Escrito por: Barrios

Gropiusstadt: ciudad colmena

Gropiusstadt

Gropiusstadt es un barrio del distrito de Neukölln construido entre 1962 y 1975 en el filo sur de Berlín oeste, en las inmediaciones de Rudow. El proyecto fue concebido a mediados de los años 50 por el TAC (The Architects Collaborative, Inc fundado por Walter Gropius en 1946, Estados Unidos) como una urbanización, ciudad dormitorio, zona residencial. El edificio de viviendas más alto de Berlín se encuentra aquí: se trata del AXA-Hochhaus (también conocido como Kölner Colonia Hochhaus) ubicado en la Fritz-Erler-Allee, 120, cuenta con 30 plantas y 89 metros de altura. Gropiusstadt se compone de alrededor de 18.500 hogares para unas 40.000 personas en su 90% ideadas como viviendas sociales de protección oficial, de reputación cuestionable y cuestionada. Área de conflicto, lejos de la vida social prometida, deseada e imaginada.

En los años 80 esta población derivó en zona marginal y se convirtió en foco de interés social gracias a las peripecias insolentes de una de sus jóvenes habitantes: Christiane Felscherinow –más conocida como Christiane F. y la película homónima-, protagonista del bestseller Wir Kinder vom Bahnohf Zoo, vivió aquí durante su infancia y turbulenta pubertad y adolescencia vinculadas a la prostitución y al consumo de drogas desde los 13 años. Aquella niña mona que durante dos años mantuvo una doble vida antes de que su madre lo descubriera. La misma niña ingenua –siempre lo fue- que acudía a conciertos de David Bowie, a la emblemática discoteca Sound y a las inmediaciones de la estación Zoologischer Garten en busca de algo de dinero rápido con el que poder sufragar su dosis diaria de heroína. La misma chica naïf que calzaba sandalias rojas de tacón y metía sus deportivas en una bolsa de plástico que siempre la acompañaba. La novela biográfica es un hiriente reflejo de los problemas sociales que germinaron en Gropiusstadt. En 1986 suculentas inversiones estatales contribuyeron a importantes mejoras y a un lavado de cara urgente de la zona.

Pilot Projekt Gropiusstadt

Pilot Projekt Gropiusstadt es una iniciativa artística sustentada en la tendencia a realizar arte en espacios públicos y comunales, iniciada por los artistas en los años 60 y 70. Esta idea se basa en liberar al artista y a la obra de la economía del mercado del arte y de los museos, creando conexiones entre temas sociales, culturales y políticos y planteando cuestiones sobre el nuevo rol del arte y del artista. El proyecto Pilot Projekt Gropiusstadt provee a los artistas de un espacio para desarrollar su trabajo a cambio de producir algo para la comunidad: para Gropiusstadt. No hay prescripciones. Esta presentación explora el potencial de algunas tendencias tradicionales artísticas, de lo intuitivo y lo surreal, para producir una imagen inesperada de la experiencia contemporánea.

Pilot Projekt Gropiusstadt está dirigido a artistas nacionales e internacionales dispuestos a embarcarse en un programa de residencia. Esta iniciativa invita a artistas y a investigadores de todo el mundo -implicados o especialmente interesados en planes urbanísticos y arquitectura-, a pasar una semana en un apartamento de Gropiusstadt con la intención de crear un proyecto artístico que podría insertarse en este espacio urbano público. Hablamos de una estancia en un piso completamente equipado en la planta 15 de un bloque de apartamentos de Gropiusstadt que puede ser ocupado una semana por artistas alemanes o europeos, y hasta dos semanas si no fueran de Europa. El apartamento ofrece una vista de la zona inquietante y extraña -a la vez rural, al mismo tiempo urbana-, en la que se suelen inspirar los artistas seleccionados, desde donde observan el particular -o no- modo de vida de Gropiusstadt.

La realización de un proyecto final no es obligatoria. La estancia puede derivar en un periodo de reposo y nueva toma de energías, o ser adecuada para dedicarse a la fotografía del entorno, a la literatura, a trabajos periodísticos o a la simple reflexión. Esta propuesta es financiada por la Deutsche Wohnen AG. en cooperación con el Kulturnetzwerk Neukölln e.V. Se espera que los proyectos de arte para este espacio público sean pensados como propuestas artísticas destinadas a un público general. Por eso se motiva a los artistas a investigar el contexto urbano circundante. Los materiales necesarios para esta intervención artística podrían ser pagados; no así los honorarios del artista invitado.

Las ideas surgidas y aprobadas pueden llevarse a la práctica inmediatamente o planearse para el futuro. Se exige a los proyectos que integren la naturaleza en un ámbito puramente exterior. Cada proyecto es supervisado por el comisario de esta iniciativa: el intercambio y la discusión abierta del trabajo artístico son componentes fundamentales. Pilot Projekt Gropiustadt pretende atraer la atención del artista sobre los habitantes de la ciudad de Gropius y, por supuesto, la obra final debe ser un tributo a éstos.

