Escrito por: Aire libre De día Imprescindibles OCIO

Oda a la primavera en Berlín: jardines con carisma

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Aunque oficialmente ya es primavera, Berlín a veces se resiste a sus encantos, a su fiebre, a su furor. La primavera la sangre altera. En una estación en la que a nadie se le deberían curvar los labios hacia abajo como una especie de sonrisa al revés, es preciso mostrar predisposición a contagiarse de su ánimo hasta acabar convertidos en presa de una satisfacción punzante.

La primavera en Berlín, al igual que el verano, nos viene dosificada como una de esas muestras gratuitas de perfume caro que solo contiene siete miserables mililitros. Así que conviene saber administrarla. Y como los perfumes que se usan en ocasiones especiales, la primavera también brinda oportunidades únicas que han de ser aprovechadas con diligencia y sin desperdicio.

Si nos esforzamos por zafarnos del sórdido urbanismo, caeremos en la cuenta de que Berlín posee un conjunto de oasis insólitos lo bastante brillante como para inspirar poesía de versos lacrimosos fundados en amores arrebatados. Oda a la primavera. Si finalmente llega… Pero ¿qué se puede decir de una selección de plantas, de flores, más allá de que es hermosa o que huele bien? Veamos.

Los Jardines del Mundo en Marzahn

Hoy brilla el sol y el día es tibio y suave. Marzahn no es tan terrible como lo pintan. Ni como la gente se cree. Con su inevitable decadencia de extrarradio, eso sí; ese aire que determina un estilo peculiar y barato en la ropa, en el tinte  del pelo y en los cosméticos. Lo grotesco de Marzahn no son los bloques de viviendas suburbiales en sí mismos, sino los recursos que han usado para embellecerlos (colores vistosos, paneles estridentes, cristal esmerilado en tono añil en balcones e incluso motivos decorativos en forma de girasol en las fachadas), consiguiendo justamente un efecto (irreversible, me temo) aun peor que el contrario.

Gärten der Welt im Erholungspark Marzahn, convertido en los Jardines del Mundo del parque de recreo Marzahn en el año 2000, fue originalmente un parque construido como regalo de la RDA por el 750.º aniversario de la fundación de la ciudad de Berlín. Ostentan la categoría de uno de los tres jardines más bellos de Alemania. Nos adentramos en Marzahn, un barrio del este profundo, que antes de este parque, del turismo no sabía ni palabra. Veintiuna hectáreas. Abierto desde 1987, bautizado entonces como Berliner Gartenschau. Un paréntesis verde para Marzahn-Hellersdorf.

La onda expansiva de la caída del Muro también trastocó los cimientos originarios de este parque. Como tantas otras cosas, cambió de nombre y pasó a llamarse Erholungspark Marzahn (1991). Pero no sería hasta el año 2000 cuando se barajó la idea de convertirlo en una atracción turística. Era la génesis de los Jardines del Mundo. ¿El Jardín Chino? El primer reto ambicioso del proyecto. El recinto permite no solo el recreo, el descanso o el deleite bucólico, sino también la celebración de eventos, exhibiciones, juegos y otras actividades lúdicas y culturales. Y también posibilidades gastronómicas en consonancia con los jardines temáticos. Los Jardines del Mundo es un proyecto desarrollado por Grün Berlin Park und Garten GmbH.

El fin del invierno en Berlín y sus oasis urbanos extravagantes

El parque de recreo de Marzahn acoge jardines artísticos de latitudes dispares del globo. Once versiones esmeradas integran este complejo bucólico. La sensación en todo momento es de paz, tranquilidad, relax y sosiego, quizás inferida por el aroma de la vegetación circundante. A uno le da la sensación de estar en total armonía consigo mismo. En ese instante todo es perfecto: la suavidad de la luz, el ligero perfume del aire, el pausado rumor de la ciudad. Inspiro profundamente y la vida ahora me parece tan sencilla y transparente que un arrebato de amor parecido a un enorme deseo de ayudar a toda la humanidad me invade de golpe. Como a Amélie Poulain.

La primera atracción deleitante, el Jardín Chino (Chinesischer Garten), fue inaugurado en octubre de 2000 después de cuatro años de intensos preparativos. Cuenta con 4500 m² y es el jardín chino más extenso y completo de Europa. Desarrollado con la cooperación de Pekín y diseñado exclusivamente por arquitectos de paisajes de procedencia china, todos los materiales fueron importados directamente desde China y la construcción se llevó a cabo por artesanos de idéntico origen. Queda totalmente libre de sospecha la autenticidad de este jardín con sus soberbias pagodas.

