Escrito por: Mi Berlín

«Todos los caminos llevan a Wedding»

Creixell Espilla Gilart berlin

CREIXELL ESPILLA GILART

Der Wedding kommt! Esta frase la llevo oyendo desde el año 2005. Parece que en nuestra ciudad hay la manía de querer predecir cuando la temida gentrification va a llegar a alguno de los barrios «duros de pelar»… o de domar, en este caso. Primero, dicen, fue Prenzlauer Berg. Luego le tocó a Friedrichshain. Y parece ser que ahora «el lobo» está en Neukölln.

Llevo en Berlín 11 años. Mi primera estación fue Schlachtensee. Luego viví en Mitte. Y a partir de ahí, fui cambiando, como una turista en mi propia ciudad: Kreuzberg, Friedrichshain, Prenzlauer Berg… y finalmente, Wedding.

Cuando dije entre mis amistades que me iba a vivir a Wedding, me encontraba siempre con la misma cara de asombro: ¿a Wedding? Pero, ¿por qué? Los ojos saliendo de las órbitas, la boca abierta en una mueca entre medio asco y lástima, las cejas encorvadas a modo de defensa, como una máscara veneciana casi.

Quizás entre los lectores se haya producido también este efecto. Es por eso que me he decidido a escribir un texto de mis lugares favoritos en Wedding, a modo de un «48 horas en Wedding“.  Soy consciente de que confesar estos secretos a través de este texto puede tener consecuencias nefastas para Wedding: quizás después de leer este texto, hordas de berlineses sedientos de aventura y nuevos campos de acción invadan Wedding y lo conviertan en un Neukölln 2 o lo que es peor, en «Neue Prenzlauer Berg». Os lo dejo en vuestras manos. Alea Jacta Est.

Sábado

9:00 – Salgo a desayunar por el barrio. Voy a Auf der Suche nach dem verlorenen Glück en la Nazarethkirchplatz (Nazarethkirchstr., 43). Un título muy poético, quizás incluso un poco sarcástico para Wedding. Pero sé seguro que aquí encuentro mi suerte… y un buen desayuno. Excelente tortilla con tomate. También recomendable los diferentes desayunos.

10:00 – Me acerco a los Osram-Höfe (Oudenarder Straße, 16), donde antes hacían bombillas, ahora se muestra arte y se compra moda a precios ridículos. Outlet de Marc Cain como Geheimtipp… Primera estación mientras hago tiempo para que abran las galerías.

11:00 – Subo a la Meca de las galerías berlinesas –ergo Galerie Max Hetzler (Oudenarder Straße, 16-20)– , y por un momento fantaseo de que este espacio en el que estoy podría ser el comedor de mi casa. En una de las antiguas plantas de producción industrial, la luz es mi compañera fiel, silenciosa y amable, que me guía a través de la estancia.

12:00 – La peregrinación continúa. Siguiente galería: Guido W. Baudach (Oudenarder Straße, 16-20), también en los Osram Höfe. La luz sigue acompañándome. Normalmente no me encuentro con mucha gente en mis periplos galerísticos weddingeros. ¡Fiel amiga! Incluso en los Osram Höfe te han dedicado un restaurante: LA LUZ (Oudenarder Str. 16-20).

13:00 – Después de tanto arte, a uno le entran ganas de comer. Para esto está el todo-terreno Schrader‘s (Malplaquetstraße, 16 b), un clásico en Wedding y el primer restaurante del barrio (¡establecido ya en el 1999!). Las hamburguesas entran siempre bien y van acompañadas de unas chips demasiado tentadoras.

14:00 – Después de la hamburguesa hay que ir a quemar esos hidratos de carbono: una vuelta por la Müllerstraße empezando por la esquina Seestraße y continuando dirección sur hacia Leopoldplatz. Aquí hay edificios curiosos: 1) una óptica construida como si fuera un templo egipcio, con máscara de Tutankamun incluida presidiendo el local –Optik Schmiedeke (Müllerstr., 41)-. Se supone que el señor Schmiedeke tiene una debilidad histórica; a ver quién adivina cuál… 2) La perfumería Müller (Müllerstraße, 30a) es un viaje rollo «Back to the Future» en el que podemos regresar a los años 80, peinado de la cajera incluido, todo junto en el mismo pack. Espejos, abundancia, crepado y ¡hombreras! – sí, lo habéis leído bien. Increíble. 3) El supermercado asiático justo al lado de la óptica (cerca de U-Bahn Seestraße) te traslada a Shanghai o Bangkok sólo bajando las escaleras.