Walter Gropius y el 91º aniversario de la Bauhaus

Walter Gropius (1883-1969), figura clave en la renovación arquitectónica del siglo XX y mito de la arquitectura moderna que emergió desde el modernismo para instalarse en la modernidad. Arquitecto, urbanista, profesor y diseñador alemán de mentalidad e ideología socialista. Su mentor fue Peter Behrens, paradigma del diseño moderno, para el que trabajó en su estudio entre 1907 y 1910. Walter Gropius fundó la escuela de diseño Bauhaus, precursora del uso de materiales modernos y novedosos en la creación original de edificios, muebles y objetos funcionales. Desempeñó en ella labores de docencia y dirección entre 1919 y 1928, primero en Weimar y posteriormente Dessau, adonde la escuela se trasladó y cuyo edificio él mismo diseñaría. Su celebridad está especialmente vinculada a la Bauhaus, cantera de artistas alemanes, rusos, eslavos y holandeses. Kandinsky, Mies van der Rohe o Paul Klee se formaron aquí. En 1930 la escuela se trasladó a Berlín bajo la tutela de Mies van der Rohe, quien transformó por completo el programa académico.

Hijo y nieto de arquitectos, los genes de la arquitectura eran parte fundamental de su ADN. Walter Gropius estudió arquitectura en Munich y en Berlín. Bauhaus prontó se consolidó como escuela de arte líder en la investigación sobre arquitectura y artes aplicadas durante la primera mitad del siglo XX. Aquí se fusionó arte y tecnología; los estudiantes se familiarizaban con los materiales y los procesos industriales de fabricación. Algo que sin duda, aceleró la producción en serie y revolucionó el diseño industrial moderno. Desde finales de los años veinte, Walter Gropius centró su actividad en los grandes bloques de viviendas -con devoción intensa e imparable- en los que plasmaba sus ideas a través de complejos de apartamentos que permitían una construcción rápida que reducía costes y solucionaba problemas urbanísticos y sociales, siempre a favor de la racionalización de la industria de la construcción.

Bauhaus, renovación de las artes

Bauhaus significó la unión de la Escuela Ducal de Artesanía y la Escuela Ducal Superior de Artes Plásticas de Weimar, un experimento artístico vital tras la Segunda Guerra Mundial. Digamos que la renovación de las artes tuvo lugar en esa simbiosis de escuelas. Bauhaus llegó en un momento de crisis de pensamiento moderno en busca de una obra de arte total que aunara arquitectura, pintura y escultura. Gropius pretendió, consiguiéndolo, que las manualidades y oficios fueran concebidos también como arte en beneficio de una máxima eficiencia entre estética y materiales. La Bauhaus supuso la integración de las artes con las tecnologías modernas, pionera en la vuelta del arte al trabajo manual, estableciendo así una innovadora cofradía de artesanos carentes de arrogancia y vanidad. La escuela incorporó una nueva estética y desarrolló los fundamentos académicos de la arquitectura moderna. La Bauhaus cumplió el 21 de marzo de 2010 91 años desde su fundación. Digamos que la Bauhaus fue la primera escuela de diseño del mundo desde la que se pretendió acercar los productos industriales al gran público. Bauhaus se considera pilar fundamental para el surgimiento de profesiones antes inexistentes ligadas al diseño industrial y gráfico.

1934 marcó para Walter Gropius la etapa de inicio del exilio forzado por las inclemencias e intromisiones nazis hacia la Bauhaus –que terminó cerrándose en 1933- y su trabajo. Tras una corta estancia de tres años en Reino Unido, se trasladó a Estados Unidos donde ejerció de catedrático de arquitectura en la escuela de diseño de Harvard. Aquí introdujo ideas ya desarrolladas en la Bauhaus. En 1946 fundó The Architects Collaborative, Inc. (TAC), empresa desde la que formó a un grupo de jóvenes arquitectos talentosos y audaces que llevaron a cabo proyectos de gran envergadura.

Sus edificios actúan como imagen especular del estilo de la Bauhaus, afirman que inspirado en formas simétricas de orígenes grecolatinos que integraban elementos del renacimiento: simplicidad formal de fachadas lisas y líneas austeras desprovistas de cualquier atisbo de ornamentación superflua e innecesaria. Una combinación –de cuidada estética- de ladrillo, hierro y vidrio, estructura puramente racionalista, donde la forma sigue a la función, otorgando contenido estético a la construcción funcional. A Walter Gropius se le considera creador del estilo internacional en arquitectura. Dada su trascendencia, las obras de la Bauhaus en Weimar fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1996. ¿Sus obras emblemáticas? El edificio PanAm (Nueva York), la Universidad de Bagdad (Bagdad), la fábrica de zapatos Fagus (Alfeld an der Leine, Alermania), la Embajada de Estados Unidos en Atenas y Gropiusstadt (Berlín).

Más en: www.pilotprojekt-gropiusstadt.de

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