al lado.
Aunque si existe un núcleo donde la actividad LGB está más presente este se localiza en el distrito de Schöneberg. Desde los años de la República de Weimar, la década de los años veinte, el charlestón y los cabarets, este área gozaba de una reputación bien merecida por albergar una vida nocturna más animada y abierta.
En esos años, en Schöneberg había más bares de lesbianas que en cualquier otro barrio de Berlín y era todo un hot spot que nunca se ha vuelto a igualar. Esta identidad, aunque más mixta, sigue presente hoy. No hace falta más que darse un paseo por sus calles. Gran número de cafeterías, hoteles, restaurantes y tiendas lucen en sus fachadas las banderas de los diferentes colectivos dejando claro las preferencias de su concurrencia. Pero si eres una mujer lesbiana o bisexual quizás te interese leer nuestra lista más enfocada a nosotras.
Centro cultural Begine
Para una mujer bisexual o lesbiana en Berlín, encontrar lugares interesantes que visitar durante el día no es tarea complicada, aquí y en cualquier otro barrio de la ciudad. Locales como la cafetería y centro cultural Begine son imprescindibles para toda lesbiana que visite la ciudad. Fundada en 1986 como casa okupa, se establece como lugar exclusivo para mujeres. Punto de referencia para disfrutar de lecturas feministas y para informarse de cualquier evento para mujeres lesbianas en la ciudad. Organizan muchas fiestas, conciertos y conferencias.
Archivo Spinnboden
Otro lugar que ninguna lesbiana debería dejar de visitar es la biblioteca y archivo Spinnboden. En 1973 el colectivo HAW (Homosexuelle Aktion Westberlin) trabajaba a favor del movimiento gay en Berlín. Comenzó a documentar su trabajo a través de la recopilación de folletos, carteles y recortes de prensa. Es así como nace el Spinnboden «Archivo para el descubrimiento y la preservación del amor de la mujer e. V.». Hoy es mucho más que un simple archivo; es el tesoro histórico más grande y antiguo de Europa de temática lésbica. Como además de archivo es una biblioteca, la mayoría del material que custodia es de préstamo. Aparte de todo esto ofrecen servicios de asesoramiento para mujeres lesbianas, bisexuales y personas transexuales.
Memoriales
El Memorial de Hilde Radusch, entre las calles Winterfeldtstr. y Eisenacher Str., también puede ser una visita interesante para cualquiera. Se trata de un pequeño lugar para el recuerdo de Hilde Radusch, quien luchó toda su vida por la igualdad de derechos. Una mujer lesbiana, gran fumadora, comunista y víctima de la represión nazi por su condición sexual.
Otro memorial famoso es el Monumento a homosexuales que sufrieron el nazismo. Un bloque de hormigón negro en el parque de Tiergarten que cuenta con una pequeña ventana. Si se mira a través de ella, se ve a personas del mismo sexo besándose. Este monumento incluye una placa que recuerda que las persecuciones a homosexuales continuaron después de la guerra.
Schwules Museum
Aunque sin duda un lugar donde acudir sin falta es el Schwules Museum. Una de las mayores y más significativas instituciones sobre movimiento gay en Berlín y sobre diversidad sexual y conceptos de género del mundo. Este museo está dedicado a proyectos de vida homosexuales, lésbicos, bisexuales y transexuales en la historia, la cultura y el arte. Cuenta con una importante colección en exhibición, además de organizar exposiciones temporales y disponer de una biblioteca de consulta y archivo.
Pero no solo de memoriales, museos y archivos viven las mujeres lesbianas. En las noches de Berlín se tiene mucho donde elegir y ahora más que nunca. Una puede ir a cualquier lado, pero señalar que antes las fiestas y clubs estaban más relegadas a público gay masculino. Desde hace algunos años, se celebran fiestas donde no solo el mix es la pauta, sino que son exclusivas para mujeres lesbianas. Los gáis y heterosexuales si son amigos serán bienvenidos, pero la última palabra, como siempre en Berlín, la tiene el personal de puerta.
Bares de ambiente gay en Berlín
En el barrio de Kreuzberg son famosos los martes del bar Möbel-Olfe, cualquier día en la cafetería Südblock o en el CaféKneipe Oya. También en Kreuzberg está la librería She Said. Neukölln cuenta con los bares Alaska y Silver Future. En Prenzlauer Berg se sitúa el bar y librería Poor and Literate. En Friedrichshain se localizan el Himmelreich y un mítico old school, el Die Busche. Y en cuanto a fiestas en clubs, Berlín puede ofrecer la L-tunes, Girls Town, Mermaids, Gentle Womans Club. Y las más nuevas y de carga latina: Culoka, Puticlub y Tropikinky Queer Cumbia Party. Perfectas para cualquier mujer lesbiana que quiera hacer trabajo de campo.
En Berlín se puede ser quien se quiera ser. Amar y desear a quien se quiera, porque aquí libertad y tolerancia no son solo palabras. Pero pese al intenso movimiento gay de Berlín, seguir luchando por la igualdad de derechos LGB es obligatorio.
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