16:00 – Entre una cosa y la otra que se me está pasando la tarde y vuelve el hambre. Hago un tentempié en Carik Kuruyemis (Müllerstraße, 39) y creo que me han teleportado a Istanbul. La porción de Baklava con un vasito de té me pone las pilas.

17:00 – Acudo a hacer la compra de la semana. En la Müllerstraße hay un par de supermercados turcos con fruta y verdura fresca, como no la ves en los supermercados clásicos alemanes. ¡Tomates que saben a tomate! Qué fuerte…

Hago una pausa de 18:00 a 21:00 horas para ir a casa y descansar, espero que no os importe.

21:00 – He quedado en el Da Baffi (Nazarethkirchstraße, 41) con unos amigos que –pobres– viven en Prenzlauer Berg y ya no pueden siquiera fumar en el balcón de su casa porque la vecina de al lado se siente molestada y vejada por el humo. El Da Baffi es lo que más se parece a un local de hipsters en Wedding. Es un restaurante italiano con una buena selección de vinos, aunque un poco caro y excesivamente lento. Pero es lo más guai que hay en el barrio (de momento).

23:00 – Salimos del italiano y nos vamos a tomar unas copas al WeinundGeflügel –Malplaquetstr., 43– (para los amigos “WG”) donde ¡se puede fumar! Mis amigos están a punto de llorar de la emoción.

0:00 – Seguimos nuestra ruta de bares. Les llevo al Café Cralle (Hochstädter Str., 10 A), un bar/local alternativo/galería/Weinerei (donde se puede comer gratis y a cambio dar lo que a uno le parezca adecuado), y donde también se puede fumar. Mis amigos están en éxtasis.

02:00 – Nos hemos quedado con un poco de hambre. No problem. Vamos a Leopoldplatz y en la Luxemburger Straße está Baba Sultan Köfteci (Luxemburger Str., 34), donde 24 horas al día sirven platos combinados de carne a la parrilla, queso hallumi y producen ayran propio. La sopa de lentejas (suena a potaje pesadísimo, pero tranquilos, no estamos en Asturias, sino en Berlín) es exquisita.

03:00 – Después de haber llenado nuestros estómagos (de nuevo), vamos con la U6 a K-TV (Chausseestr., 36) el club de moda en la frontera entre Mitte y Wedding, a pegar unos bailoteos…

Domingo

12:00 – Me despierto.

13:00 – Me arrastro hacia el Eschenbräu (Triftstr., 67), uno de los bares más antiguos de Wedding, y tomo una cerveza de producción propia del bar, ¡una Hausbrauerei en todos los sentidos!

14:00 – Consigo despertar de mi letargo. Sigo caminando por el Sprengelkiez, hacia el Café Schadé (Tegeler Str., 23). ¡Uno de los mejores brunchs de Wedding!

16:00 – Un poco de cultura para ayudar a hacer la digestión: quien se interese por los inicios de Berín, no puede perderse el Mitte Museum (Pankstr., 47). Los principios proletarios e industriales de los barrios de Mitte, Moabit y Wedding son los que ahora albergan al cosmopolitismo mundial. De momento más en Mitte que en Wedding.

18:00 – Lo mejor de la ruta lo he dejado para el final: una merienda-cena en el Korea Haus (Nazarethkirchstr., 45), uno de los mejores restaurantes de comida koreana en Berlín. No puedo describirlo en palabras: ¡Tendréis que ir a probarlo vosotros mismos!

Bueno, ahora a parte de tener quizá uno o dos kilos más en vuestro cuerpo serrano, ya tenéis un Wedding Planner propio, o sea que ya sabéis: todos los caminos de Berlín os llevan a Wedding. El U-Bahn es un buen comienzo, sobretodo si venís a pie desde Neukölln. Y recordad: ¡Wedding kommt!

Creixell Espilla-Gilart es comisaria y gestora cultural, fundadora de la galería Vierter Stock Galerie Berlin (en Wedding, cómo no) –Schulstr. 109–. De Alcarràs (Lleida). Desde 2001 en Berlín

Creixell Espilla-Gilart para Berlín Amateurs © diciembre 2012
Foto Creixell © Rian Heller Photography, Berlin
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