(Con la colaboración especial de Deutsche Oper Berlin)
El segundo título de Mary Shelley para su Frankenstein fue El Prometeo moderno. Frankenstein es un personaje peculiar que también quiere estar a la altura de los dioses creando vida. Obra iniciada como una distracción para pasar el tiempo durante una visita que hizo Shelley a Lord Byron a orillas del lago Lemán, la novela publicada (al principio anónimamente) en 1818 fascinó a los lectores desde el primer momento. De acuerdo con el estilo romántico gótico imperante en aquella época, la autora se centró, con variaciones, en un tema que, a principios del siglo XIX, no afectaba simplemente al ámbito de los científicos: «¿Hasta dónde se les debería permitir llegar a los investigadores?».
Como Doctor Fausto, como Prometeo, Viktor Frankenstein parece estar sobrepasando los límites de la capacidad humana cuando crea materia viva a partir de la carne muerta. Una idea fascinante que, un siglo después, cautivó la imaginación de los primeros cineastas. Hasta la fecha, ha habido innumerables versiones cinematográficas y adaptaciones de esta historia. Tomadas en conjunto, han convertido a Frankenstein en uno de los fenómenos más destacados de la historia de la cultura popular.
El director Maximilian von Mayenburg, quien recogió el Premio Tischlerei de la Fundación Götz Friedrich en 2015 por su puesta en escena de Xerxes en Bielefeld, ejecuta este valisoso material en el escenario. Él y su equipo de diseño transformarán el Tischlerei de Deutsche Oper Berlin en un laboratorio, en el cual el público asistirá a la creación de la vida humana y tendrá una idea de las pruebas y tribulaciones del creador y el monstruo en un contexto atmosférico de fragmentos musicales y efectos sonoros.
30 de enero a las 20 horas
2, 3, 4, 23, 24, 25 de febrero a las 20 horas
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