El Jardín Japonés (Japanischer Garten) muestra plantas y flores típicas de la región como el arce, el cornejo o la lavanda a través de elementos del estilo zen clásico. Mientras realiza la fotosíntesis entre la humedad del pabellón de cristal, el Jardín Balinés al completo (Balinesischer Garten, desde 2003) respira desde su esplendor dotado de una profusión de plantas tropicales exuberantes: helechos, orquídeas, hongos, jazmín. El Jardín Oriental Cuatro Caudales (Orientalischer Garten «Garten der vier Ströme», desde 2005), por su parte, representa la jardinería tradicional de países orientales a través de rosas, palmeras y fuentes. La simulación de las cuatro corrientes simboliza la idea del paraíso que promulga el Corán.

Entre la sencillez y la exuberancia

Todos estos jardines propician la colaboración y las relaciones bilaterales diplomáticas entre Alemania y los países vinculados a este propósito. De hecho, el Jardín Coreano de Seúl (Koreanischer «Seouler Garten») es una muestra de la generosidad de la ciudad de Seúl que regaló este magnánimo parterre a Berlín en 2006; ocupa 4000 m² y alardea de diversos paisajes naturales, patios, riachuelo surcado de rocas lustrosas, un pabellón y figuras decorativas de marcado carácter autóctono, como era de esperar.

No podemos olvidar el laberinto —Irrgarten und Labyrinth, tendencia en alza en jardinería durante el Barroco— que imita al de la catedral de Chartres, disponible desde 2007, junto al dédalo compuesto de 1250 tejos, un plagio en miniatura de los parques de los palacios de la corona británica. Renovado y expandido en 2006 y 2007, el Jardín de los Arbustos (Karl-Foerster-Staudengarten) fue abierto al público en 2008; lugar perfecto para la belleza, la reconciliación y la reflexión sobre la naturaleza siguiendo las ideas del filósofo de la jardinería Karl Foerster, a quien este jardín rinde tributo. Esta parcela representa la cultura alemana de principios del siglo XX en cuanto a jardinería.

El Jardín del Renacimiento Italiano (Italienischer Renaissancegarten, desde mayo de 2008), es una artística muestra ejemplar del jardín europeo prototipo del Renacimiento. Nos traslada en el tiempo al epicentro de la cultura europea con su mediceo y florentino Giardino dei Boboli de esculturas antiguas, fuentes y plantas en macetas. En otoño de 2010 se inauguró el Jardín Cristiano (Christlicher Garten), estandarte de la cultura homónima cuya inspiración recae, en parte, en la resonancia del jardín en los monasterios. En los últimos años, el recinto se ha ampliado para acoger dos jardines temáticos más: el Jardín Judío y el Jardín Inglés.

Primavera y los otros jardines de Berlín

Jardines del Palacio de Charlottenburg

Los jardines del palacio barroco de Charlottenburg (1695-1699, Johan Arnold Nering, distrito Charlottenburg-Wilmersdorf), pertenecen a la institución de Castillos Prusianos y Jardines de Berlín y Brandeburgo. El palacio fue construido en honor a Sophie Charlotte, esposa de Federico I, como residencia de verano. Elaborados entre 1697 y continuados en 1788 en impecable estilo geométrico, estos jardines no tienen el exotismo de los Jardines del Mundo, pero sí la rotundidad del estilo francés barroco y ese aire de jardín inglés de casa de campo solariega.

La guerra los destrozó por completo. Se decidió que fueran reconstruidos en estilo barroco. Restaurados en 2001 según unos planos de 1950, estos jardines constan de la recurrente casita de té tan imprescindible y necesaria en jardines palaciegos (Belvedere, 1788), el Nuevo Pabellón (1825) de estilo napolitano y el Mausoleo (1810) de la reina Luise.

Jardín Botánico de Berlín

Cuarenta y tres son las hectáreas en las que yace y se expande el Jardín Botánico de Berlín (1897-1910, distritos de Lichterfelde y Dahlem), uno de los más grandes de Europa. Botanischer Garten, con sus más de 22 000 tipos de plantas, completa sus instalaciones con museo ad hoc, biblioteca especializada y Herbario (colección de plantas desecadas). Todo gestionado por la Freie Universität.

La casa de los cactus es una de sus bazas junto con el invernadero descomunal (Grosse Tropenhaus: 25 m de altura, 30 m de anchura y 60 m de longitud): no existe otro más grande en ninguna parte. Mantiene dentro temperatura tropical y humedad garantizada para los bambúes gigantes que llegan hasta el techo.

Sin menosprecio de las 210 hectáreas del Tiergarten —primero, coto de caza, y más tarde, pulmón de Berlín, el segundo parque de mayor amplitud de la capital alemana detrás de Grünewald—, y de todos los parques de la ciudad: cada distrito tiene al menos uno.

Artículo de Paco Arteaga publicado previamente en CAI © BA, mayo 2010, revisado marzo 2014, marzo 2016, marzo 2017 y marzo 2022
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