Escrito por: Actualidad Alemania CULTURA Literatura

La potencia reticente. La nueva Alemania vista de cerca

La autora Pilar Requena en la presentación del libro

Se puede exponer a la poderosa, tan temida como envidiada, Alemania de hoy, con corazón. Basta con haber sido testigo del festejo tras el cambio en 1989 con la mirada de la periodista, formada en la Deutsche Schule de su Valencia natal, Pilar Requena. Su ilusionante visión del país protagonista de los acontecimientos más dramáticos del pasado siglo XX vive en argumentos como este: “Menos de un siglo después de la Primera Guerra Mundial, Alemania envía militares a defender los ideales pisoteados por sus abuelos y bisabuelos (…) a misiones de paz”.

El ensayo intriga con el título de Alemania: la potencia reticente. Es una reflexión acerca de la paradoja de la cuarta economía del mundo que no desea intervenir en guerras, se preocupa por el medio ambiente y que huye de ejercer de líder, en parte, debido al recuerdo de su pasado.

También porque entiende que Europa está concebida para la coexistencia y no bajo la hegemonía de ningún país. Como bien anota Requena, las decisiones a la alemana requieren de un tiempo de reflexión, a veces demasiado lento, otras, quizás, con la expectativa de que otros miembros cumplan reglas aún no satisfechas (fruto de una naturaleza social y económica diferente). Quizás Kissinger tenía razón cuando dijo aquello de  “Alemania es demasiado grande para Europa y demasiado pequeña para el mundo.”

Por ello, este libro analiza cuánto de alemana es Europa o si, citando a Thomas Mann, lo que se da es una Alemania europea. Y también procura ser cura contra prejuicios y estereotipos mal manejados, ya que Requena recuerda cómo el 13 de julio de 2015, cuando se resolvió la crisis griega, “otros países de la Eurozona, como Finlandia, Austria, Eslovenia, fueron incluso más intransigentes con el mandatario griego que el alemán”.   

En cualquier caso, hoy sufre de cierta esquizofrenia: “Por un lado a Alemania se le pide que ejerza el poder, a la vez se le recuerda su pasado y el temor que despierta, pero por otro, si no lo ejerce, se le echa en cara su falta de intervención”.

Un muro en los corazones

La autora relata sus experiencias durante el improvisado cambio en 1989, desde Berlín, la capital “adictiva, enérgica (…) y libre (…)”, la única que en cien años “ha caído tan bajo y ha llegado tan alto”. La misma que se vio cercada de la noche a la mañana y por casi tres décadas, como desvela Requena, en realidad, debida a cierta connivencia, en secreto, de los aliados.

La periodista retrata una nueva Alemania a través de encuentros con mandatarios y casos conmovedores, bien señalando el déficit  moral para atender a víctimas socioeconómicas de la caída de la RDA,  e incluso recordando la necesidad de compensar a algunas de las represaliadas; o en sus relatos sobre refugiados y hasta su impresión sobre “los cachorros del nazismo” y el temido nuevo AfD, surgidos por la inadaptación tras la Unificación: “los alemanes se reencontraron, pero creció un muro en sus corazones”.

El camino desde 1990 ha sido difícil, como bien expone Requena, desde sus páginas dedicadas a Kohl hasta  hoy, con una canciller al principio llamada “Das Mädchen” (la chiquilla) a hoy “Muti” (mamá), que es la única perdurable de todos los primeros ministros europeos. Una perfecta simbiosis de Este/Oeste en una jefa de gobierno con la que “todo puede ser posible”, desde las políticas neoliberales, hasta la acogida sin titubeos de refugiados o la eliminación de la energía nuclear, aun teniendo alma de Física.

Admira la narración de una nueva Alemania cuya estabilidad es fruto del ejercicio conciliador y constantes alianzas políticas. Incluso en su momento más crudo, el del pacto para la reforma económica de la Agenda 2010: “Las reformas fueron una de las causas de pérdida del poder de los socialdemócratas y Los Verdes. Unos años después, Joshka Fischer me confesaba con la sinceridad y la crudeza que le caracterizan cómo “nos vimos forzados, estábamos acabados (…). Por cada cien mil parados, había que añadir otros mil millones que no teníamos (…). En un caso así, hay que hacer las reformas necesarias. El precio fue que perdimos el Gobierno. Pero ¿qué es más importante, el futuro de la nación o seguir en el poder?”.

En un mundo volátil, como bien señala Requena, esa estabilidad es fundamental. Quizás “los alemanes han de aprender (…) a no ser tan arrogantes (…), ni pensar que su modelo es el mejor y debe ser impuesto”, pero, como también recuerda, no hay igual en el sentido de Vergangenheitsbewältigung, el de la superación del pasado y ejercicio de la memoria, como ejemplar punto de partida, ni desperdicio en una potencia cuya ciudadanía prima la honradez, el debate sin enfrentamiento, el sentido de convivencia en unidad y la justicia.

Lara Sánchez para Berlín Amateurs © agosto 2017
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